"El empleo, en máximos"
Las cifras de paro y de afiliación de marzo ofrecieron ayer la imagen más positiva del mercado laboral en muchos años. Y vuelven a demostrar su excepcional comportamiento desde la superación de la pandemia, mantenido pese a las turbulencias económicas provocadas por la invasión rusa de Ucrania. La reducción del desempleo en 48.755 personas permitió que con 2.860.260 parados España ha visto reducido “su mayor problema” -en palabras de la ministra de Trabajo- como no lo había estado desde 2008. A lo que se suma el récord de 206.410 empleos creados. En Navarra, los datos han estado en consonancia al conjunto del país, aunque en tasas mensuales se sitúa a la cola entre las cuatro comunidades que registran una menor caída. El paro ha bajado en nuestra Comunidad en 414 personas, para dejar en 31.950 la cifra total de desempleados, y la afiliación a la Seguridad Social subió en 2.229 personas. Los datos del tercer mes del año permiten albergar la esperanza de que se instale una tendencia que mejore las perspectivas para 2023. Por lo que el ministerio de Yolanda Díaz tampoco tenía necesidad de subrayar el buen comportamiento del mercado de trabajo como si todo él se debiera a la reforma laboral. Haciendo del contraste con la inestabilidad global el argumento definitivo de su éxito. Los buenos resultados de marzo en empleo, incluso con la distorsión que suponen los fijos discontinuos, deberían estimular a España en su conjunto. No por autocomplacencia, sino porque hasta los mejores datos invitan a perseverar en la superación de los problemas estructurales. El paro en España multiplica por dos la media europea y por cuatro la de Alemania. Los contratos indefinidos cuentan con demasiados parciales y fijos discontinuos. Las horas trabajadas y la productividad siguen lastradas. Ninguna opción partidaria ha sido capaz de afrontar esos desafíos estructurales. Ni lo será mientras prime la confrontación en lo inmediato frente al consenso de largo alcance.
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