Una administrativa da las gracias a los pacientes de Hematología del HUN

Dar citas es algo más que cuadrar una hora y una fecha para acudir a consulta. Eso lo sabe bien Olga Moral Fernández, para quien su trabajo de auxiliar administrativa en el servicio de Hematología del Hospital Universitario de Navarra (HUN) es una verdadera vocación. No lo dice ella, aunque lo piense. Lo asegura su compañero hasta hace unas semanas Jorge Miguel Gimeno, administrativo como ella, con más de diez años en este servicio. La hematología se dedica al estudio de las enfermedades de la sangre, como linfomas, leucemias... Y cuando un paciente de esta especialidad al que le acaban de diagnosticar un tumor o programado un tratamiento de quimioterapia llega a la ventanilla de los administrativos lo hace cargado de papeles escritos con la tinta de la incertidumbre y abrumado por una información que se le hace un bolo antes de poder digerirla. “A esa persona hay que intentar ayudarle lo máximo posible. El que pone el tratamiento es el médico, pero si nos piden un cambio de hora hacemos lo imposible para cuadrar calendarios. Y en ese ‘buen hacer’ y en esa empatía Olga es experta ”, explica Gimeno. Lo dice él y el resto de excompañeros del servicio que no dudaron en salir en la foto para posar con esta auxiliar administrativa que dejó su puesto el pasado 6 de febrero. “El equipo lo es todo”, dice sin dejar de mencionar a nadie. Ese mismo día, el que figura como último de trabajo en su contrato, Olga Moral se despidió del equipo, pero también quería hacerlo de los pacientes de Hematología, que tanto le han aportado en estos meses, desde junio de 2021, cuando se incorporó a una especialidad “poco conocida para mí, a pesar de la importancia que tiene la sangre en nuestro organismo”, explica. Esta administrativa, que en estos meses entretejió lazos de empatía con los pacientes, quiso al marcharse agradecerles “los momentos que me habéis dejado compartir con vosotros”. Para ello no ha utilizado redes ni internet. Ha escrito una carta, a mano, con tinta no de cartucho sino de bolígrafo, de las que ya se echan de menos. Hizo una copia y pegó con cinta adhesiva una en el cristal de la ‘pecera’ de Hematología (imposible no verla) y otra, en la consulta de trasplantes. “Era la forma de acercarles todo lo bueno que me han aportado”, justifica. Dejó estas palabras para recibir a pacientes, familiares y acompañantes: “ Buenos días!! Esta nota va dirigida a pacientes, familiares y acompañantes. No quería irme sin despedirme de vosotros y, dada la imposibilidad de hacerlo personalmente, no se me ha ocurrido mejor forma. Quería daros las gracias. Gracias por vuestra paciencia, vuestra comprensión, vuestra empatía y, sobre todo, por esos grandes momentos que me habéis dejado compartir con vosotros. Por enriquecer mi camino en este breve pero intenso trayecto que hemos recorrido. Un beso enorme y todo lo mejor, Olga” Olga Moral ((12-3-1970), de Tafalla, donde reside, se sigue acordando de sus pacientes, de sus caras y sus voces, “de los que se curaron estando yo, de los que continúan y de los que aquí llegaron al final de su camino”. “Cuando se me acabó el contrato quería que supieran que el trabajo finalizaba, pero que me llevaba muchos y buenos, muy buenos recuerdos gracias a ellos. Quería que viesen que no eran sólo parte del trabajo, sino personas que me han aportado vivencias maravillosas y enriquecedoras. Necesitaba transmitirles ese sentimiento de agradecimiento por su aportación. Porque en muchas ocasiones nos somos conscientes de cómo influimos en otras personas”, detalla esta diplomada en Trabajo Social por la UPNA. Después de opositar en varias ocasiones para celadora y administrativa para Osasunbidea y quedar siempre ‘en listas’, a Olga Moral no le ha faltado trabajo. Acumula experiencia diversa como celadora, como limpiadora, dependienta y titular de una Tahona. Ahora trabaja, por unos meses, en el consultorio médico de Barásoain, perteneciente al Centro de Salud de Tafalla. De los pacientes de Hematología se lleva, en su recuerdo y en su corazón, todas y cada una de sus sonrisas, sonrisas a pesar de todo; sus palabras; sus caras y esos abrazos para los que Olga tenía que salirse de la ‘pecera’ para atravesar la barrera, solo de cristal, que separa a la administrativa del paciente. Se lleva todo esto y más. Para siempre porque los lazos de sangre no caducan.

Una administrativa da las gracias a los pacientes de Hematología del HUN

Cuando los pacientes entran en Hematología (HUN) pueden leer una carta a su nombre. La administrativa Olga Moral les da las gracias

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