Edurne Lainez, en defensa del indefenso

Hace diez días que dio a luz a Aitana y desde la “locura” de un nuevo comienzo, de los vibrantes compases de la nueva maternidad, la abogada Edurne Lainez Jiménez analiza cómo ha avanzado la Justicia en Navarra durante estos últimos años. “Hemos evolucionado notablemente”, valora esta licenciada enDerecho por la Universidad Pública de Navarra.

Nacida un 22 de agosto de 1982, casada y madre de dos hijos, el mayor se llama Aimar, la primera pincelada de recuerdos se desliza hasta los 7 años de su niñez, cuando se creó el modelo judicial autonómico actual, el Tribunal Superior de Justicia de Navarra. “El TSJN proporcionó una serie de beneficios, entre los que destaca la cercanía a la hora de resolver los asuntos judiciales de los ciudadanos”, considera. “Uno de los cambios más relevantes fue la construcción de la nueva sede del Palacio de Justicia, que sustituyó al antiguo edificio que hoy acoge la sede del Parlamento. La nueva sede parecía un edificio funcional, con buena comunicación para llegar”, perfila. Otro de los hitos conseguidos –prosigue la letrada– ha sido el desarrollo tecnológico, como el caso del Portal de Servicios para el Profesional. Todo un modelo a seguir en otras comunidades. “Obviamente queda mucho por depurar, pero gracias a este sistema informático podemos estar en conexión con los procedimientos sin necesidad de recurrir exclusivamente al papel”. Asimismo, subraya “el gran trabajo del muy ilustre Colegio de Abogados de Pamplona para gestionar el servicio del Turno de Oficio, del que formo parte y del que puedo decir que todos los compañeros nos involucramos de lleno en la labor de defensa de las personas con mayor vulnerabilidad”.

La Justicia, concluye, es una competencia histórica que tiene Navarra como reino, y que desde las instituciones se debe seguir velando para que sea un organismo cercano a la ciudadanía.