A mi manera
Los políticos hacen el ridículo en Erripagaña
Aquí viven 14.000 personas a las que la administración mira como a quien le cae una mota de polvo en la chaqueta

Publicado el 06/03/2023 a las 06:00
Cuando llegó la policía hacía veinte minutos que la ambulancia del 112 se ocupaba de la víctima. Las emergencias sanitarias fue ron más veloces y el joven atropellado al atravesar con un patinete eléctrico un paso de peatones en Erripagaña descansaba magullado en una camilla. Los dos agentes descendieron del coche patrulla e instalaron unos bolardos para proteger el área de la ambulancia del tráfico de ese mediodía.
-No hemos podido venir antes, se disculpó el agente. Me lo dijo a mí que ejercía de curioso, uno más, en el grupito de arremolinados aquella mañana. Si el accidente hubiera ocurrido trescientos metros más adelante, sentenció el guardia empeñado en explicar porqué se habían demorado, habrían sido los municipales de Pamplona los encargados del siniestro. Ellos tienen muchos más medios, agentes y patrullas. Nosotros (eran de Burlada) estamos cuatro y un tambor para toda la casuística. O lo resuelven los políticos o un día va a ocurrir algo.
Y ahí cortó el discurso y se puso a dirigir el tráfico. Ese trocito de Erripagaña pertenecía a Burlada. El barrio lo gestionan cuatro municipios. Pamplona, Burlada, Huarte y Egüés. De locos. No hay centro de salud. No hay colegio. Ni soñar con un civivox y los mismos concejales que desfilan dándose importancia en las fiestas del municipio que les toca disfrutar se la quitan cuando asoman los problemas en este barrio. Aquí viven 14.000 personas a las que la administración mira como a quien le cae una mota de polvo en la chaqueta. Que los vecinos piden colegio, o centro de salud, o civivox o columpios, o guardería..., o lo que sea...,el Gobierno dirá que son los ayuntamientos quienes tienen que sacarlo adelante y promover los servicios para sus vecinos. Haga la prueba y reclame entonces a los municipios. Si menta Burlada, aquí le responderán que esa parte de problema en esas calles es de Egüés y si es un poco más allá replicarán que corresponde a Huarte o si no que mejor a Pamplona que es la más grande y tiene más medios. El caso, mirar para otro lado. Quitarse la motita de polvo de un manotazo en la chaqueta. Entretanto Erripagaña crece entre cuatro municipios. Los vecinos denuncian el abandono. El sábado en una expresiva manifestación multitudinaria. Señores políticos, ¿Por qué no gestionan con voluntad de servicio? ¿Qué tal si se meten a hacer política de la de verdad? ¿O van a seguir jugando a hacer el ridículo durante mucho tiempo? ¿Por qué no unifican todo el barrio bajo la administración de Pamplona de una vez? Los vecinos representan el sentido común. Pero mientras esto ocurre hay circunstancias que producen risa y descubren el vodevil en el que se ha convertido la situación. Hay un seto que discurre por una de las calles que comparten dos municipios. La parte que administra uno de ellos es una ordenada sucesión de hoja verde coquetamente recortada. Exactamente hasta la muga con la otra localidad. Allí se convierte en un matorral.