Diario de Navarra acaba esta semana su cobertura especial para hacer un balance de los grandes temas de la legislatura y para debatir sobre los retos que nos plantean hacia el futuro. Esta semana se aborda lo relativo a la identidad navarra y la foralidad, asunto clave que se pondrá sobre la mesa por medio de artículos, opiniones de expertos, infografías y un foro de debate ‘DN en Vivo’
A esta legislatura que se agota le ha tocado acoger la celebración de un aniversario: los 40 años que ha cumplido Navarra con su régimen foral actualizado en democracia. El 16 de agosto de 1982 entró en vigor la Ley Orgánica de Reintegración y Amejoramiento del Fuero, conocida directamente como la Lorafna o el Amejoramiento. Pactada entre el Estado y la Comunidad foral, y modificada en dos ocasiones desde su origen, es la norma institucional básica de Navarra que actualiza sus derechos históricos dentro de la España democrática y constitucional.
A
nivel institucional, la efeméride se celebró primero el 28 de noviembre de 2022 con un acto conmemorativo en el Senado, donde la presidenta
María Chivite consideró que “ha faltado pedagogía” en las últimas décadas para que en el resto de España se entienda qué es el régimen foral. Un acto con algo más de medio centenar de asistentes, casi todos cargos políticos navarros.
No hubo representantes del Gobierno central. Tampoco de
Bildu.
Geroa Bai dijo que no acudiría como formación política, pero representantes institucionales de su sigla sí estuvieron. Geroa Bai encabezó las críticas a que el Ejecutivo foral llevara la conmemoración a Madrid antes que hacer un acto en Navarra. Éste se celebró en el Palacio de Navarra un mes después, el 23 de diciembre. De nuevo, sin representación del Estado. Tampoco de Bildu y Podemos. La celebración de los
40 años del Amejoramiento quedó eclipsada por las críticas de la presidenta Chivite en su discurso contra el freno del
Tribunal Constitucional al plan de Pedro Sánchez de realizar una reforma exprés del método de elección de sus magistrados. Uso partidario en el acto que criticaron UPN y PP.
El Amejoramiento ha cumplido cuatro décadas, por lo tanto, con una discreta celebración auspiciada por el Gobierno foral (incluso el exconsejero socialista José Antonio Asiáin llegó a catalogar de “desidia” la actitud del Ejecutivo de Chivite unos meses antes de los actos mencionados), desapegos nacionalistas y discrepancias entre constitucionalistas. Una mala noticia, por cuanto supone debilidad ante una tendencia que diagnostican los expertos: en la sociedad se está perdiendo la conciencia de la singularidad que confiere a los navarros su régimen foral histórico. Especialmente con el paulatino cambio generacional. No resulta fácil encontrar a jóvenes que sepan qué son los Fueros o que el Amejoramiento regula lo que caracteriza a la Comunidad foral, desde cuál es su capital y cuáles son sus símbolos, a sus instituciones, sus competencias propias, su policía o su régimen financiero propios. Intelectuales como el filósofo y ensayista azagrés Gregorio Luri no disimulan las señales de alarma: “Navarra tiene su propia historia y cultura. Hoy te puedes encontrar con muchos jóvenes, que por supuesto son muy bienvenidos -ha afirmado en relación a la integración entre inmigración e identidad navarra-, pero que no tienen una conciencia de que esa cultura sea propia o esa tradición sea propia. Hay un riesgo evidente para la identidad navarra, a no ser que nos tomemos en serio el reto de la natalidad”.
LOS NACIONALISTAS, DE SOCIOS
Políticamente, se da la circunstancia de que en las últimas legislaturas ha ganado peso institucional en Navarra el nacionalismo, que no comparte el Amejoramiento por cuanto establece el modo en el que Navarra se integra en España y, como analiza el profesor de la UPV y parlamentario foral Iñaki Iriarte, “consagra la existencia de Navarra como una comunidad diferente de Euskadi”. Tras una pasada legislatura de Gobierno Barkos, con Geroa Bai y Bildu como apoyos principales, la actual ha tenido al PSN gobernando de la mano de Geroa Bai y con Bildu como socio externo. Unos socialistas que han llegado a apoyar en el Parlamento, auspiciada por Geroa Bai, una iniciativa para crear una ponencia que estudie la actualización de la Lorafna. Ponencia recogida también en el acuerdo programático por el que Chivite es presidenta. ‘Abrir el melón’, como se dice coloquialmente, de la ley navarra más importante, si bien el PSN insiste en que su visión sobre el modelo de integración en el Estado difiere de la de sus socios nacionalistas. La más extrema es la de Bildu, reclamante de un “pacto de país” para la “soberanía”. La reforma del Amejoramiento que promulgan los abertzales pasa por un referéndum para que la ciudadanía navarra vote “el modelo de relación con el Estado”. Apuesta que, no obstante, ha tenido el voto contrario del PSN en el Parlamento.
Con todo, el
Gobierno central de Pedro Sánchez (PSOE) no ha tenido reparo en usar las competencias forales en sus negociaciones con el PNV y Bildu a cambio de apoyo a sus presupuestos en el Congreso o anteriormente en busca de votos para ser investido presidente. Tráfico es la muestra, con el pacto Sánchez-PNV en 2019 para que Navarra asuma la competencia en exclusiva como Euskadi o concediendo a Bildu fijar la fecha tope para firmar las transferencias.