Esteribar, un valle en reactivación

Volver a la normalidad previa a la pandemia. Es algo deseado, un destino hacia el que se van dando pasos, unos grandes y otros pequeños. Como en el resto del mundo, es la realidad a la que se enfrentan a diario los vecinos del valle de Esteribar. Un extenso y diverso territorio a caballo entre la comarca de Pamplona y el Pirineo que, con 28 poblaciones y 2.726 habitantes, se encuentra inmerso en un segundo verano en pandemia que aspira a parecerse poco al de 2020 y a marcar el camino de la reactivación. Buena muestra de ello son la multitud de actividades organizadas para dotar de vida y alegría las calles y plazas. “Vecinos, asociaciones e instituciones están con ganas de poner en marcha el valle, aunque esta quinta ‘ola’ del coronavirus está limitando un poco las expectativas. El verano pasado estuvo todo muy parado”, asegura Matilde Añón Beamonte, alcaldesa de Esteribar. La agenda es amplia. Por una parte, se han retomado los campamentos de verano municipales para niños de 4 a 12 años en Zubiri y Olloki. De diversa tipología, incluida la inmersión en inglés con el CNAI, “han completado sus plazas”. Además, se promovió un campamento de hípica para adolescentes. Asimismo, parte del presupuesto de las ‘no fiestas’ (unos 10.000 euros) ayuda a afrontar una agenda cultural municipal de verano ambiciosa, que incluye talleres creativos, magia, exposiciones, conciertos, globoflexia, etc., y que recorre el valle de norte a sur. Pero no solo el consistorio impulsa actividades. El Concejo de Eugi, por ejemplo, trabaja en un ciclo cultural para niños y mayores. El grupo de danzas de Eugi propone cursos de danza gratuitos en agosto en varios pueblos. Los jóvenes de la Esteribarko Gazte Asanblada realizarán cinco proyecciones de cine en otras tantas localidades. La nueva asociación de personas jubiladas de Olloki ha organizado varias excursiones culturales... TURISMO TODO EL AÑO ‘Destino Esteribar’ es la nueva marca turística del valle, que busca mostrar de una forma estructurada su oferta y desestacionalizar la llegada de visitantes. Una apuesta liderada por la asociación empresarial y turística Nafar Basoak, que firmó un convenio con el Ayuntamiento en pos de desarrollar un turismo sostenible, y que aglutina a 34 socios. “Son el 68% de las empresas de servicios del valle”, ratifica Fernando Goñi Erice, presidente de la entidad y director del hotel Quinto Real de Eugi. En este segundo verano en pandemia, el turismo sigue sin despegar. “Aquí agosto es el mes más fuerte, pero parece que la gente anda aún con miedo de que cierren fronteras o de encontrarse con multitudes”, afirma Goñi. No obstante, añade que “si bien el Camino de Santiago flojea más, en el turismo rural y de naturaleza la tendencia es buena”. “Estamos mejor que en 2020, pero no como en 2019”, asegura, y recuerda que otras temporadas potentes de trabajo son “el otoño y los puentes”. Para potenciar Esteribar como destino turístico, el consistorio y Nafar Basoak han impulsado desde 2018 el espacio de BTT-Trail ‘Eremua’, que ya suma 22 rutas y unos 280 km aptos también para senderismo, convirtiéndose asimismo en una oportunidad para el disfrute de los vecinos. Por Esteribar discurre el Camino de Santiago, pero en este Año Jacobeo la afluencia está siendo discreta. Así lo asegura Mª Eugenia Lizarraga Lacalle, responsable del albergue Zaldiko de Zubiri. “Abrimos en mayo, cuando decayó el Estado de Alarma, y en junio se vio cierta alegría en el paso de peregrinos. Pero ahora, con esta quinta ‘ola’ de la pandemia, está empezando a bajar la cosa. Llegan cancelaciones, pues hay más gente contagiada o aislada, más países que piden cuarentena a sus habitantes si vuelven... Y todo eso frena”, asegura. “Ojalá pueda volver el espíritu del Camino, el de compartirlo con las personas”, añade. EXCAVACIONES Y VISITAS Este verano también vuelve la ‘vida’ a la Fábrica de Armas de Eugi. Tras el parón de 2020, se lleva a cabo una nueva campaña de excavación en este recinto. Promovida por el Concejo de Eugi y financiada mediante un convenio con Magna, la protagonizan 9 jóvenes del valle liderados por los arqueólogos Paco Labé y Ana Carmen Sánchez. “Se realizan además visitas guiadas gratuitas a este espacio los jueves y domingos por la mañana, previa reserva”, resalta Irati Zurbano Zuazu, de 24 años y de Elía (Valle de Egüés), quien este verano gestiona el centro de referencia de Eugi ‘Olondo’. Se ha reabierto tras varios meses cerrado y “con vocación de que vuelva a funcionar todo el año”, según explican desde el Concejo que preside Unai Seminario Gurbindo. En Olondo, entre otros elementos, se muestran piezas arqueológicas procedentes de las excavaciones. Matilde Añón Beamonte, profesora de 57 años, lidera el consistorio de Esteribar. Un extenso y diverso valle integrado por 10 concejos y 18 pueblos tutelados. ¿Cómo ve el valle de Esteribar tras año y medio de pandemia? Hemos aprendido a valorar más las zonas verdes y el contacto con la naturaleza, algo que tenemos tan a mano. Y si bien este verano no se ha dado esa masificación de visitantes como la de 2020 tras el confinamiento, el interés por zonas rurales como esta sigue, pues aquí ha crecido la venta de fincas rústicas y urbanas para cultivar, construir o emprender negocios. ¿Ha afectado esta crisis a la economía del Ayuntamiento? El consistorio está saneado y ha podido afrontar todos los gastos que han surgido. Además, se recibieron fondos extraordinarios del Gobierno. Hubo menos ingresos el año pasado por los cierres de la escuela infantil o el polideportivo, pero la cosa se va regularizando. En los últimos meses se han puesto en marcha diferentes infraestructuras: local dotacional de Zuriain, cierre del frontón de Olloki, sala polivalente en el consistorio en Zubiri... ¿Qué viene ahora? Es inminente la apertura de la cafetería-tienda de Olloki. Una dotación muy demandada por el vecindario de la que es la principal población del valle (más de un millar de vecinos). ¿Y en qué otros proyectos se trabaja? Ahora estamos centrados en dar salida a cuatro grandes proyectos necesarios y con los que el valle ganaría mucho: dotarnos de vivienda, un centro de mayores, un parque empresarial y una casa de cultura. ¿Cuál es la necesidad de vivienda? Hemos realizado una encuesta al vecindario y unas 65 personas han manifestado interés en comprar o alquilar vivienda en los próximos años en el valle. Ayudaría a fijar población, pues muchos son jóvenes. Estamos hablando con Nasuvinsa, que tiene parcelas para VPO y VPT de compra en Zubiri, localidad donde también el Gobierno tiene las casas de camineros vacías que se podrían recuperar, en este caso para alquiler social. El consistorio también realizó encuestas a mayores. Así es. Y se detectó que 52 personas demandarían disponer de un centro de mayores del que carecemos. Aspiramos a contar con una pequeña residencia que, a su vez, pueda tener un centro de día. Toca buscar financiación y valoramos que se nos pueda ceder alguna casa de camineros. ¿Y en qué se concreta el proyecto de parque empresarial? Es una necesidad que contempla el ayuntamiento desde hace años, pero que no ha cuajado. Es una tarea pendiente. A través de una tercera encuesta, 25 personas (12 mujeres y 13 hombres) indicaron su interés en disponer de una nave o local para sus actividades, todos del valle. No hablamos de un gran polígono, sino de un parque para pequeñas y medianas actividades, al estilo de los que hay en Francia. Barajamos como ubicación terrenos junto a la gasolinera de Zubiri. ¿Y la casa de cultura? Es el cuarto gran reto de esta legislatura. Aspiramos a que se ubique en Casa Apolonia, junto al Puente de la Rabia de Zubiri. El proyecto ya fue seleccionado dentro del V Concurso de arquitectura Richard H. Driehaus, que financiará la redacción del proyecto. Pero para la obra necesitaremos apoyo económico. ¿Qué otras demandas plantean desde Esteribar al Gobierno de Navarra? Sobre todo en materia de transporte colectivo, pues solo disponemos de una línea de autobús diaria que además no llega a muchos de los pueblos, y de movilidad sostenible; nos gustaría contar con un carril ciclable o peatonal junto a la N-135 para conectar mejor las poblaciones. También reclamamos, en este caso más a la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, ampliar el parque fluvial del Arga hacia el norte; hoy llega hasta Irotz. Y, por supuesto, que la banda ancha llegue a todos los pueblos y, muy especialmente, que se mejore la cobertura de telefonía móvil, pues tenemos aún zonas donde no la hay, y es un gran problema para vecinos y para turistas.

Esteribar, un valle en reactivación

Multitud de actividades aspiran a dotar de vida y alegría a los pueblos de Esteribar en un segundo verano en pandemia donde el turismo y el Camino de Santiago no acaban de despegar

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