Vecinos de Arantza: "Estamos asustados sin médico"

Antes que se construyese la casa del médico, que es como aún se llama el edificio del consultorio de Arantza de la calle Salbatore, las consultas se pasaban justo en frente, en la primera planta de la casa Mendialde. Era una cesión de la familia de Antonia Maquirriain Vergara precisamente para garantizar la disponibilidad de un galeno que velase por la salud. “Hace 40 años” -en una estimación de la mujer, de 80 de edad, tras consultar a su marido asomado al balcón-, “los caseríos pagamos una cuota para hacer el consultorio”. Los vecinos entendieron entonces que dotarse de un servicio médico era un bien necesario del que se beneficiarían generaciones futuras. El edificio constaba de vivienda como bien rezaba el título oficioso de casa del médico que cuelga de la conciencia popular. Desde que se jubilase su último titular en octubre, la responsabilidad en la atención descansa en la enfermería. El facultativo destinado a cubrir la vacante está integrado desde inicio de año en el servicio centralizado de consultas presenciales de Lesaka. Sin garantías del departamento de Salud con nuevos refuerzos, hay cuatro médicos para 8.200 pacientes de la propia Lesaka, Bera, Etxalar, Igantzi y Arantza. Uno de ellos rota por domicilios y residencias. Antonia Maquirriain tiene el consultorio a un paso de su casa, pero si quiere ir al médico ha de apoyarse en su hija, Idoia Etxeberria, para recorrer los 13 kilómetros que distan de Lesaka. “Tenemos una sensación de abandono -dice la hija-. Antes teníamos taxi en Arantza. Ahora, el que hay en Igantzi está también para el transporte escolar y otras necesidades. Yo estoy pendiente de mis padres”. Según recuerda, ella, como otros vecinos, acudió a un cursillo de primeros auxilios por precaución a cualquier imprevisto en el pueblo. Sus límites conjugan su casco residencial con más de un centenar de caseríos diseminados en un entorno rural. La suma totaliza más de 600 habitantes. “¿Hasta cuándo vamos a estar así?”, se pregunta la madre. Para la reflexión apunta una idea, que resume el sentir general: “Tener médico da tranquilidad y tranquilidad es salud”. EN BERA, IGUAL “Muy mal”, es la respuesta que ofrece Bernardo Barredo Álava en Bera cuando es invitado a describir la situación. Como él, cualquier paciente, sin molestias graves que precisen de presencia de médico, es derivado a Lesaka desde el inicio de año. “No somos conscientes de lo que está ocurriendo porque no hacemos nada”, expresó antes de ser atendido por una enfermera. “Si puede apuntar, apunte”, le conmina al periodista: “De ser referente Navarra para toda España en salud, ahora no sé qué posición ocupa”.Una mujer, con dos bebés, recurrió al calificativo de “fatal” para subrayar las consecuencias de la falta de personal. Sin la media jornada de Pediatría en Bera desde hace dos años, un Médico de Familia aseguraba la atención infantil. “No hay pediatra y ahora tampoco médico”, exponía desde el anonimato. Desconocía que un facultativo desplazado asegura en Lesaka el servicio de Pediatría cuatro horas dos veces a la semana. “¿Y cómo voy a Lesaka?”, respondía con un interrogante a una aclaración recibida. Entre tanto, personal adscrito al consultorio lamentaba el déficit de recursos humanos “desde meses atrás”. Mientras, Salud dice que “está trabajando muy intensamente y que hay varias vías abiertas”. Los pacientes “están a la espera de que la actual situación se resuelve pronto. Entienden la situación y nosotras también entendemos a la población. Las quejas ayudan a mejorar el sistema”. La apreciación es de la Jefa de Enfermería de la Zona Básica de Salud de Lesaka, Elixabet Elizalde Ariztegi. Con cuatro de siete jornadas y media de medicina cubiertas, la atención en los consultorios de Bera, Etxalar, Arantza e Igantzi descansa en Enfermería, facultada para realizar un triaje y “en conexión constante con los médicos ante una necesidad”. “Sabemos cuál es nuestra responsabilidad y no dudamos en llamar a los médicos si es preciso”, señala Ariztegi. Habla de “un problema estructural de hace años”, como causa del actual déficit de personal. “La pandemia ha dejado claro que hay una estructura deficitaria”, agrega. La coordinadora de Enfermería en la zona advierte de la cobertura que asume el equipo sanitario al que está adscrito. Más allá de asegurar el servicio a la ciudadanía en las cinco localidades, se ocupa de cualquier urgencia que pueda producirse a la mínima que se registre un accidente de gravedad en la N-121-A o en los polígonos de Bera y Lesaka. “La atención que se ofrece -aclara- es integral”.

Vecinos de Arantza: "Estamos asustados sin médico"

“¿Hasta cuándo?”, se preguntan vecinos de Arantza a los dos meses sin servicio médico. Desprovistos de transporte que conecte con Lesaka, la preocupación se extiende a otros tres pueblos de Cinco Villas en la segunda semana sin facultativo

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