"Choques de Gobierno que perjudican al país"
"Los enfrentamientos entre PSOE y Unidas-Podemos se han convertido en recurrentes. La asimilación de lo que debería ser excepcional como normal resulta negativa y perjudicial para los intereses comunes"
Las disensiones en el Gobierno PSOE-Unidas Podemos se han convertido en tan recurrentes que amenazan con ser interiorizadas primero por los dos socios, después por el resto del arco parlamentario y en último término por la ciudadanía como una suerte de zumbido permanente que, por costumbre, acaba convirtiéndose en un insoportable paisaje político. En los tres supuestos, la asimilación de lo que debería ser excepcional como normal resulta perjudicial para los intereses comunes. Porque un Ejecutivo no puede habituarse al ruido que de tanto en tanto admiten sus miembros, más como una autocrítica atenuada que como la admisión comprometida de la existencia de un problema, sin afrontar el desgaste cotidiano que ello representa para la eficacia y la credibilidad de la gobernación del país. Porque aliados y rivales difícilmente pueden saber a qué atenerse, aunque dé la impresión de que pueden acabar beneficiándose de los males de convivencia que aquejan al gabinete de Sánchez. Y porque los ciudadanos, máxime en un contexto de complicaciones como el presente, necesitan creer en la solvencia y eficacia de las instituciones que rigen la vida pública. Se equivocarían el PSOE y Unidas Podemos si pensaran que cada discrepancia, cada desencuentro, puede superarse a beneficio de inventario porque la legislatura avanza aunque sea a trancas y barrancas. Y cuando el foco del pulso se sitúa ahora en una cuestión como el gasto militar en tiempos de guerra, después de haber confrontado ya en varias reformas legales de calado, la divergencia no se limita a un equilibrio de poderes dentro del primer experimento de un Gobierno de coalición en democracia. Alcanza a la propia orientación identificable de la acción gubernamental. De poco servirá una reunión de seguimiento del pacto como la forzada ayer por la vicepresidenta Yolanda Díaz si esta acaba resultando un paréntesis hasta la próxima fisura. Son la estabilidad y la coherencia del Ejecutivo lo que lleva tiempo dirimiéndose.
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