"Un partido foral necesario"
Me permito contestar las consideraciones que en tono correcto expuso aquí Jaime Ignacio del Burgo. Adelanto que no voy a abordar lo referido a la particular interpretación de los hechos relativos a la conducta de los dos diputados de UPN que, tras ser sancionados, han abandonado el que fue su partido, para ingresar en el Partido Popular (al cual también criticaron públicamente como es notorio).
Los hechos, acuerdos al respecto, y la información ha sido puntualmente publicada para que cada cual extraiga conclusiones.
Coincido en destacar que la discrepancia con cualquier decisión ha de entenderse como un derecho y un deber cuando así procede. Yo mismo la he ejercido y la ejerceré procurando siempre, eso sí, no salir de los cauces que las normas democráticas establecen o llegado el caso, asumir con normalidad las consecuencias previstas.
Sin embargo, considero necesario contestar a J. Ignacio del Burgo en su propósito de aprovechar este episodio para realizar una enmienda a la totalidad a la propia existencia y razón de ser de Unión del Pueblo Navarro.
Unión del Pueblo Navarro nació cuando el que fue su fundador, Jesús Aizpún, concluyó que un partido nacional (en aquel momento la UCD) no defendió convenientemente el interés y la identidad de Navarra al acordar con el nacionalismo una disposición legal (la “eterna” transitoria cuarta) que abría la puerta a la disolución de lo que dio en ser la Comunidad Foral para su integración en la Comunidad autónoma vasca, o Euskal-Herria.
Y, ciertamente, los hechos posteriores ratifican que acertaron quienes crearon UPN como partido foral necesario y lo llevaron adelante por muchos motivos: El principal, es que los ciudadanos de Navarra durante más de tres décadas refrendan a UPN como partido de referencia y por lo tanto ganador no solamente en un determinado espectro político sin en el conjunto de Navarra de manera ininterrumpida.
Acertaron quienes apostaron por UPN porque los dos partidos nacionales, PP y PSOE cuando han gobernado en España, lo han hecho apoyados en partidos nacionalistas como el PNV y el nacionalismo catalán principalmente. Y está visto que, si los nacionalistas del PNV condicionan el gobierno de España, la identidad foral de Navarra tal como está expresada en el Amejoramiento y la Constitución se debilita.
Cabe recordar que Mariano Rajoy antes de ser injustamente defenestrado fue, cerró un acuerdo con el nacionalismo vasco que días más tarde le dio la puntilla.
Así mismo en la actualidad, es pública la intención del presidente popular Nuñez Feijóo de “recomponer” la relación con el nacionalismo de Urkullu.
Otra particularidad que distingue a UPN es su renuncia real para recibir donaciones privadas. Esto es algo que instituyó nuestro secretario general Rafael Gurrea y que ha permanecido en los estatutos regionalistas. Si bien renunciar a estas aportaciones puede situarnos en desventaja, a la postre ha resultado ser un eficaz cortafuegos contra la corrupción que de manera tan grave ha manchado a casi todos los partidos con la única excepción de UPN.
Son muchos los motivos que hoy en día fundamentan la permanencia de Unión del Pueblo Navarro como el mejor instrumento político de amplio ámbito ideológico al servicio de la Comunidad Foral.
Por supuesto, coincido en el acierto de los acuerdos y alianzas con el partido de Aznar, de Rajoy y ojalá también con Feijóo, pero eso sí, desde formaciones políticas distintas y con el mutuo y debido respeto. Como bien señalaba otro presidente de UPN recientemente fallecido: “Aquí, nosotros, y allí, vosotros.”
Nadie tiene ningún monopolio y yo también deseo que, en estos momentos, el Partido Popular sea el partido de preferencia nacional, pero sin renunciar a los hechos que justifican la necesaria centralidad que en Navarra representa una formación foralista como UPN.
Juan Luis Sánchez de Muniáin Lacasia Parlamentario foral, miembro de UPN