Al PSN: la victoria de hoy puede ser la derrota del mañana

Hace unos días, Diario de Navarra publicó un artículo de Carlos Pérez Nievas, coordinador en Navarra de Ciudadanos, avisando de que mientras el PSN cuente con el apoyo de Bildu, será imposible que la derecha consiga el Gobierno de Navarra. Algo, en mi opinión, que no es del todo cierto. En las elecciones de 2019, si María Chivite salió presidenta fue por contar con los votos de los dos partidos nacionalistas, aunque la izquierda no le hubiera votado; ambos partidos apoyarán siempre al PSN, no solamente la izquierda abertzale, mientras no consigan por su propia fuerza alzarse con la presidencia. El PSN nunca pactará con UPN si está apoyado por el PP, salvo que reciba órdenes tajantes desde Madrid o en caso de extrema gravedad. Ambas situaciones no son factibles a corto plazo. Si no contara con el PP, tengo importantes dudas. Viendo los resultados en las elecciones de 2019, los partidos nacionalistas suponen la tercera parte del electorado y ellos lo saben. Sin considerar su aquiescencia, tanto UPN como PSN no podrán conseguir la presidencia. UPN nunca pedirá el voto nacionalista moderado, salvo un cambio de mentalidad o por oportunismo, y Geroa Bai tampoco le apoyará si no sucede alguno de estos cambios. La mayoría de los partidos políticos navarros, como en el resto de España, anteponen la prevalencia de su ideario político o el ansia de poder, a todo lo demás. Los partidos nacionalistas o separatistas, en este tema, son más radicales, en caso contrario no tendrían razón de ser. En las próximas elecciones no se prevén grandes movimientos respecto a la situación actual. La ciudadanía, mientras más o menos mantenga su estatus o las “meteduras de pata” de los gobernantes sean muy ostentosas, no facilita el cambio. Esté quien esté en el Gobierno, el pasotismo prevalece, especialmente en los jóvenes. Hay que tener en cuenta, salvo en alguna etapa como fue con los asesinatos de ETA, que el PSE, incluido el PSN, históricamente han estado más cerca de los partidos nacionalistas que de la derecha. Véase Euskadi actual y la complicidad con el nacionalismo catalán. Xabier Arzalluz siempre ha afirmado que los socialistas han sido buenos compañeros en la política. La duda sobre esa complicidad sería en el caso de una posible anexión de Navarra a Euskadi. Los moradores de esta, la recibirán con agrado, y en el resto España no les preocupa mucho si se dan argumentos convincentes, salvo minorías. Si UPN quiere conseguir el Gobierno de Navarra a corto plazo, no puede seguir con la política actual, si quiere ser práctico. Tiene que ser menos guerrero con el nacionalismo, debe considerar que una parte de la derecha navarra es apasionada por la cultura vasca, sin llegar al separatismo. Acuérdese de los seguidores que tuvo y tiene en el valle del Baztan, más antes que ahora. No se le deben caer los anillos por aceptar el euskera y las costumbres centenarias en las zonas que dominan. Puede ser que con esta política pierda algunos votos, pero, en mi opinión, los compensará con creces. No podemos caer nuevamente en esa lucha histórica de agramonteses y beamonteses, que tantas desgracias causó en Navarra, y en otras regiones se aprovecharon. Al PSN le recomendaría no dejarse vencer por el ansia de poder, la victoria de hoy, puede ser la derrota del mañana. A todos los partidos pediría más unión, Navarra es antes que cualquier idea política. Consideren esa unión como algo imprescindible -si actualmente Navarra supone el 1, 39% de la población española, y el PIB anual por autonomías, salvo Ceuta y Melilla, es solamente superior a Extremadura, Cantabria y La Rioja- su influencia en el resto del país no puede ser muy alta. Si además cada partido político lucha por su cuenta, terminará siendo engullida. El ejemplo lo tenemos ya, el temor existente del futuro de la planta de Volkswagen se debe, y creo no equivocarme, a la competencia de la planta de Cataluña. El Gobierno central apoyará más a esta que a la de Navarra. Cataluña es un semillero de votos, la segunda autonomía en PIB anual y el 16, 38% de la población española. En las elecciones de mayo comprobaremos si la cordura ha entrado en las mentes de los dirigentes políticos. Jesús Mari Macaya Floristán Licenciado en Derecho

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