"La paz llega al ámbito sanitario"
"Los responsables de la Salud y el colectivo médico han encontrado un punto de encuentro satisfactorio para poner fin a los paros y seguir hablando en la mesa negociadora"
Diecisiete días después del inicio de la huelga de médicos en la Comunidad foral, se ha dado por concluida tras el acuerdo alcanzado con el departamento de Salud. A falta de su ratificación por la asamblea de médicos, el acuerdo recoge una subida retributiva de 400 euros al mes; el control de la agenda por parte de los facultativos; y un número máximo de 32 pacientes por día y 12 minutos de atención. No se elimina la dedicación exclusiva de los médicos de la red pública, una vieja reivindicación que será abordada en la mesa de negociación, una vez desconvocados los paros. El acuerdo entre las partes es una buena noticia, especialmente para los pacientes que en las dos últimas semanas se han podido ver afectados por la anulación de sus consultas, pero es un buen momento para que la Administración foral tome nota de que los problemas no se solucionan solos; el colectivo médico ha tenido que convocar los paros después de más de tres años de reclamaciones continuas, desoídas por los responsables de la sanidad navarra. Porque era evidente el descontento de los profesionales con su situación laboral, el deterioro de la Atención Primaria y la pérdida de confianza de los ciudadanos. El último dato conocido, la caída al 7º puesto en valoración ciudadana de la sanidad pública, corrobora una realidad percibida en los últimos años. Y si desde el Servicio Navarro de Salud se tiene la tentación de escudarse en los años de pandemia, se equivoca. Con el fin de la huelga se resuelven una serie de reivindicaciones laborales justas, sin embargo, no se solucionan los graves problemas estructurales de la sanidad foral. De momento se ha conseguido pacificar el ámbito sanitario, pero para satisfacer a los ciudadanos de decenas de municipios de la extensa geografía navarra se necesitan más médicos y el compromiso político de aportar soluciones reales y duraderas, que conduzcan a la Comunidad foral a los puestos de privilegio que nunca debió abandonar.
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