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Ola de incendios

Los héroes de Sendaviva

Fue toda una prueba ‘de fuego’ la que vivió hace una semana el parque de Arguedas, superada por sus empleados. En apenas unos 40 minutos evacuaron a sus más de 2.500 visitantes. Además, trasladaron a 70 de sus 800 animales

Ampliar Rubén González, gerente; Javier Elía, responsable de Flora y Fauna; Rubén Gimeno, responsable de operaciones; y Jaiver Alonso, responsable de mantenimiento
Rubén González, gerente; Javier Elía, responsable de Flora y Fauna; Rubén Gimeno, responsable de operaciones; y Jaiver Alonso, responsable de mantenimientoBLANCA ALDANONDO
Publicado el 26/06/2022 a las 06:00
El parque Sendaviva de Arguedas vivió el sábado 18 de junio las horas más críticas de sus casi dos décadas de andadura. El incendio iniciado en Aguilares, y que dañó parte de esta instalación abierta de 120 hectáreas de extensión, puso más que a prueba a sus responsables y empleados. Una prueba ‘de fuego’ a la que hicieron frente evacuando a los más de 2.500 visitantes que se encontraban en el recinto en menos de una hora, sin tener que lamentar ninguna desgracia personal, y decidiendo trasladar a entre 60 y 70 de los más 800 animales de 200 especies diferentes que alberga. De todos ellos, fallecieron 12 por el estrés.
El gerente del parque, Rubén González, una semana después, recuerda la dura jornada vivida y las medidas que se fueron adoptando ante la rapidez con la que se propagaba el fuego, no sin antes mostrarse “superorgulloso” de todos los empleados de Sendaviva y agradecerles su labor porque la actuación que se llevó a cabo “fue un éxito”.
HORAS CRÍTICAS
Y es que fue sobre las 15.20 horas cuando a la zona del Bosque del parque -la más afectada- estaba llegando ya el humo del incendio, cuando González dio la orden del desalojo del parque, activándose los protocolos de evacuación. Para ello, se lanzaron mensajes en clave por megafonía que solo entendía el personal para evitar situaciones de pánico -había unos 250 de los alrededor de los 270 empleados, entre directos e indirectos, con los que cuenta Sendaviva-. La evacuación terminó en unos 40 minutos, momento en que todos los visitantes y la mayor parte de los trabajadores, en total unas 3.000 personas, ya estaban fuera del parque. Además, mientras se producía “la misión principal” de desalojo de personas, comenzaron a llegar bomberos, Policía Nacional, Guardia Civil y Protección Civil, y se evacuaron las aves rapaces del recinto, abriendo también los aspersores de riego de las instalaciones de los animales y, después, los recintos de los herbívoros para que se pudieran mover dentro del parque. Posteriormente, y tras decidir el regreso de unos pocos trabajadores, también se trasladaron animales exóticos.
A partir de ahí, quedó una larga y preocupante tarde noche para contener en distintas zonas del parque un fuego en el que “no decidíamos qué salvar sino que las palabras que usábamos eran: ‘Vamos a intentar defender algo”, dijo González.

Rubén González Martínez de Morentin,  gerente: “Sabemos que nos vamos a sobreponer”

Rubén González reconoce que en un principio no creyó que el fuego fuera a entrar a Sendaviva y, dada la rapidez del incendio, se mostró convencido de que “la parte del parque que se ha salvado es porque el fuego pasó por encima”.
Añade que su mayor preocupación inicial fue pensar en las personas que había en Sendaviva. “Está muy bien tener un plan, hacer simulacros, pero luego hay que tener la sangre fría para ejecutarlos, y lo más importante es que ha sido un éxito. Además, reaccionamos a algo que nos vino de fuera del parque”, señala, al tiempo que reconoce que la situación vivida fue “de mucho estrés” e impotencia ante el fuego. En este sentido recuerda momentos como cuando, sobre las 19 horas, se incendió “la zona del pueblo con una virulencia tremenda”, o cuando durante toda la tarde y parte de la noche del sábado, junto con el responsable de bomberos, daban continuamente vueltas por el parque “para ir coordinando a los equipos que había aquí”.
Como anécdota, explica: “Sobre las 2.30 horas, cuando ya solo quedamos el responsable de bomberos, los de mantenimiento y fauna del parque y yo, metimos a los tigres y leones en sus instalaciones, ya que hasta entonces estaban en exhibición de pradera”.
“El domingo, muy cansado y sin dormir, seguía viendo todo muy negro. En ese momento no estás pensando en qué hacer mañana, sino en que los animales estuvieran en perfectas condiciones y en ver cómo empezar a saber qué demonios nos ha pasado. Y ya te das cuenta de que no ha habido desgracias humanas, que es lo más importante. Se ha quemado hierro, madera... eso es dinero. Ya sabíamos que íbamos a contar con el apoyo de todo el mundo para intentar abrir cuanto antes”, indica. Insiste en que lo que más le emociona es el orgullo que siente por la labor realizada por los trabajadores de Sendaviva, y también agradece “la de otros organismos que nos ayudaron”.
González dice que tras haber superado la pandemia “consiguiendo que el año pasado fuera uno de los mejores del parque, sabemos que nos vamos a sobreponer también a esto”. “Ahora, lo más importante es que en el menor tiempo posible Sendaviva vuelva a ser lo que era”, señala.
Sobre los bulos en redes sociales, diciendo, entre otras cosas, que estaban matando a animales para que no se quemaran, pide que “se fíen de los comunicados del parque”. “Con las redes sociales tenemos un problema. Se estaban, de alguna manera, diciendo absolutas barbaridades y no hay que prestar atención a esos comentarios, porque piden pruebas pero no las dan”, comenta.

Javier Elía Guindo, responsable de flora y fauna: “La situación el día del incendio fue dantesca”

Javier Elía, responsable de Flora y Fauna del parque, tenía fiesta el día del incendio y se encontraba en Zaragoza. Al conocer la situación, volvió rápidamente “porque había que evaluar si teníamos que sacar animales del parque o no”. Para cuando llegó, compañeros de su equipo ya habían sacado a las aves rapaces: “Entonces, estando el fuego cerca aunque en principio no parecía que iban a tener peligro, decidimos desalojar a otros animales de la plaza de exóticos, tortugas, monos, serpientes, loros...”, señala. En principio, se trasladaron a una nave de un trabajador del parque en Arguedas, “a donde estaban llegando también el resto de componentes del equipo que estaban de fiesta ese día”. “Después decidimos no evacuar a otros como dromedarios o búfalos, porque en sus praderas no pasaba nada”, señala. Posteriormente les dijeron que el fuego estaba llegando a la zona de la nave donde habían llevado a rapaces y exóticos, y les habilitaron la campa de un taller cercano para llevarlos. “Nos tuvimos que volver a reorganizar. Nos ofreció mucha gente naves y cosas, pero, por ejemplo, para las aves zancudas grandes necesitábamos un sitio determinado”, dice.
Finalmente se distribuyeron entre la plaza de toros de Tudela, la finca de la empresa de Eduardo Burgaleta y La Corraliza. “Colaboraron voluntarios y varios centros que se ofrecieron a recoger los animales”, dice. “Solo queríamos llevarlos a pasar la noche y, para las 9.30 o 10 horas del domingo, ya estaban todos otra vez en el parque”, comenta Elía, quien añade que, el día del incendio, “la situación era dantesca” en el parque. Reconoce que ese día, sobre las 20 horas, fue también a la zona del Bosque, viendo que los osos, linces y lobos estaban bien. “Se lo dije a 15 empleados bajo mi coordinación porque ese era el ánimo que necesitaban. Hubiera sido desmoralizador que hubieran muerto algunos de esos animales”, explica.

Rubén Gimeno Fernández, responsable de operaciones: “Ha servido para ver lo unidos que estamos”

Rubén Gimeno era, el día del incendio, responsable de día del parque, y reconoce que vivieron momentos “muy difíciles, pero también tengo que decir que los trabajadores estábamos muy preparados ya que durante años llevamos haciendo simulacros y, en general, estamos satisfechos porque la evacuación salió muy bien”. “Supimos mantener la calma y ayudamos a los visitantes, teniendo en cuenta, además, que había muchos niños. En la zona del Bosque, la más afectada y la primera que desalojamos, había personas con movilidad reducida y se sacaron unas sillas de ruedas para evacuarlos y llevarlos al exterior por la zona de proveedores. Desalojarla fue difícil, y se hizo de forma escalonada y en menos de 15 minutos”, comenta. Añade que solo atendieron por ansiedad a dos trabajadores “que habían mantenido la calma hasta que vieron que todo el parque estaba ya evacuado”.
Gimeno recuerda que tras desalojar a todas las personas abrieron los recintos de los animales herbívoros “y la senda de los exóticos, que no son peligrosos -unos 60 entre ciervos, cebras, gamos, etc.-, para que pudieran moverse con más tranquilidad dentro del parque, aunque no se van muy lejos de sus propios recintos”. Mientras tanto, en el Bosque, donde hay 4 osos, entre 10 y 15 lobos y 3 linces, se encendieron los aspersores que hay distribuidos por los vallados “y con las mangueras que tenemos mojaron todo lo que pudieron, lo que sirvió para que no llegara allí el fuego”, comenta. No valoraron trasladar a los tigres y leones porque también sus recintos tienen aspersores “y sabíamos que era muy difícil que llegara allí el fuego”, explica Gimeno, quien reconoce que “se nos fue un trozo de nosotros cuando vimos que ardía el parque”. No obstante, mirando en positivo, dice que lo ocurrido ha servido a los trabajadores “para darnos cuenta también de lo unidos que estamos”.

Javier Alonso Osuna, responsable de mantenimiento: “Parecía imposible que pudiera pasar algo así”

Javier Alonso, responsable de Mantenimiento, también estaba de fiesta el día del incendio. “Aunque siempre estoy de guardia y cuando lo supe fui al parque porque tenía allí tres personas de turno y, como responsable, tengo que estar con ellos”, indica, al tiempo que reconoce que “parecía imposible que pudiera pasar algo así”.
Explica que durante esa agotadora jornada -salió de Sendaviva a las 14 horas del domingo- : “Iba acompañando a los bomberos, ya que controlo el parque”. “Hubo que romper vallas, y les decía por dónde tenían que hacerlo; hubo que cargar agua, y se hizo de los hidrantes del propio lago...” comenta. Añade que el fuego fue avanzando en distintas partes de Sendaviva. “Y cuando vimos con los bomberos que había prendido a la zona del Pueblo y de Estación, desconecté la luz de alta tensión de los transformadores y de las líneas de esa zona porque, en caso de arder, podían explotar los transformadores. Luego Iberdrola también quitó la luz , y tras esas labores estuvimos de ronda toda la noche, en la que prendió algo, pero ya eran pequeños focos. Después estuve reponiendo bombas de agua, haciendo pequeños trabajos de conexiones y la luz general se recuperó sobre las 12 horas del domingo. Encendimos los generadores, pero solo mantuvimos el de la zona de granja porque en el resto aún podía haber fuegos”, señala, al tiempo que indica que cuando llegó a la zona del Pueblo es cuando pensó “que podía quemarse el parque”, y agradece el trabajo de los empleados de su equipo. Considera “una tristeza muy grande” lo ocurrido aunque, “afortunadamente no ha habido ninguna desgracia personal y, los animales, lo mínimo”. “La labor que hicieron fue muy buena, no puedes pedir más”, señala.
Comenta que el hijo de un vecino suyo, de 7 años, le dejó en su buzón una carta con un dibujo de unos lobos, mostrando su alegría porque se hubieran salvado del fuego. “Casi se me saltan las lágrimas. Lo hemos puesto en el tablón de anuncios del parque y ayer estuve con el niño y se lo agradecí”, dice.
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