Cuando dicen “vivir la fiesta desde dentro” y se refieren simplemente a venir a Pamplona del 6 al 14 de julio ignoran que ese “desde dentro” realmente solo lo viven los portadores de gigantes y cabezudos. Desde dentro de verdad. Juantxo Montoya lleva 40 años portando la cabeza de Berrugón o ‘el Verrugas’, como lo llama. Hoy, día de San Fermín, es la fecha en la que llega a la meta de su larga carrera en la Comparsa de Gigantes y Cabezudos. Hasta hace 18 años vivía en Pamplona, su ciudad y en la que dirigía Autobuses La Montañesa. El tiempo y el trabajo le puso en Madrid, donde es el director general de Monbus desde 2020. Pero todo esto no le ha impedido que en estas fechas siempre vuelva a casa por Sanfermines.
“Tenemos acceso a sitios y momentos únicos gracias a que somos portadores”, comenta orgulloso citando la procesión o el Riau-Riau de años anteriores. La primera vez que Montoya se enfundó esa cabeza fue en 1983. Se presentó en la comparsa sin conocer a nadie. “Fue de casualidad, me apunté porque me gustaba participar por las mañanas, es un ambiente muy sano”, dice este porteador que comparte figura con Javier Garayoa Canal desde hace años.
“En cuarenta años he podido ver cómo han cambiado las fiestas, hace años apenas había gente esperándonos en la salida de la antigua estación, ahora hay mucha”, reflexiona. “De hecho, antes nadie quería portar en el primer turno por ese motivo”, añade.
Cuatro décadas después lo deja. “Quería llegar a una fecha redonda. Es cierto que en los dos últimos años no ha habido Sanfermines, pero creo que ha llegado el momento de vivir la fiesta desde fuera”, comenta el motivo de su despedida. Él mismo asegura que seguirá yendo a ver la comparsa, pero de una forma “más tranquila”. Dejará de llevar una cabeza que pesa unos “15 kilos” y de sudar corriendo con el abrigo. “Llevar esto con los calores, carreras, las rabietas de los niños... acabamos sudando mucho”, ríe reconociendo que es muy bonito hacer esto desde el “anonimato”. Esta falta de identidad a ojos de los niños también le han costado sustos. “Un niño pretendió meterme una avispa por la oreja de la cabeza. Imagínate si entra”, recuerda entre risas. “También un petardo, pero bueno, son anecdotillas”, comenta quitando hierro al asunto. Él reconoce que tampoco se ha quedado atrás durante todo este tiempo. “He pegado a todos los alcaldes de Pamplona, a presidentes del Gobierno foral y hasta obispos. Bueno, pegar no, dar vergazos”, matiza.
El Berrugón seguirá con su tarea. No lo portará Juantxo Montoya, pero asegura que hay relevo de sobra en la comparsa. Gracias a este kiliki, uno de los más grandes junto a Caravinagre, ha visitado Paderborn o Bayona, ciudades hermanadas con Pamplona. Pero si se tiene que quedarse con algo es con el primer turno de la procesión. Cuando llega San Fermín y entra en la capilla. “Es un momento de auténtica emoción”, concluye. Las generaciones van pasando. Las provocaciones de los niños también. Estas han evolucionado desde el “Berrugón”, “narigón” o “cabezón” hasta el actual “cabrón”, como dice este pamplonés. Esto va de cambios.
DNI
Juantxo Montoya Legaria (Pamplona, 1966) estudió en Escolapios y es licenciado en Derecho por la Universidad de Navarra. En octubre de 2004 dejó la presidencia de Autobuses La Montañesa tras más de diez años en el cargo. Después pasó a ser director general del Grupo Interbus y actualmente lidera Monbus. Entró a la Comparsa de Gigantes y Cabezudos en 1983.