Montaña
Uxue Murolas e Ignacio Barrio, desde el Lhotse: "Todo ha salido rodado"

Actualizado el 16/05/2022 a las 11:48
“Estamos muy contentos. Hemos logrado la cumbre del Lhotse y aunque fue una jornada con mucho mucho frío, ha salido todo redondo. Tal y como lo habíamos planeado”. El pamplonés Ignacio Barrio Fernández hablaba así desde el Campo Base del Lhotse (8.521m) a los pocos minutos de haber llegado a él, junto a su compañera Uxue Murolas Agerri, después de haber firmado un ascenso sin oxígeno suplementario a la cuarta cumbre más alta del planeta este pasado sábado en torno “a las 9.45 horas en Nepal” (6.15 horas en España). Tras dormir descender má de 2.100 metros de desnivel tras hollar el Lhotse, durmieron a 6.400m, y ayer completaron el descenso, cruzando la cascada de hielo del Khumbu.
De esta forma, siguiendo la ruta por la vertiente oeste que comparte buena parte con la normal del Everest, ambos rompen su techo y firman su cumbre más alta, una cima que anteriormente en Navarra sólo habían conseguido el pamplonés Iñaki Ochoa de Olza Seguín (en 1999) y el aragonés -afincado hace varias decadas en Pamplona- Javier Camacho (2017).
La pareja navarra, tras superar unos problemas físicos por un catarro que retraso su aclimatación, esperaron en el Campo Base los últimos días hasta que vieron el momento adecuado. “Podíamos haberla intentado quizá algunos días antes, pero al final aquí se prioriza equipar primero la ruta normal al Everest. De todas formas, todo ha salido rodado. No nos podemos quejar nada”, explicaba Barrio, confirmando que ellos encontraron cuerda ya fijada en el expuesto y vertical corredor final a la cumbre.
CAMBIO DE ESTRATEGIA
Eso sí, y aunque su plan inicial era intentar ascender desde los 7.100 metros sin montar el Campo IV (7.700m) y con la experiencia que les han ido las numerosas expediciciones previas que ambos han protagonizado , Murolas -de 51 años (31-XII-1970)- y Barrio -de 45 (8-IX-1976)- variaron su estrategia sobre la marcha, portando todo el material necesario a su espalda.
“Teníamos esa idea pero aquí todo está más lejos de lo que parece. Y más a esa altura. Al final, vimos que necesitábamos montar un campo IV y desde él salimos la noche del viernes desde los 7.700m. Luego, de bajada, fuimos ya directos a pernoctar en el campo II (6.400m)”, apuntaba el pamplonés, para quien éste es el tercer ochomil que asciende tras Cho Oyu (8.201m) y Manaslu (8.163m).
“He disfrutado mucho, muchísimo, pero también lo hemos pasado mal y hemos sufrido. Claro. Sobre todo en el tramo para montar el último campo de altura. Llevar el hornillo, esterilla, comida..., todo el material necesario, a la espalda hace que haya sido durísimo. Hay momentos de todo pero compensa. Es un sufrimiento que, de cierta forma, gusta”, reconocía Murolas, corredora de montaña y atleta de Hiru Herri, quien iguala a Blanca Ardanaz como únicas navarras con dos cumbres por encima de los 8.000 metros (antes que ellas Pili Ganuza fue la primera con el Cho Oyu en 1992). La de Jaurrieta subió el Broad Peak en 2007 y el Makalu en 2008, mientras que la pamplonesa, al margen de otros intentos en el Shisha Pangma o el Dhaulagiri, firmó el 8 de octubre de 2013 los 8.163 metros del Manaslu precisamente con Barrio.
“En este tipo de expediciones el compañero es fundamental. E Ignacio y yo nos entendemos a la perfección. No hace falta ni que hablemos. Con una mirada sabemos lo que piensa uno y otro en cada momento. Es el mejor compañero que podía tener”, señalaba, feliz, ayer tras completar el descenso.
“Pudimos estar unos cuatro o cinco minutos en la cumbre disfrutando un poco de las vistas que nos dejaban las nubes. Al llegar hemos sentido mucha emoción pero, sobre todo, por no tener que seguir subiendo más. Ha sido duro. Hacía muchísimo frío. Ya en la subida, a partir de los 8.000 metros, la temperatura bajó mucho, con viento y nubes”, decía Barrio.
Tras descansar y celebrar lo conseguido en la seguridad del Base, los dos pamploneses tiene previsto iniciar hoy mismo el regreso hacia la civilización.
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