CanSat
Dos chupinazos para once satélites
A la cita acudieron sesenta estudiantes navarros y vascos para lanzar su satélite al cielo
- Lucas Domaica
Centro Espacial Circuito de Navarra, en Los Arcos. Curva 6 del recorrido. Son las 11.24, hora local. Las rachas de viento son fuertes en una mañana con nubes de paso y con sol por momentos. En la zona del edificio de boxes, a unos 300 metros del punto de lanzamiento del cohete, 60 estudiantes de secundaria esperan el despegue. Algo más cerca, tras los neumáticos de la calzada, aguardan una ambulancia, operarios y Miren Karmele Gómez Garmendia, coordinadora de Planeta Stem en Planetario de Pamplona. En la zona también están presentes agentes de Policía Foral gestionando el tráfico aéreo.
“Tres, dos, uno”, suena por el walkie-talkie de Karmele Gómez. Todo el mundo espera callado, sonido de chupinazo a lo grande y cohete al cielo con cinco CanSat en su interior. Cinco satélites diminutos. Este término define a un objeto del tamaño de una lata de refresco cuya misión puede ser recoger datos, efectuar retornos controlados o cumplir algún perfil de misión predeterminado.
OBJETIVO: CREAR AFICIÓN
Alegría, nervios, risas y brazos extendidos señalando a los paracaídas con los satélites a unos 450 metros de altura eran las expresiones que se podían ver en los estudiantes segundos después del despegue del cohete. Ese era justo el objetivo de la actividad desarrollada en el día de ayer en el Circuito de Los Arcos.
“Tratamos de crear vocación en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas”, explicaba la coordinadora de Planeta Stem en Planetario de Pamplona. Esta actividad surgió hace tres años cuando desde la organización se inspiraron en una iniciativa internacional del mismo tipo y vieron que la Comunidad foral contaba con las infraestructuras necesarias para llevar a cabo esta jornada que ayer cumplía tres ediciones.
“Cada vez hay más equipos, aunque es cierto que este año por las circunstancias algunos centros han tenido problemas para venir”, añadía Karmele Gómez haciendo un llamamiento, en especial a las chicas, para que se animen en los próximos años a participar.
Este torneo a nivel regional fue la antesala del campeonato estatal que se celebrará en Granada en el mes de julio.
LOS PROTAGONISTAS
“Estamos muy contentos porque al principio no sabíamos nada de programación. Hemos hecho todo lo posible”, indicaba Alicia Orbara Lotegui, integrante del equipo Epekema, del Planetario de Pamplona. Este grupo era uno de los seis navarros que compitieron por hacerse un hueco en la fase nacional.
“Lo que tratamos de conseguir con nuestro satélite es recibir datos sobre el nivel de contaminación de la zona como por ejemplo el dióxido de carbono”, comentaba Eider Gortari Ballesta, de Itursat, equipo de cinco estudiantes desarrollado en el IES Iturrama BHI.
Del mismo centro era uno de los equipos seleccionados para representar a Navarra en la fase estatal. “Nuestro objetivo es medir si un planeta es habitable o no por diferentes valores. Para ello hemos incorporado diferentes sectores”, explicaba Eneko Garrido Parejo. “Además hemos querido diferenciarnos del resto de equipos a la hora de captar los datos de temperatura. Para ello hemos sacado los sensores de temperatura al aire haciendo unos agujeros en la lata.Si están en el interior, los componentes electrónicos la contaminan”, añadía este integrante del equipo pamplonés.
EL PROCEDIMIENTO
Para que todo estuviera en orden antes del despegue, los estudiantes debían de cumplir con unos requisitos y presentar su proyecto a los jueces voluntarios. Un proyecto con dos objetivos; el primero calcular unos valores obligatorios y; el segundo una misión propia. “Nosotros controlamos que tenga el peso y las dimensiones exactas para que no se desequilibre el cohete”, informaba el juez de competición Javier Góngora Sasal con respecto a los 350 gramos de máximo y 300 de mínimo que tenían que pesar los satélites.
Tras el visto bueno, los CanSat eran introducidos en el cohete por el ingeniero aeroespacial Xavier López Pérez y la ingeniera de telecomunicaciones Laura Burgos Sánchez, creadores del proyectil y miembros de Cosmic Research, una asociación sin ánimo de lucro perteneciente a la Universidad Politécnica de Barcelona encargada de promover el desarrollo de este conocimiento.
PREMIOS
Ganador Navarra: Scantnik (IES Iturrama BHI)
Ganador CAV: Koldosat (Vitoria)
Menciones especiales: mejor misión científica (Epekema en Navarra y The Weather Seers en la CAV), mejor logro técnico (Scantnik en Navarra y Koldosat en la CAV), más profesional (Servatorem en Navarra y The Startwalker en la CAV), mejor difusión del proyecto (Itursat en Navarra y Kosmonautas en la CAV), jóvenes promesas (Cansaturnino 2 en Navarra), esfuerzo y aprendizaje (Cansaturnino 1 -en Navarra y The Gyros en la CAV)
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