Suceso
Padre del menor atendido por posible anafilaxis: “Le dolía la tripa y de repente se desmayó”
El padre reconocía que no sabían muy bien en qué momento había podido entrar en contacto el niño con el alérgeno

Publicado el 06/06/2022 a las 20:30
Al niño le detectaron la alergia (en principio, al cacahuete) en un primer episodio grave vivido hace dos años, cuando tenía 7. En aquel momento, recordaba este lunes su padre, se asustaron, porque se enrojeció y hablaba “como sin aliento”, manifestando dificultad respiratoria. Una vez atendido en Urgencias, calmaron su reacción y comenzaron su tratamiento como paciente de Alergología, la unidad especializada del Hospital Universitario que detecta qué alimentos, sustancias o productos pueden provocar la alergia, así como los tratamientos para evitar las consecuencias más graves, como la asfixia.
“Nos han hecho seguimiento y nos recetaron plumas de adrenalina, que tenemos que inyectarle al crío si vemos que se repite una situación así”, contaba su padre. En dos años, nunca han tenido ningún susto. Hasta el domingo. “Estábamos en el pueblo (Miranda de Arga) y la hija mayor se quedó en casa estudiando. Salimos mi mujer, el hijo, que ahora tiene 9 años y yo a tomar el vermú”. Como ya habían hecho en otras ocasiones, lo que se eligió el menor poco tenía que ver con los frutos secos. Su elección fue un frito de pimiento. Pero fue poco después de tomarlo cuando comenzaron los problemas. “Empezó a quejarse de que le dolía la tripa y al poco tiempo, de repente, se desmayó”. La familia reside en Pamplona y no llevaban consigo la pluma, pero los síntomas que observaban en el pequeño cada vez parecían apuntar más a una reacción alérgica. “Se puso muy rojo”. Llamaron al 112 y rápidamente se activó la atención médica, que este hombre califica de “extraordinaria”.

“Quiero dar las gracias a todos los que intervinieron. Tenemos unos profesionales y un sistema de salud excelente”. Le inyectaron adrenalina y solicitaron un helicóptero que completó el traslado del menor hasta Pamplona, cuyo estado de salud fue mejorando por momentos “Le costaba respirar y hablar, pedía dormir”. La respuesta de sus constantes vitales era buena y las sucesivas pruebas que le fueron practicando., ya en Pamplona, fueron positivas. “Le han dado medicación para un par de días y hoy le hemos dejado sin ir al colegio, pero ya está mucho mejor. Ha dormido bien, sin dolor”. El padre reconocía que no sabían muy bien en qué momento había podido entrar en contacto el niño con el alérgeno, o si la reacción se había producido por otro motivo. “Ha sido un susto muy grande”.