Encierro
Iván Benítez, fotógrafo de Diario de Navarra, con dos costillas rotas tras caerse del vallado en el encierro
Se desequilibró al ser golpeado en una pierna por dos corredores mientras desarrollaba su trabajo en la entrada del callejón
Actualizado el 08/07/2022 a las 23:50
Profesional hasta el último minuto. Iván Benítez Forniés, 49 años, fotógrafo de Diario de Navarra, no podía contener una sonrisa al comprobar que había podido ‘salvar’ todas las instantáneas realizadas con las Canon del periódico durante el segundo encierro de los Sanfermines. Incluidas las de la GoPro. Apostado en un tramo del vallado junto a la entrada de la Plaza de Toros, con vistas a la zona comprendida entre Telefónica y la entrada del Callejón, Benítez perdió el equilibrio al ser golpeado en una pierna por unos corredores mientras desarrollaba su trabajo. Con tan mala suerte que se precipitó al suelo, apoyando los antebrazos para intentar frenar el golpe. A pesar de las abrasiones y contusiones, el fotógrafo tuvo que ser atendido por uno de los equipos de Cruz Roja Navarra apostados a lo largo del recorrido por un fuerte golpe en el costado. Tras examinarle, los sanitarios decidieron trasladarle a urgencias del Hospital Universitario de Navarra.
Al final, dos costillas rotas que, lamentablemente, le dejarán fuera de la profesión varias semanas. “Me da mucha pena porque dejo un vacío. Son días de mucho trabajo”, explicaba todavía ingresado en urgencias. “Los vallados están masificados, casi no se puede trabajar”, entiende, quien dice tener que hacerse hueco a diario para poder cumplir con su labor. Este viernes, sin ir más lejos, a las 05.30 horas ya estaba situado en su poste haciendo tiempo con un libro. Su rato de lectura. A mediodía recibió el alta y pese al dolor al respirar ya descansa en casa junto a su mujer y sus dos hijas.
DESDE EL SUELO
Con más de dos décadas de experiencia cubriendo los encierros de San Fermín, el de este viernes fue el mayor susto para el fotoperiodista. Al menos en la fiesta, pues los gajes del oficio le han dejado recuerdos en forma de botellazo en la cabeza al cubrir una manifestación o de intoxicación respiratoria tras un atentado de ETA en la Universidad de Navarra: “El susto es grande porque caes al recorrido cuando llega la manada. Por suerte estaba ahí Caravante (Cruz Roja) y me ha sacado rápido. He notado que dos corredores me daban en la pierna y me he desequilibrado. Al caer lo primero que me ha venido a la cabeza es que Javier Sesma, un antiguo compañero de fotografía en el Diario, siempre me decía que me abría demasiado. Pero es que a mi me gusta sentir el ruido para tomar las fotos. Luego él me ha escrito para decirme: ‘Te lo dije’”.
Pero, dentro del prisma positivo que le caracteriza, Iván se mostraba aliviado por que el accidente no hubiera sido más grave . “La cámara no se me ha roto”, contaba mientras daba por hecho que al tenerla asida en un costado y caer desde el vallado, podría haber tenido algo que ver con su diagnóstico. “Creo que me la he clavado al caer”. Tal fue su tesón que incluso desde el suelo, Iván fue capaz de realizar un par de fotografías más. Dos instantáneas que inmortalizan a decenas de mozos enfilando sus carreras hacia la plaza de Toros. Una acompaña a estas líneas.
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