Paseo y pincho
Un pincho contando las horas para San Fermín
La plaza Consistorial y el reloj de la fachada barroca encandilan a los turistas que visitan Pamplona. El ¡Viva San Femín!, La Galea y el Mol están ahí para completar la experiencia con una variada carta de pinchos, fritos, raciones y platos caseros

Publicado el 21/03/2023 a las 06:00
El placer de tomarse un café o una cerveza y un pincho contemplando la fachada barroca de la Casa Consistorial no tiene precio para los turistas que visitan Pamplona. La oportunidad de imaginarse la plaza a rebosar un 6 de julio, sentados en una terraza. Por eso, muchos camareros tienen la recompensa de una buena propina. El restaurante ¡Viva San Fermín!, el bar La Galea y el Mol bien conocen al turista que recala en la plaza Consistorial. Dos de los establecimientos participan además en la Semana del Pincho, que se celebra hasta el 25 de marzo.
Desde la cervecería restaurante ¡Viva San Fermín!, en la calle Calceteros, se domina toda la plaza. En los momentos tranquilos, a su dueño le gusta observar el ambiente, los grupos de turistas. Según el movimiento que haya, prevé si tendrá muchas o pocas personas a comer o a cenar. “Hacer turismo es salvador, es agradable. Vienen con alegría y predispuestos a disfrutar de la gastronomía”, señala Jesús. Es buen conocedor de sus gustos. “Piden los productos que ya conocen pero les gustan las recetas de aquí, el cordero al chilindrón, el estofado de toro, ensaladas, lubina, sepia... Pero la casquería no les va, no les ofrezcas oreja o rabo”, comenta este hostelero, que trabajó varios años en Estafeta, pero que siempre ha sentido predilección por la plaza Consistorial.

El local saltó a la fama gracias al programa de Chicote en 2018, una pesadilla televisa que resultó agobiante y de la que sus dueños intentan pasar página. Por eso en cuanto pudieron, cambiaron de nombre al establecimiento, de Maltea a ¡Viva San Fermín! Porque la esencia del local son las fiestas. “Como el bar es largo y estrecho, mi idea es convertir el restaurante en una réplica de la calle Estafeta en Sanfermines, con diferentes escenas de las fiestas”, comenta. El comedor está decorado con los escudos de las peñas. “La federación nos lo autorizó”, comenta. Habitualmente, el ¡Viva San Fermín! se presenta a la Semana del Pincho. “Es una dinámica que le gusta a la gente y a nosotros nos hace seguir aprendiendo”, comenta. Este año el cocinero Julio César ha hecho una brocheta de cochinillo ibérico macerado con sabores tropicales. “Fue una tormenta de ideas entre todo el equipo”, señala el cocinero.
La cafetería y restaurante La Galea también ha hecho un guiño a los turistas con su pincho. La creación del chef Juanma Martín se llama ‘Tarjeta de embarque’, una combinación de productos de los distintos continentes con un toque navarro. “Tenemos una hermosa barra de pinchos y también raciones de mar, de pescaíto frito, puntillitas, pulpo, tortillas de camarón...”, enumera. En 2022 Juanma Martín fue finalista de la Semana de la Cazuela. La Galea forma parte del Hotel Pompaelo Urban Spa y su nombre se debe a la torre construida en el siglo XI y que defendía el burgo de San Cernin. Sus restos están integrados en el establecimiento hotelero. “Entre semana tenemos muchos clientes de empresas y el fin de semana turistas. También nos visitan muchos peregrinos”, señala la directora, Pilar Legorburu. Entre sus atractivos, se encuentra el Skybar, la terraza situada en el ático, que abre al público viernes y sábados por la tarde-noche y que también se utiliza para eventos privados.

Mol (vino) es una palabra ya en desuso entre los chiquiteros pamploneses. Es el nombre “corto y sonoro” que le han puesto al bar situado en la plaza Consistorial número 2, en la esquina con la plaza de los Burgos. Así lo explica uno de sus socios, David García, hostelero con 30 años de experiencia y que también es afilador. “Tengo una furgoneta muy bien equipada. Le afilo los cuchillos a muchísimos hosteleros de Pamplona”, comenta. El bar Mol acaba de cumplir un año. “Estamos contentos porque además del turismo tenemos una clientela fija entre semana”, comenta David García. El pincho de anchoa relleno de txangurro, los sesos rebozados, la oreja y la croqueta de codillo son algunas de las delicias del Mol.
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