Noche de estreno en el nuevo Sadar

El nuevo Sadar brilló más que nunca. La expectación que despierta la visita del Barcelona estuvo acompañada del estreno del espectáculo de luces en el estadio y de la iluminación de la cubierta roja en la fachada. Hubo gente en los aledaños. La puesta en escena sirvió para enseñar el templo rojillo al mundo. En horario de máxima audiencia bajo el poder mediático que acapara el cuadro culé.

Se habían hecho pruebas durante la semana para poner a punto el show. Es una de las novedades que ofrece el campo tras la obra. Música y chispazos de luz para calentar motores. La nueva megafonía, aún pendiente de instalar, dará mayor fuerza al espectáculo. Lógicamente, la fiesta quedó empañada por la ausencia de afición, que tuvo que conformarse con seguirlo a trávés de la pantalla.

FIESTA DE LUCES Y ROCK AND ROLL

Primero, pudo verse ya el rojo en la parte alta de la fachada del estadio. La toma aérea mostró El Sadar de noche. Hasta ahora había aparecido sin el alumbrado. Estos días se han ido colocando las tiras de luz para resaltar el rojo característico de Osasuna, cuyo nombre se lee en el techo del estadio. Una estampa visible con el dron que maneja la retransmisión habitualmente. El color cambia de intensidad y forma figuras alrededor de El Sadar.

Una vez dentro se vivió la traca inicial en forma de música y luminosidad. Empezó sobre las 20:55 como estaba previsto. Los jugadores se metieron al túnel de vestuarios después de calentar para recibir las últimas indicaciones. Y antes de saltar al campo comenzó el festival. Sonó Barricada. Los decibelios se multiplicaron y los focos de El Sadar enloquecieron para darle colorido a los prolegómenos del encuentro

Esto es algo que ya sucede en otros recintos deportivos. La iluminación y la banda sonora van de la mano. Pudo seguirse por televisión a la espera de que el estadio retumbe con la presencia del motor de Osasuna, su afición.

 

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