Etxarri Aranatz, la senda de la historia

La GR 323, que sigue las huellas de los arrieros, está señalizada y habilitada para disfrutar de su entorno envolvente y cautivador. Su adecuación corresponde a un proyecto participado por los ayuntamientos de Urdiain, Iturmendi, Bakaiku y Etxarri Aranatz. El itinerario se adentra por la calzada Bernoa que comunicaba la costa guipuzcoana con la meseta castellana. En ella, la sierra de Urbasa se convertía en duro escollo para la columnas de arrieros que en Iturmendi, Bakaiku y Urdiain hacían escala. De su presencia histórica hay huella en las tres localidades con la continuidad de las cofradías de San Antón. La nueva GR se une a los atractivos para los caminantes que ofrece esta parte de Sakana. Las posibilidades para cuidar su salud y recrear la vista con recorridos se amplía en el caso de Etxarri Aranatz con las rutas de los robles milenarios y los dólmenes. Asegura la alcaldesa, Silvia Marañón, que los hitos que marcan su trazado serán de nuevo homologados este año para adapatarse a las referencias en vigor. Adentrarse por sus senderos es un repaso a la historia que quedó señalada por jalones naturales y vestigios prehistóricos de presencia humana. En Etxarri Aranatz también se encuentra una de las vías de la Estación Trail Sakana, con dotación de referencia en Uharte Arakil. La historia como la naturaleza se engarzan en el cuidado de las tradiciones. Aunque coincidan por esta época las fiestas de verano, en el calendario de Etxarri Aranatz hay fechas de guardar que, por su valor sentimental, sobresalen por encima de otras. En junio, San Kiriko, pero, sobre todo San Adrián, gozan de un sentido especial. La pandemia retocó su programación sin que el vecindario pudiese reunirse en un ambiente festivo en torno a la ermita de San Adrián. No faltó la fritanga, que es tentempié en la fiesta. El Ayuntamiento decidió repartirla en la plaza en unidades separadas. Tuvo igualmente el detalle de acoger a los nacidos en 2019 y 2020 con el pañuelo de fiestas a modo de bienvenida en un período de cautela en el que las adversidades no ahogan la iniciativa de introducir a nuevas generaciones por la senda de las tradiciones y de la historia. Siempre hubo culto al canto en Etxarri Aranatz. Patrimonio municipal es un legado conservado y transmitido entre generaciones. Una exposición reciente, organizada por su coral, recupera para la actualidad instantes que quedaron inmortalizados de grupos en torno a su parroquia de Nuestra Señora de la Asunción. A base de destreza y de educación de la voz, el culto dio sus frutos. Cuando Etxarri Aranatz dio a conocer su tesoro con las primeras salidas de su coro parroquial, se forjó un nuevo proyecto. El medio siglo de trayectoria de la coral descubre su fundación como sucesora “del coro parroquial que ya existía en la localidad desde comienzos del siglo XX”. En el año 1970 “salió de su ámbito parroquial para iniciar su andadura allá donde era requerida”. A los doa añosde aquel primer paso, ofreció su primer concierto oficial. En ese momento, la batuta estaba en manos de Francisco Villanueva. Se mantuvo al frente del conjunto durante 14 años. Entre sus sucesores se encuentra el capellán de San Miguel de Aralar, Mikel Garciandia; así como el actual director del Orfeón Pamplonés, Igor Ijurra. Los dos hallaron en sus mayores el espejo en el mirarse en la custodia de la tradición musical. La sucesión en la dirección se desgrana con Francisco Villanueva (1970-1984); Juan Mª Escala (1984-1991); Mikel Garciandia (1991-1992); Igor Ijurra (1992-2002); Alicia Armendáriz (2003-2010); Imanol Urzelai (2011) y Alicia Armendáriz (2012-). Por los logros cosechados, la coral ofrece motivos de orgullo a Etxarri Aranatz. Acumula más de 600 actuaciones, en las que se ha granjeado una más que loable reputación. La calidad atesorada está más que probada con la obtención de galardones de primer nivel. La nómima de distinciones se revela, entre otros, con el Primer premio del programa Ahotsak de ETB ( 2019); Premio a la mejor interpretación en polifonía; Premio a la mejor interpretación en folklore y Gran Premio en el Gran Premio Nacional de Canto Coral en 2016; Cuatro primeros premios (1974, 1976, 1982 y 2015), 2 segundos (1973 y 1978), 4 terceros (1980, 1983, 1989 y 2007) y premio del público (2007) en el Certamen de Ejea de los Caballeros (Zaragoza); Primer premio en Autol (1994); Primer premio (1995); segundo premio y premio a la mejor interpretación de obra marinera en el Certamen de San Vicente de la Barquera (2013); Segundo premio en el Certamen de Bilbao (1977); Segundo premio en el Certamen Antonio José de Burgos (2007); Certamen Internacionalde Torrevieja, tres primeros premios (1976, 1982 y 1996) y segundo (1975); Certamen Internacional de Tolosa, primer premio en voces blancas (1973). CONCIERTO DE 'GRANDES HITOS' Semanas atrás, dentro del programa de su 50 aniversario, la formación dirigida por Alicia Armendáriz ofreció un concierto bajo el título de Grandes hitos. Supuso un repaso a piezas que definieron su devenir. En su presentación quedó señalado el tributo dedicado a quienes se sucedieron en su evolución: “Con el proyecto Grandes Hitos, la coral de Etxarri Aranatz pretende hacer un recorrido por aquellas obras que han marcado momentos muy importantes en su andadura o que han sido referente del coro durante muchos años. Asimismo busca homenajear la labor de todos los coralistas que han formado parte de ella a lo largo de estos 50 años y el esfuerzo y sabiduría de los directores que la han guiado, enseñando su potencial y mostrándole un camino de trabajo y de éxito a partes iguales”. La parroquia de Nuestra Señora de la Asunción acogió el evento, protegido con las medidas de seguridad en este período de pandemia. Los asistentes no pudieron sino significar una vez más la categoría de una formación que mantiene viva la tradición del canto y es fuente de alegrías que hacen sentirse orgulloso a todo un pueblo. “El reto es volver a la normalidad y retomar proyectos que no se han podido llevar a cabo por esta maldita pandemia”. No hay mayor interés en la gestión municipal liderada por Silvia Marañón Txasko, alcaldesa de Etxarri Aranatz a sus 52 años de edad. La localidad permaneció confinada un mes justo cuando se derogó el estado de alarma. Todos los alcaldes muestran su preocupación con las no fiestas. Estamos preocupadísimos. En nuestro caso además nuestra preocupación es por encontranos en agosto, cuando normalmente la gente se coge vacaciones y es más fácil la movilidad. Si alrededor no va a haber nada, tenemos miedo al efecto llamada que se pueda producir. Que alguien organice alguna cosa y eso se magnifique. ¿Se refiere al programa realizado por el ‘Gaztetxe’? Sí. Estamos muy preocupados. Preparamos una nota dirigida a los vecinos. ¿En ella qué se dice? Que hay que poner la salud por delante de todo. No nos queda más remedio que renunciar a las fiestas este año y hay que cumplir con las medidas que se han establecido por el Gobierno de Navarra por respeto a los demás y por responsabilidad. En esa nota el Ayuntamiento deja claro que no tiene nada que ver con esa programación y que no participa de ninguna manera ni en la preparación ni en su desarrollo. Se entiende su inquietud después de un tiempo duro para Etxarri Aranatz, ¿no es así? Estuvimos un mes con cierre perimetral. Fuimos el último pueblo de Navarra en salir del confinamiento. Nos llegó el pico más alto cuando se iba a poner fin al estado de alarma. Fue un mes difícil. En ese momento, a punto de acabar el estado de alarma, el cansancio era muy grande. ¿Cómo se encontraba el pueblo? El pueblo estaba muy nervioso. No llevamos bien el cierre. Al ser localidad cabecera, con la Escuela de Música y colegios comarcales, había personas que venían a Etxarri. Si a eso se añade que hay muchas otras que salen a trabajar fuera, había mucha movilidad. Fue una medida difícil de entender y asimilar por la ciudadanía. Y ahora, ¿qué tal está el estado anímico de los vecinos? Los vecinos están mucho mejor. Es verdad que estamos empezando a tener casos positivos pero la vacunación está muy avanzada. En los dos últimos años de legislatura, ¿cuáles serán los retos de Etxarri Aranatz? Recuperar la normalidad antes que nada. Muchos proyectos no se han podido llevar a cabo. Tenemos muchas ganas de normalidad y de retomar muchas cosas que se han quedado en el tintero por culpa de esta maldita pandemia. ¿Cuáles son esos proyectos? Estamos terminando un centro de transformación junto al matadero municipal y queda pendiente un proceso participativo sobre las fiestas. ‘¿Qué tipo de fiestas, cuántos días queremos que duren, qué queremos?’ Pensábamos en un proceso participativo largo. ¿Retomarán ese proceso? Tendrá un carácter diferente vista la situación vivida, pero sí. LAS FIESTAS A DEBATE Las fiestas han sido motivo de debate en Etxarri Aranatz en ocasiones anteriores. Valoraron, por ejemplo, las fechas. Al principio se puso el primer domingo de agosto, pero cuando coincidía con día 7 se atrasaban mucho y la gente no se quedaba. Se decidió que se iniciasen el sábado más cercano al 1 de agosto. ¿Qué se proponen con el proceso participativo? La duración de las fiestas estaría sobre la mesa. Igual la juventud pide más y las personas mayores, menos. Y el enfoque de las fiestas también es una cuestión a valorar. ¿Existe alguna otra iniciativa sin desarrollar? La actualización del Plan Urbanístico es un tema pendiente. No sé si será posible hacerlo esta legislatura. Como mucho, iniciarlo. También está pendiente mejorar el servicio en alta. Seguimos renovando todo el alumbrado público. Esperemos que para el final de legislatura tengamos todo el pueblo con Led. En el camping se prevén pequeñas remodelaciones, entre ellas, la instalación de placas solares. Tienen un potencial turístico con los atractivos naturales de que gozan. Años atrás, pusieron una restricción al paso de vehículos de visitantes en determinados parajes. La restricción de coches es por respeto a la naturaleza. En la época de setas y hongos la entrada de vehículos era un poco exagerada. Los residentes en Etxarri Aranatz sí pueden pasar. Pagan 10 euros cada cinco años y se les coloca una pegatina en el coche. Ayuntamientos y valles de fructificación micológica abundante tienen sus ordenanzas. ¿Piensan aprobar alguna? De momento no lo vemos necesario. Con la regulación de los coches creemos que la situación está controlada.

Etxarri Aranatz, la senda de la historia

La GR 323, habilitada sobre el antigua calzada de arrieros en Sakana, ensancha la red de recorridos naturales de que goza Etxarri Aranatz, que abona con primor las raíces de sus tradiciones

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