El esperado centro de día que completará la atención a personas mayores de
Berriozar abrirá sus puertas entre finales de octubre y principios de noviembre. Con ese calendario trabajan en una localidad que lo esperaba tener listo para enero pasado y que hace ya cuatro años abrió “Iruñalde”. En el espacio de la antigua guardería y luego escuela infantil, funcionan el programa de envejecimiento activo, las actividades culturales para personas mayores y la jubiloteca para el respiro familiar y la promoción de la autonomía. El centro de día sigue pendiente del visto bueno de Salud a las instalaciones preparadas en el edificio recuperado para nuevos usos. También aguarda la concertación de plazas con Derechos Sociales y ultima la elección de personal que trabajará en las instalaciones, así como los contactos con familias de las personas usuarias. Así se contó en el programa Impulsar Navarra que organizan Diario de Navarra y Brandok en colaboración con el departamento de Cohesión Territorial, Laboral Kutxa y Wïkai. En esta ocasión, con la participación también del Ayuntamiento de Berriozar.
Los planes para el centro de día formaron parte de un programa que abordó la situación de un municipio centenario que ya roza los 11.000 habitantes al sumar población a partir de los diferentes desarrollos iniciados en los años 60 del siglo pasado y que han seguido este siglo. El alcalde, Raúl Maiza (EH Bildu), fue el primero en mencionar la próxima puesta en marcha de un centro que nace en coordinación con el Gobierno de Navarra. El presupuesto del Ejecutivo incluyó una partida para completar obras.
CUATRO SERVICIOS
Primero a través de un vídeo en el que se mostró Iruñalde de la mano de técnicos como Feli Muñoz, de la jubiloteca, y de Mikel Aranguren, que coordina las actividades con el club de jubilados, y luego con una charla entre el técnico de Deporte y Salud, Iosu Bayo, y la presentadora Leire Mateos, se presentaron el centro y los servicios que engloba.
En un local de 600 metros cuadrados repartidos en dos plantas reformadas para sus nuevos usos y con un patio de 100 metros, se pusieron en marcha en 2018 actividades como el programa de envejecimiento activo, del que toman parte 160 personas, y el de promoción de la autonomía y respiro familiar (jubiloteca), con 44 demandantes de plaza, precisó Bayo. También se inició la coordinación con el club de jubilados para organizar actividades. Una fórmula novedosa. Los servicios, como el programa de vida y envejecimiento activo ya se habían iniciado anteriormente. En 2012 comenzaron las reuniones de un grupo de personas, en este caso sin ninguna dependencia, que abordan asuntos de interés como los duelos, las relaciones con nietos y nietas e hijos e hijas, las nuevas tecnologías, la crisis o la importancia de la actividad. Así lo rememoró Muñoz. Mikel Aranguren habló de una colaboración que sirve para “apoyar, cuidar y dar a las personas mayores un espacio donde sentirse agusto”.
Ya hace cuatro años se anunció la puesta en marcha de un centro de día que en estos meses se ha ido perfilando. “Es un centro pequeño, adaptado a la situación de Berriozar, en el que se ha fijado un baremo para la admisión de personas usuarias, que tienen que estar empadronadas en Berriozar o en municipios con convenio de colaboración, haber cumplido 60 años o estar jubilado o pensionista y tener un grado de discapacidad o dependencia reconocida”, señaló Bayo tras la charla. En este momento, en coordinación con los servicios sociales y el centro de salud se ha contactado ya con ocho familias de personas que podrían optar al servicio.
DEVOLVER LO RECIBIDO
Bayo habló del centro “Iruñalde” como una vía para “devolver a las personas mayores lo que nos dieron”. Destacó las pocas veces que un trabajo permite cuidar así “ a los que quieres y a los reconoces el esfuerzo que hicieron”. “En Berriozar se han destinado recursos, medios, trabajo y personas a poder hacerlo”, señaló. En insistió en la idea del centro de día como “una de las cuatro patas” del proyecto. “Se dedica principalmente a los que mayores niveles de dependencia y necesidad de acompañamiento y profesionales van a tener. Será un centro pequeño y otra parte del puzzle”.
Contó como se fue gestando y la decisión de recuperar une espacio y hasta como se decoró con objetos donados por artistas y vecinos. Apenas se aventuró a imaginar como será dentro de un año. “Es un espacio intergeneracional y de prevención y ya es una realidad en un 80% y en un año lo será a l 00%y y espero que tenga los recursos necesarios y seamos capaces de darle salida y aprovecharlo”.
De paseo con Kutxi Romero
La voz del grupo Marea y músico Kutxi Romero creció y vive en Berriozar. En las casas de la vía, junto al paso a nivel, derribadas este verano , recaló su familia y pasó parte de su infancia. Después fueron al “polígono”. Esa primera zona residencial que creció lejana del “pueblico” ubicado en la falda del monte San Cristóbal-Ezkaba. Ese Berriozar mostró ayer en un vídeo que sirvió de presentación para el programa de Impulsar Navarra.
La plaza “Marea”, que es como en 2017 se bautizó a un espacio en el Zortziko antes llamado “Sorgiñe” sirvió de punto de partida. No ocultó Romero la satisfacción por el reconocimiento del “ilustre ayuntamiento”. Siguió por la plaza Eguzki, ahora centro en fiestas y antes centro de la vida social “del polígono” y terminó en el casco antiguo.