Ocio
La Carpa Universitaria, “hasta que Dios diga”
El Club Deportivo Amaya acogió este viernes la edición de primavera de la tradicional fiesta universitaria. Veinte barras avituallaron a más de seis mil asistentes
- Javier Estévez
- Javier Estévez
A pesar de ser viernes, la jornada tuvo poco de lectiva y mucho de festiva debido a la celebración de la Carpa Universitaria. Entre seis mil y siete mil jóvenes, según la organización, abarrotaron el parque de la Media Luna y el Club Deportivo Amaya para festejar el comienzo del fin del curso universitario, que concluirá con unos exámenes para los que algunos estudiantes, como Andrea Rivas Olloqui, que cursa el grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en la Universidad de Zaragoza, solicitan ayuda divina: “Si Dios quiere, acabaré el curso a principios de junio; si no, en julio”. El número de barras universitarias ubicadas en el recinto deportivo aumentó esta edición a veinte, seis más que en la última Carpa, y el 25% de la recaudación por los vasos fue destinado a la Asociación de Esclerosis Múltiple de Navarra.
Un torneo de mus y un almuerzo con opciones para personas veganas y celiacas marcaron el inicio del evento a las 10 horas. Aun así, fueron muchos los jóvenes que decidieron esperar unos minutos más y bajar al recinto en un grupo dirigido por la charanga Wesyké, banda que, al igual que en la Carpa del pasado mes de noviembre, se desplazó desde Arnedo (La Rioja) para amenizar la fiesta. La organización hizo coincidir su llegada con la apertura de dos actividades: la cama elástica con barredora y los gladiadores. A las 12.30 horas, la música se apoderó del escenario instalado en el patinódromo del club deportivo. Los estudiantes que se animaron a participar en un karaoke, el grupo pamplonés de rock y punk Lo Blanco del Jamón, el dj bilbaíno Gorka Pérez y el grupo de djs de Bámbola pusieron banda sonora al evento hasta su cierre, en torno a las 5 horas de esta madrugada. Aunque no todos los asistentes apuraron la fiesta hasta el último minuto. “Seguiremos hasta que Dios diga”, anunciaba a última hora de la mañana Natalia Pérez de Zabalza Altuna.
VOLUNTARIOS CONTRA LOS RESIDUOS
Desde la edición de otoño de 2019, estudiantes de la Universidad Pública de Navarra participan en la recogida de residuos en los accesos al parque de la Media Luna y al Club Deportivo Amaya. Una labor que no sólo facilita el trabajo a los empleados del servicio de limpieza del Ayuntamiento de Pamplona, sino que también permite a los jóvenes disfrutar de la fiesta desde una perspectiva diferente. “Mientras repartimos bolsas de basura, hablamos con la gente, que es supermaja”, expresaba Imanol Rodríguez Imirizaldu, alumno de tercer curso del grado en Historia y Patrimonio que recorrió junto a su compañero Iker Yoldi Hualde las inmediaciones del parque donde se aglutinaron los universitarios. Ambos valoraron muy positivamente que el público haya adquirido conciencia sobre un problema que se presenta en todas las ediciones de la Carpa, aunque consideran que este sería menor si el número de voluntarios aumentase: “Hay tanta gente que no damos abasto”, lamentaba Rodríguez.
PUNTOS DE SENSIBILIZACIÓN
La fiesta estuvo respaldada por dos espacios de concienciación sobre agresiones sexuales y enfermedades de transmisión sexual, instalados junto a la zona de acceso al recinto deportivo y gestionados por Cruz Roja Juventud y la Comisión Ciudadana Antisida de Navarra. “Está viniendo un montón de gente, tanto chicas como chicos, a sensibilizarse sobre los tipos de agresiones existentes y los protocolos implantados en la Carpa”, celebraba Ane Basterra Endemaño, técnica del proyecto Espacio Propio, impulsado por la institución humanitaria. En el puesto contra las enfermedades de transmisión sexual se repartieron productos de protección e higiene básica.