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Fútbol sala

Imanol Arregui: "Todo lo que soy, absolutamente todo, se lo debo al Xota. Es mi casa"

La angustia por dar a conocer que dejaba el banquillo donde ha permanecido veintidós temporadas, el del C.D.Xota, ha dado paso al balance, a la reflexión, momento en el que Imanol Arregui se sincera de forma natural

Ampliar El entrenador de Irurtzun Imanol Arregui se muestra “aliviado” después de dar a conocer que deja el banquillo de Osasuna Magna que ha ocupado durante veintidós temporadas
El entrenador de Irurtzun Imanol Arregui se muestra “aliviado” después de dar a conocer que deja el banquillo de Osasuna Magna que ha ocupado durante veintidós temporadasj.a. goñi
Publicado el 26/05/2023 a las 06:00
El móvil de Imanol Arregui echa humo. Es una pequeña muestra del calado de la noticia que acaba de dar. Sentado en una mesa de la cafetería de la plaza de su pueblo, Irurtzun, donde nació todo, saluda con naturalidad y cercanía, pero su figura ha trascendido. El entrenador de Osasuna Magna, al que cuesta llamarle ex, ha decidido dejar el banquillo en el que ha permanecido veintidós temporadas.
¿Cómo se encuentra después de anunciar su decisión?
Raro, triste, a la vez aliviado, y un poco abrumado, también. He recibido muchos mensajes, muchas muestras de cariño. Ha sido increíble lo de estos días. Le agradezco un montón a todo el mundo. He contestado a todos, aunque alguna llamada no he podido coger. Estoy súper agradecido a todo el mundo. Ahora a ver si termino el periplo y descanso.
¿Quién fue la primera persona a la que le contó su decisión?
A mi mujer. Ella sabía cómo estaba. Lo comenté con ella. Han sido muchos años y ha habido muchos momentos de este tipo. Esta era la definitiva y se lo dije a ella, la primera, y después, a la directiva, y mi familia. Los demás se fueron enterando después.
¿Cómo recibió ella la noticia?
Ella me dijo que yo hiciera lo que pensaba que tenía que hacer, que es lo importante. Que tenía que estar seguro de lo que hacía y que si era así, pues adelante. Tatono y mi familia, tristes, pero apoyando la idea en todo momento. Ellos saben que es duro. La directiva, sorprendida, pero entendiendo la situación. Les expliqué y respetaron mi decisión.
Ha comentado que le costó más decírselo a los jugadores que hacerlo público ante los medios, ¿por qué?
Mi hábitat es el vestuario. Es donde más cómodo me siento, donde más soy yo. Me costó mucho decírselo porque he estado estos tres años con ellos y me han demostrado muchas cosas todos. Es duro decírselo. El único que lo sabía era Palote (Roberto Martil). No se lo había comentado ni a Asier. Nos estábamos jugando la vida y el club está muy por encima de mí y de todo el mundo. No quería que nada nos distrajese del objetivo. Se lo dije a Palo porque sabía que ya no iba a jugar y que se iba a callar, pero me costó mucho. Ante los medios, como ya lo había soltado el día anterior... pero también me costó. Hubo momentos en los que tuve que parar. El día de la comida con el equipo me costó mucho.
Indicó que el motivo que le lleva a dejar el banquillo del Xota es que “necesita respirar”. ¿Qué ahogo tiene Imanol Arregui?
Es mucha presión. No es la presión que me haya metido nadie, jamás. Desde el primer año al último siempre han confiado en mi trabajo, me conocen y saben que me iba a dejar la vida en cada partido, en cada preparación del encuentro, en cada temporada. Han confiado en mí, que eso es la leche. No pasa en todos los sitios. Me han dejado trabajar, hacer y deshacer. La presión es la que yo me meto. Estos últimos años han sido más duros porque no es lo mismo la presión de no bajar que la de estar entre los ocho, pero solo eso, el tipo de presión. Yo estoy en mi club, en mi casa. Tengo una manera de ser que para mí todo aquí es personal y siempre lo va a ser. No puedo cambiar eso.
Esa autoexigencia, ¿es mayor por estar dónde está?
Muchísimo mayor, no me cabe ninguna duda. Al final todo se magnifica cuando estás en tu casa, en tu club. Todo es mucho más fuerte. Todas las emociones son más fuertes, también cuando ganas. Al final tengo claro que en ningún sitio en el que esté me voy a alegrar como aquí. Cuando nos salvamos, al final son objetivos. Cada equipo tiene un reto, un objetivo. Los hemos cumplido año tras año. Yo sé que esa sensación no la voy a tener en ningún sitio; salir al Universitario y ver el pabellón cómo estaba; la final de Guadalajara; las Copas, los playoff en casa. Me alegrará porque me encanta esto. Soy un animal competitivo, pero sé que ningún sitio me va a llenar tanto. Me voy a divertir, me voy a alegrar cuando ganemos y enfadar cuando perdamos, siempre, porque yo soy así, pero nunca de esta manera, para bien y para mal. Ese para mal es lo que hace que muchas veces pases muy malos ratos y al final llegue un momento en el que necesitas un poco de espacio, ver todo desde la distancia, parar. Después ya habrá tiempo de volver a entrenar y regresar aquí, si ellos quieren, porque a mí me encantaría.
Esa sensación de sentirse pleno, ¿es lo que le ha llevado a permanecer 22 temporadas?
Sí, sí. Si nunca me he movido de aquí, es porque no lo he necesitado. Puedo asegurar que he podido salir muchas veces y hubiera salido muy beneficiado. Solo una vez me planteé de verdad, pero todas las demás he dicho que no en la primera llamada. Ahora no es ese caso. Es un tema personal. Necesito hacerlo y, por una vez, ponerme yo por delante del club. Siempre ha sido al revés. Por supuesto me he quedado porque he querido. Jamás me he arrepentido de las decisiones que he tomado. Es mi casa y me lo he pasado de lujo. Todo lo que soy, absolutamente todo, se lo debo al Xota. Es mi casa.
¿Ha recibido ya alguna oferta?
No, porque la gente ha visto lo que hay, que quiero tranquilidad, tomar distancia. Alguno me ha preguntado a ver si me jubilo, pero no, no. No me jubilo. Voy a volver a entrenar, seguro, pero ahora mismo la gente ha entendido que voy a descansar. Alguno ya me ha tirado a ver por dónde cojeo, pero ofertas, no he tenido.
¿Por qué se decantó por el fútbol sala?
Porque es lo que he mamado. Yo tengo el privilegio de haber visto a este equipo jugando en el rastro de la Txantrea, en los campeonatos de la Sakana, de Irurtzun, en la Segunda B, en Plata, y en Primera. He visto crecer a este club y he tenido el privilegio de hacerlo más grande hasta convertirlo en lo que ahora mismo es: el tercer equipo con más años en la Primera. Eso para un tío de Irurtzun como yo es la hostia. Eso no se puede describir, ni pagar con absolutamente nada. Todos estos chavales que han ido saliendo: Palote, Dani, Asier, Evaristo, en su día, Ion, ahora... todos los chavales que han crecido. Asier o Palote, que les conoces desde que eran enanos, verles jugar en la Primera División compitiendo con todos los monstruos de este deporte y saber que eres una parte de eso, de que estén ahí, eso no se puede pagar con dinero. Es un sentimiento. Es lo que me ha llevado estar aquí tanto tiempo.
Describa al Imanol portero que dio paso al Imanol entrenador.
Los más desgraciados del equipo siempre son el portero y el entrenador. Siempre se pierde por ellos. Si se come un gol el portero, todo el mundo se acuerda de la cantada que se ha pegado, pero nadie del que ha fallado a puerta vacía; y luego del entrenador. Yo he sido las dos cosas: portero y entrenador, pero a la vez son los dos puestos de más responsabilidad del equipo. El portero es absolutamente decisivo y el entrenador es la cabeza visible del grupo. Creo que eso también va con mi personalidad. Creo que es así. Los últimos años cuando jugaba me preparé, pero lo que quería era entrenar a la base. Esa era mi intención. Sucedió que llamaron a tres o cuatro entrenadores de prestigio que no quisieron venir y me lo ofrecieron a mí. Si ellos estaban convencidos, yo tiraba para adelante, pero el primer año estaba acojonado. No sabía cómo iba a salir. Jamás pensé que iba a estar todos estos años, ni todo lo que el equipo ha hecho.
Vivió un ascenso meteórico a la Primera División.
Fue raro. Te presentas como entrenador a los que han sido tus compañeros hasta hace tres meses. Llegas el primer día con la carpeta. Fue raro. Salió muy bien. Fuimos quintos ese año y por eso digo que ese año va a ser especial. Estuve muchos años entrenando y trabajando a la vez. Estaba fijo, en Inasa, en el pueblo. Trabajaba a gusto y me daba miedo dejarlo porque no sabía cómo iba a salir lo de entrenar. En mis primeros años tuvimos un psicólogo deportivo Ignacio Ventura. Siempre me ha ayudado. Es el tío que más me ha enseñado de lo que es un equipo, de cómo entrenar, de cómo motivar, de cuándo toca una bronca o no... Me enseñó mogollón. Se disiparon todas las dudas ese primer año y para mí fue el momento de decir: “Parece que se me da bien”. Hay pocas cosas que haga bien en la vida, pero esta parecía que sí. Empecé a jugar a pelota. Era malísimo, con el baloncesto, igual. Lo único que se me daba bien era el balonmano que jugué de extremo y el fútbol sala.
¿Cómo es esa idiosincrasia que debe entender el nuevo entrenador?
Somos un club raro, especial en muchos sentidos, pero creo que lo más importante es que el que venga tiene que entender cómo funciona este club y este equipo. Es importante que el que venga tenga carácter, sea extremadamente competitivo, pero que sepa que los jugadores que se quedan llevan tiempo por algo y es porque funcionan de una determinada manera. Un equipo lo forman personas y funcionan mucho mejor cuando se sienten parte importante de lo que está pasando, de lo que acontece, sienten que pertenecen. Ese sentimiento de pertenencia es el que nos ha llevado a ser lo que somos y eso no se puede perder nunca.
¿Ahora qué va a hacer?
El día 11 me voy a Martorell, a un clínic al que acudo desde hace tiempo. Luego daré dos ponencias en las Islas Canarias, y después me queda pendiente una conferencia con el seleccionador de Costa Rica. Tengo que hablar con él para ir hacia allá para dar tres o cuatro ponencias, o las que me diga. Después ya veré. Voy a entrenar, tarde o temprano. Ahora descansaré.

“Tatono es la persona más importante del club”

¿Qué se le viene a la cabeza si escucha el nombre de Miguel Hernández?
Mi segundo. Lleva conmigo desde que empecé. Es mi compañero de viaje de estos veintitrés años.
¿Y si es el de Roberto Martil?
Es el capi, el capi. Siempre he dicho que es el jugador del que más orgulloso me siento desde que empecé a entrenar, con diferencia. Me siento orgulloso de muchísimos jugadores pero de Palote del que más. Cuando él estaba en cadetes, juveniles, yo decía que iba a jugar en la Primera División. Mucha gente no me creía. Había cuatro o cinco en su equipo mejores que él con el balón. Me acuerdo cuando le dije que se iba cedido con 17 o 18 años a Salou y cogió la maleta y se fue. Lo pasó mal pero terminó siendo importante. Ha ido creciendo y todo lo que tiene se lo ha ganado él. Es un jugador importantísimo para nosotros, mi prolongación en la pista.
¿Asier Llamas?
Conozco a su padre. Tocamos en un grupo cuando éramos unos vándalos. Su padre tocaba la guitarra y yo cantaba. Es mi amigo. A Asier le he visto desde chiquitito. Empecé a llevarle a entrenar desde que tenía 15 años, como a Dani, su hermano Javi o Ion. Asier es la leche. Es portero. Yo he sido portero. Él es uno de los mejores de la categoría. No da nunca un problema. Es un buen chaval. Siente el club como suyo. Estoy súper orgulloso de él, de todo lo que ha hecho. Para nosotros es crucial.
¿Tatono Arregui?
Él es el Xota. Él es el que ha dado forma a todo esto. Estamos aquí por él. En estos últimos años ha estado un poco más tranquilo. Él ha construido todo, el que ha hecho posible que el club esté donde está. Tatono es la persona más importante de este club, sin ninguna duda. Aunque él crea que no, yo pienso que es imprescindible. Mi decisión creo que le va a venir bien, motivante. A él le afecta mucho más cómo esté yo. Es la persona más importante del club, una de las más importantes de mi vida.
¿Qué significa para usted el fútbol sala?
Una manera de vivir. No sé vivir sin el fútbol sala. Nunca desconecto al cien por cien. Desde chiquitito ha sido así. Forma parte de mi vida.

DNI

Imanol Arregui Sarasa Nació el 8 de diciembre de 1971. Tiene 51 años. Ha entrenado durante veintidós temporadas a Osasuna Magna.

Trayectoria Empezó a dirigir al primer equipo del Club Deportivo Xota en la temporada 2001-2002. Fue elegido mejor entrenador de la Primera División en la temporada 2009/2010. Jugó como portero del equipo. Formó parte del conjunto que ascendió a la Primera División, categoría en la que militó tres cursos.

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