El aire acondicionado a 27º genera debate en los comercios y locales hosteleros navarros

El Gobierno central de Pedro Sánchez aprobó este lunes un paquete de medidas para reducir de manera general el consumo de energía del país. Entre las normas a seguir, se ha propuesto el límite del aire acondicionado en 27 grados durante el verano y 19 grados para la calefacción en invierno. A pesar de que este plan entró en vigor de manera inmediata, tiene que ser convalidado por el Congreso en los siguientes 30 días. De no hacerlo, la medida no continuará. Este reglamento lo deberán cumplir comercios, hoteles, bancos, bares, restaurantes y otros centros de trabajo. Para algunos de los implicados estas medidas han sido una sorpresa. Marga Portas Díaz trabaja en el Bar Gaucho de Pamplona. A pesar de que este lunes decía desconocer el nuevo decreto, no cree que haya mucho problema en seguir el reglamento. “Solemos poner el aire acondicionado solo cuando el cliente lo pide”, comentó Portas. De manera similar, a tan solo cuatro minutos del Bar Gaucho, Jocelin Clemente Advincola trabajaba en El Mentidero. El termómetro del bar no indicaba la temperatura a la que estaba refrescando el lugar. “Siempre lo dejamos en estándar, nunca lo tocamos”, mencionó la camarera. Ambos establecimientos prefieren mantener las puertas abiertas para dejar el aire pasar. Sin embargo, a partir de las medidas, se buscará mantener las puertas cerradas mientras se haga uso del aire acondicionado. “Lo bonito de la época es tener las ventanas y puertas abiertas y que todos puedan entrar”, describió Íñigo Cochero Ataun, propietario del Pasaje de la Jacoba. Cochero, de normal, suele dejar el aire acondicionado entre los 22 y 23 grados, que es lo que considera apropiado para la satisfacción de sus clientes. Además de que su establecimiento necesita mucha ventilación por su ubicación. “No es lo mismo una pequeña oficina cerrada en la cual la gente está sentada, con un microclima concreto, que un establecimiento donde la puerta se abre continuamente”, desarrolló Pablo Abarzuza Aperaneza, gerente de la librería Elkar. Para él, las medidas de ahorro siempre son positivas. Sin embargo, mencionó que lo que deben tener en cuenta es que no todos los comercios pueden manejar sus temperaturas tan fácilmente como los demás. Natalia Ecay Arróniz es la propietaria de La Antigua Farmacia Café Bar. Había leído un poco del decreto el domingo y ayer se declaraba cansada de que todos se metan con la hostelería. “Algunas empresas más grandes deben tener unas salas que tengan espacio para las máquinas de aire acondicionado. Los negocios comunes y corrientes tenemos los aparatos en la calle”, explicó Ecay. La máquina que recoge el aire para La Antigua Farmacia está a las espaldas del establecimiento, en un callejón pequeño y cerrado. Esta máquina recoge el aire de afuera, lo enfría y lo difunde en el restaurante. Ecay puso también en consideración el calor que provocan los propios motores de la cocina y cómo el aire acondicionado tiene que combatir con ese calor también. Y ella no puede apagar esos motores. “Somos los primeros interesados en el ahorro de energía, además porque ha subido su precio. Pero son necesidades obvias que no podemos eliminar”, recalcó. Desde otros negocios se han buscado alternativas para ahorrar energía. Desde Elkar siempre se ha buscado mantener niveles de temperatura acordes y responsables. Por otra parte, como medida adicional cambiaron toda su iluminación a luces LED. “Muchos negocios lo hacemos por nuestro propio interés. En su época se hizo para un ahorro de consumo pero también para mayor eficiencia energética”, aclaró Abarzuza. En Café Peregrino, de la Plaza del Consejo, Félix Cressatti González trabajaba en la Barra del Peregrino. “El gasto que hemos recibido del uso de energía es exorbitante, las últimas facturas fueron una barbaridad”, indicó Cressatti. Antes de San Fermín, el café instaló un sistema de extracción de aire para evitar un uso exagerado y encontrar un equilibrio entre la satisfacción de sus comensales y su responsabilidad ecológica. “Es difícil porque el aire acondicionado es un servicio para el cliente, pero parecen buenas medidas. No solo por el ahorro, sino también para evitar cargarnos el planeta”, mencionó

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Comercios y establecimientos hosteleros navarros recibieron este lunes entre la aceptación y la desconfianza las medidas aprobadas por el Gobierno central para el ahorro de energía

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