Dos tiros en el pie
Osasuna encajó por primera vez en la temporada dos goles en sendos córners
Una de las fortalezas históricas de Osasuna ha sido siempre el balón parado. A favor podía servir para desatascar partidos cerrados o, simplemente, era una vía más para generar peligro. Un clásico del fútbol de toda la vida: balón a la banda, centro y cabezazo. En contra, por su parte, el potencial aéreo marcaba la solidez defensiva. Ahí están los números, por ejemplo, de David García y Aridane, destacados en esta faceta a nivel nacional. Sin embargo, este martes se volvió todo en contra.
En las retransmisiones televisivas siempre recordaban que Osasuna era, junto con la Real Sociedad, el único equipo que no había recibido un gol tras un saque de esquina. Dos jornadas quedaban para completar la primera vuelta sin ningún borrón en este apartado hasta que llegó Diego Martínez y su Granada. Además no fue en una ocasión, sino en dos. Una de tus fortalezas de esta gris campaña saltaba por los aires. Es cierto que fueron dos jugadas puntuales, extrañas y desgraciadas para los navarros pero que marcaron el devenir del partido.
LA TARDE NEGRA DE CALLERI
Sorprende que, para analizar los dos goles del Granada, los focos apunten a Calleri. El delantero argentino sumó su séptima titularidad consecutiva apenas tres días después de dejarse el alma ante Varane y Sergio Ramos. Sin embargo este cansancio no lo acusó durante los primeros minutos, en los que estuvo especialmente revolucionado. En ataque trataba de incomodar a los centrales y en defensa aparecía por todos los costados. La buena predisposición y entrega es innegable, pero lo cierto fue que en el partido de este martes no estuvo acertado.
El primer tanto nazarí está precedido de una falta al borde del área de Calleri a Pepe, que no señaló González Fuertes, a pesar de que el lateral zurdo se quedara tendido en el suelo. El Granada botó el córner en corto para que Darwin Machís pusiera el balón en el área. De hecho, Jony comienza su carrera por si hubiera una posible contra.
Sin embargo, el esférico pega en la pierna izquierda de Calleri y se desvía lo justo para que caiga en la zona de Luis Suárez. El ariete colombiano, pretendido por la dirección deportiva navarra el pasado verano, suelta un latigazo un segundo antes de que Juan Cruz llegue para tapar. Pequeños detalles y errores que están penalizando esta temporada.
El viento en contra también sopló en el 2-0, con más infortunio si cabe. Se cumplía el minuto 45 y el Granada disponía de su cuarto córner, por los cero de Osasuna. De nuevo fue Machín al cuarto de circunferencia para, esta vez, poner el balón cerrado al primer palo. Ahí estaba Calleri. En condiciones normales, el argentino hubiera despejado el balón sin problemas pero dio una patada al aire, algo que despistó a Sergio Herrera que se introdujo el esférico en propia con su rodilla izquierda. Golpe psicológico y una distancia en el marcador ya insalvable.
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