Turismo
Los 'souvenirs' que compran los turistas en Pamplona por zonas del mundo
No hay viaje sin ‘souvenir’ ni ciudad sin tiendas de recuerdos. En Pamplona, estos comercios se concentran en el recorrido del encierro. Sus ventas han evolucionado desde sus inicios y cada cliente demanda un artículo acorde con su lugar de procedencia

- Puy Portillo
Pocos turistas extranjeros, incluso nacionales, abandonan Pamplona sin un objeto que guardar como recuerdo de su viaje. El negocio del souvenir se concentra en el corazón de la ciudad. Es en el recorrido del encierro donde más escaparates a rebosar de camisetas blancas, botas de vino, postales y llaveros se agrupan. Su ubicación es tal porque se trata de la primera ruta que transita la mayoría de los visitantes nada más poner un pie en la ciudad.
Olentzero, Souvenirs Estafeta o Souvenirs Echeve son algunos de los comercios que se dedican desde hace décadas a la venta de este tipo de regalos, con productos pensados tanto para el foráneo como para el de casa. Todos ellos ratifican que los meses de julio y agosto son los más fructíferos del año. “Algunos días de agosto podemos llegar a recaudar lo mismo que en una jornada de San Fermín”, asegura Richard Echeverría Martínez, dueño de Souvenirs Echeve, situado en Mercaderes.
El perfil del cliente que más dinero deja en caja ha ido evolucionando con los años. Mientras que hasta hace 25 era el estadounidense quien más demandaba una bota de vino de Las Tres Z.Z.Z. y otros productos de calidad, ahora no invierte más de tres euros en imanes, pines o llaveros, igual que el visitante australiano. Sin embargo, el turista latinoamericano -desde hace tres años cada vez más numeroso y de mayor poder adquisitivo- va al alza en cuanto a calidad del artículo que solicita.
También antaño era más habitual contar con una clientela fija extranjera que venía a Pamplona cada San Fermín. No obstante, todavía quedan grupos de estadounidenses y franceses que de cada visita se llevan un recuerdo coleccionable, como un pin o una camiseta serigrafiada con el cartel oficial de las fiestas de cada año.
El resto de foráneos que visitan Pamplona en San Fermín apenas gastan más de 5 euros en recuerdos baratos de la fiesta. Pero salvo esas fechas, los demás meses del año las maletas de los turistas se llenan de otros souvenirs, acordes con cada cultura y manera de viajar, como puede verse en la parte superior de estas páginas.
LOS GIGANTES, LOS ‘REYES’
Algunas preguntas habituales entre los extranjeros cuando entran a uno de estos establecimientos recaen en las figuras de los gigantes: “¿Qué son?”, “¿cuánto miden?”, “¿cómo bailan?”. “Depende de qué cultura procedan, es muy complicado de explicárselo, pero les resulta muy curioso”, argumenta Maider López Lima, copropietaria del establecimiento Olentzero. Algunos dependientes, para salir de la perplejidad de estos clientes, no dudan en enseñarles desde la pantalla del ordenador o el teléfono móvil un vídeo de la Comparsa en acción.
Los gigantes de goma, según coinciden todos estos comercios, son su producto estrella. Cada vez más conocidos en el resto de España, son los que les mantienen durante el resto del año y cuyas ventas se disparan en cada San Fermín por petición de los niños de Pamplona y de otros puntos de Navarra.
Así como los gigantes son los ‘reyes’ en las ventas durante todo el año, lo eran con ellos volúmenes sobre Navarra y Pamplona. Sin embargo, ahora estos ejemplares escasean en los estantes y no por voluntad de los vendedores. “Hay una carencia muy importante de estos libros en lengua inglesa -señala Maider López-. Han cerrado editoriales como Everest y Escudo de Oro y no tenemos un libro de Pamplona y de Navarra en condiciones”.
CAMBIA EL MODO DE VIAJAR
El modo de viajar por el mundo ha evolucionado en las últimas décadas, propiciando con ello un cambio en el modo de comprar recuerdos. “Tanto el turista nacional como el internacional ahora sale más. Antes te ibas de vacaciones una vez al año, pero ahora las salidas son más frecuentes, por lo que la mayoría de las veces compras solo un pequeño detalle en cada viaje”, argumenta Richard Echeverría, quien también apunta que, en los últimos años, la venta de figuras de San Fermín y del escudo de Pamplona ha descendido.
No obstante, la variedad de souvenirs que ofrecen estas tiendas no ha cambiado en mucho tiempo y, aun con la crisis, los artículos que llevan décadas en sus escaparates se siguen reponiendo. La hija de Eugenia Echeverría Martínez, de Souvenirs Estafeta -negocio con 62 años a las espaldas-, asegura: “Toda la vida he visto los mismos tipos de regalos”. Su madre responde: “Te pueden cambiar las ilustraciones de algún artículo, pero se siguen llevando prácticamente lo mismo”.
A pesar del paso del tiempo y las transformaciones en los hábitos del turista, algún recuerdo siempre cae en el bolso de viaje.
El latinoamericano
La bota de vino. Para los visitantes latinoamericanos, especialmente los mexicanos. Mientras que hace unos años era el estadounidense el que más demandaba la bota de calidad, ahora lo es el sudamericano con un nivel socioeconómico alto o medio-alto.
Precio: varía mucho dependiendo de la marca y del tipo de bota. Una clásica recta de 1 litro de la casa Las Tres Z.Z.Z. cuesta 29,90 euros.
El europeo nórdico
Artesanía y tradición. Para los nórdicos, objetos artesanos como vasija y tallas de madera. Este turista no busca la figura del toro ni la imagen de San Fermín, como sí lo hacen los europeos del sur. Cuando viajan, los europeos del norte buscan lo más propio de cada pueblo, una representación de un monumento o algo rústico tallado a mano. “Son más caprichosos que otros clientes y les interesa mucho la simbología”, declara Maider López, copropietaria de la tienda Olentzero.
Precio: una caja tallada como la de la imagen, en torno a 30 euros.
El norteamericano y australiano
Imán, llavero, figuritas de temática taurina y sanferminera, vaso de chupito, etc. Principalmente, el turista que viene a vivir los Sanfermines. Durante el resto del año, de cualquier nacionalidad, aunque de manera mayoritaria el visitante norteamericano y el australiano. “Les gusta comprar pequeños detalles para la familia”, comenta Richard Echeverría, de Souvenirs Echeve.
Precio aproximado: de 1 a 4 euros.
El nacional
Gigantes de goma. Para los turistas nacionales. “Las figuras de los gigantes están en auge en muchos puntos de España. Nosotros, por ejemplo, estamos trabajando ahora con unos ayuntamientos de Soria que quieren crear los suyos propios”, cuenta Maider López, del establecimiento Olentzero. Además, la crisis ha propiciado que muchos navarros con niños hayan emigrado a otros países a trabajar, y con ellos se llevan su cultura, entre la que se encuentran los gigantes. Se trata del producto estrella para el negocio de souvenirs en Pamplona. Precio: en torno a los 12 euros la unidad.
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