María Emilia Dip: "El estrés puede afectar al feto o al recién nacido"

Por la consulta de María Emilia Dip pasan a diario embarazadas con ansiedad y miedo a perder al bebé que esperan, que desarrollan trastornos obsesivos compulsivos (TOC) con la higiene y mujeres recién paridas con síntomas de tristeza, melancolía o depresión. Son las féminas con algún tipo problema de salud mental perinatal (desde el momento en que quieren quedarse embarazadas hasta un año después de dar a luz) atendidas en el Programa de salud mental materna del Hospital Vall d’Hebrón de Barcelona. María Emilia Dip Pérez (San Miguel de Tucumán, Argentina, 1976) es psicóloga clínica y madre de tres hijos varones de 12, 9 y 6 años. Esta semana ha impartido una formación para profesionales organizada por el Colegio de Psicología de Navarra. ¿Qué es la salud mental perinatal y a cuántas mujeres afectan los trastornos de este tipo? Abarca el periodo de la vida comprendido desde el momento en quiere quedarse embarazada y hasta un año después de dar a luz. Una de cada cinco féminas presenta algún trastorno mental durante el embarazo (los más frecuentes, ansiedad y depresión) y el 10%, una depresión postparto. Estos trastornos dificultan el establecimiento y mantenimiento del vínculo entre madre e hijo. Por ejemplo, el estrés durante el embarazo puede afectar al feto o al recién nacido. Hay que visibilizar estas situaciones y mejorar los recursos de atención. Si no se tratan a tiempo, se va a generar un riesgo para establecer el vínculo entre la madre y el bebé y van a afectar a la crianza y a todo el ambiente familiar. Vayamos por partes. ¿Qué ocurre con las mujeres que quieren y no logran quedarse embarazadas? Si tienen alguna enfermedad física o mental previa o el embarazo no llega, el impacto es grande. En la pareja pero, sobre todo, en la mujer. Se genera mucha ansiedad y estrés. Además, muchas no lo cuentan y no existen espacios donde compartirlo. Hay estudios que demuestran que los tratamientos de fertilidad (fecundación ‘in vitro’) suelen ir acompañados de estrés y ansiedad. Como el primer trimestre de embarazo. Más que en otras gestaciones. También hay mujeres sin ningún problema físico, a las que no les ha costado quedarse embarazadas y tienen mucho miedo... Un malestar psicólogo puede estar dentro de la normalidad en el embarazo. Pero si excede y no permite disfrutar, entonces, ya no. Las matronas son las que detectan el problema y nos envían a las mujeres al programa de salud mental. Hacemos un trabajo multidisciplinar entre psiquiatras, psicólogos, matronas, obstetras, neonatólogos... Pero se necesitan muchos más recursos en toda España. Como las mujeres tienen un gran acceso a la información sobre el embarazo en Internet, se puede generar un efecto ‘nocebo’. Lo que está claro es que, en embarazo y postparto, las neuronas se modifican y se reestructura el cerebro. Si a todo esto, se suman antecedentes psiquiátricos, un entorno familiar poco favorable, falta de soporte de la pareja y de la sociedad, que la madre se sienta sola... se multiplican los factores de riesgo. De acuerdo. Tenemos el diagnóstico de algún tipo de trastorno mental (más o menos grave) durante el embarazo. ¿Qué tratamiento se aplica? ¿Se pueden tomar psicofármacos? Actualmente, hay muchos fármacos compatibles con la gestación y la lactancia del postparto y que son seguros para el feto o el bebé. Pero también es muy importante el tratamiento psicológico individual o en grupo. El trabajo grupal ayuda mucho porque las mujeres tienen la oportunidad de estar con otras que atraviesan una situación similar. Tener síntomas depresivos o ansiosos no es lo mismo que sufrir un trastorno pero hay que tratarlo y esas mujeres merecen una atención especializada. Atendemos a una ‘diada’: mamá y bebé. Según cómo esté esa madre, estará el niño. Por eso, la salud mental materna es la base de la sociedad. ¿A qué se refiere? A que si una madre es saludable, criará hijos saludables. ¡Hacemos una prevención importantísima! Porque ahorramos un montón de recursos y porque empezamos a actuar en atención psicológica desde el principio. La salud mental materna nos debe importar a todos y la construimos en sociedad. Incluso las leyes, como las que se refieren a bajas maternales, influyen en la salud mental de la madre y el bebé. Dice que la depresión postparto es el trastorno mental más frecuente en el periodo perinatal... El parto es un momento crucial, en el que la mujer pone el cuerpo físico y emocional. Según cómo transite y si se han cumplido o no las expectativas (si hay una cesárea de urgencia...) puede tener un impacto positivo o traumático. Después de dar a luz, entre el 50% y el 80% de las mujeres sufren la llamada ‘maternity blues’, unos síntomas similares a la depresión postparto pero que no lo son (se está más sensible, se tiene el llanto más fácil, se sufre insomnio...) No obstante, si los síntomas duran más de diez días, entonces hay que consultar con el experto. Porque una de cada diez sufren depresión y la mayoría (más de la mitad) no se diagnostican. ¿Y qué le ocurre a la madre reciente con la depresión? Los síntomas son los comunes a cualquier depresión pero, en este caso, se suma que puede haber un alejamiento del bebé, pocas ganas de estar con él... Y, claro, como socialmente no se entiende, experimentan sentimientos de culpa y se sienten malas madres. Se menosprecia lo que sienten las mujeres en esta etapa. La salud mental en embarazo y postparto, ¿ha empeorado desde que comenzó la pandemia? Sí porque las dificultades aún han sido mayores y muchas mujeres se han sentido muy solas. Se han desarrollados más la ansiedad, obsesiones y depresión. PSICOPATOLOGÍAS QUE EMPIEZAN EN EL EMBARAZO Al margen de estos trastornos mentales más frecuentes en el embarazo y postparto, hay otras psicopatologías que 'debutan' en ese momento de la vida de la mujer. ¿Por qué sucede? Porque se parte de una vulnerabilidd física y emocional. Por eso, hay psicopatologías, como el trastorno obsesivo compulsivo (TOC), la ansiedad o, incluso el trastorno bioplar (oscilación patológica del estado de ánimo de la depresión a la manía)... De hecho, un 4% de las madres presenta un trastorno mental grave durante embarzo o postparto. ¿Y qué ocurre con las mujeres con una enfermedad mental previa al embarazo? Hasta hace unos años se les recomendaba no tener hijos... Es un error. Actualmente, muchos psicofármacos son compatibles con el embarazo y la lactancia. Y no es excluyente seguir un tratamiento con ser madre. Eso sí, a estas mujeres se les recomienda que su embarazo lo sigan conjuntamente el obstetra, el psiquiatra y el psicólogo. Es importante el trabajo conjunto y hay que integrar la salud física y mental. El duelo por un aborto espontáneo o la pérdida de un hijo durante el embarazo, el postparto o al poco de dar a luz son situaciones que, además de suponer un duelo,pueden generar problemas de salud mental en la mujer... Ocurre porque existe un vínculo prenatal que empieza ya desde que surge el deseo de ser madre. El que tengas un aborto espontáneo en la semana ocho o un óbito en la treintaycinco de embarazo puede suponer un impacto similar a nivel emocional. Y esos comentarios de la gente, bienintencionados pero poco afortunados ("no te preocupes", "ya tendrás más", "total, aún era muy pronto"), suponen mucho sufrimiento y generan aún más soledad. A las sociedad le cuesta mucho acompañar en este duelo. Afrontar la muerte perinatal no está incluidi en la formación de los profesionales sanitarios. Cuando supone un duelo para toda la familia (no solo para la madre, sino también para la pareja, otros hijos, los abuelos...) El impacto es grande. Incluso hay mujeres, ya ancianas, que recuerdan siempre a esos hijos que murieron... ¡Claro! Lo que ocurre es que antes se consolaba. Las comadres, las madres, abuelas, hermanas... acompañaban ese duelo, incluso, en la misma casa. Ahora, se vive en un entorno muy aséptico. Generalmente, la pareja sola en el hospital. Por eso, es importante contar y compartir esas experiencias.

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El 25% de las embarazadas experimenta algún malestar psíquico, como ansiedad o trastorno obsesivo compulsivo. Especialista en salud mental materna en el Hospital Vall d’Hebrón de Barcelona, lo comprueba a diario con las mujeres que atiende

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