Pamplona, la más fea de España en iluminación navideña

Después de unos días de puente el sábado decidí salir a ver la decoración navideña por Pamplona camino al musical de Peter Pan por eso de “no dejes nunca de soñar o no crezcas es una trampa”.

Lo cierto es que solamente parece Navidad en el casco viejo ya que la mayoría de barrios carecen de ella. Al llegar a la calle Mayor por la nueva y flamante del Bosquecillo, excepto la casa de los curas, el resto era insólito. Escasos adornos, raros y sobre todo tonos fríos. Me llamarán antiguo pero soy más clásico en esto de luces navideñas de colores: rojas, verdes, azules, amarillas, es decir, cálidas. Ante mi desilusión por lo visto tenía la esperanza de encontrar un Ayuntamiento y una plaza bonita, espectacular. Segunda decepción la fachada de la Casa Consistorial lucía como si la hubieran decorado un proveedor asiático. Qué manía tienen las modernas de poner luces blancas y azules que son tonos fríos. Si estuviesen mezcladas con las clásicas ambas resaltarían pero al ser el color predominante, repito frío, se hace inhóspito. Volvemos a ser la ciudad más fea de España en cuanto a decoración navideña y eso que algo habíamos mejorado. En fin, camino a Baluarte decidí recuperar mi espíritu navideño y entré a la exposición de belenes que una vez más me sorprendió gratamente. Enhorabuena.

A quien corresponda del Ayuntamiento, por favor, para la próxima luces cálidas que transmitan sensación de bienestar y recogimiento. Lo dicho. ¡Feliz y Santa Navidad!