Diego Garrúes: “En mi día a día, primero va el trial. Y después ya dejo hueco para el resto”

En una antigua nave que el Lizar Trial usa para entrenar los días de lluvia espera el nuevo campeón del mundo júnior, Diego Garrués García. Con cinco años, el estellés se inició en el trial bici porque su hermano mayor lo había hecho antes, al igual que tantos jóvenes de una localidad en la que este deporte va captando adeptos. Gran culpa de ello la ha tenido Benito Ros, que con diez campeonatos del mundo en su palmarés, es el ídolo de Garrués. El circuito de Abu Dabi fue testigo de una hazaña que este estudiante de un Grado Superior de Acondicionamiento Físico sigue todavía sin creerse. Logró 190 puntos que le valieron para llevarse el oro mundial por delante de su eterno rival, y amigo, Daniel Cegarra. Con 170 puntos, el español se colgó la plata y completó el doblete nacional. Casi tres semanas después, Garrués ha vuelto a la realidad, a saltar entre troncos y ruedas de tractor como ha hecho siempre, pero con la intención de seguir creciendo en un deporte que ya lo es todo para él. ¿Ha bajado ya de la nube? La verdad que no, todavía sigo sin creerlo del todo. Es impresionante. Imagino que estos días le han parado por la calle en Estella... Sí, la verdad. Obviamente los conocidos me están felicitando. Pero también me están parando personas que no son tan conocidas. Estoy recibiendo mucho apoyo por parte de la gente. ¿Cuándo fue la primera vez que probó el trial? Con cinco años. Empecé porque mi hermano mayor lo hacía. ¿Qué ha supuesto para usted conseguir el Mundial júnior? ¿Alguna vez se lo había imaginado? Para mí ha sido cumplir un sueño. Es algo que lo he soñado muchas veces. Y te lo puedes imaginar, pero que realmente pase es muy complicado. Y así ha sido, la verdad que es un sueño hecho realidad. ¿Qué pasa en Estella con el trial? Están saliendo muchos chavales la verdad. Montamos un club -el Lizar Trail- que ya es muy potente. Al principio todos empezamos a ir a la Escuela de Irantzu, y luego ya montamos nuestro propio club. Poco a poco empezaron las clases y cada vez ha ido entrando más gente. Hemos crecido mucho en estos últimos años. Hay alrededor de 30 jóvenes dentro del Lizar Trail. Incluso uno de los más pequeños, Aner García, también fue campeón del mundo en Abu Dabi en categoría principiante. Imagino que hay gente detrás de eso... Sobre todo Ernesto, el presidente. Está siempre montando historias, sacando nuevas ideas. Gracias a él tenemos lo que tenemos, y el parque de Merkatondoa -donde entrenan de normal cuando no llueve- que la verdad que es impresionante. El pasado mes de octubre mismo se celebraron aquí las finales de la Copa de España 2022. ¿También tiene algo que ver la influencia de Benito Ros? Sí, sin duda. Para mí, y para muchos otros, es un ídolo desde niños. Y ahora es mi compañero. Ahora que ha conseguido algo importante, ¿En qué se ha convertido el trial para usted? Es mi vida. No me imagino una vida ahora mismo sin él. Es el pilar de mi día a día. Todo lo que hago es en torno a ello. Primero hago trial, y después ya dejo hueco para todo lo demás. (Ríe). ¿Cómo ve su futuro en este deporte? Yo quiero seguir mejorando cada día, en la misma línea por la que voy ahora. Y a ver si poco a poco puedo conseguir un título en categoría élite. En los próximos campeonatos, ¿qué objetivos se marca? Meterme en una final de una Copa del Mundo estaría bien, o de una Copa de España -ambos torneos se desarrollan en varias carreras y se sacan un número de finalistas según la clasificación general-. Entrar en una final de alguna de las competiciones principalmente. Pero bueno, es muy fácil decirlo, y luego hacerlo es otra cosa diferente. ¿Cómo está siendo compaginar los estudios con el trial? Estoy estudiando un Grado Superior de Acondicionamiento Físico. La verdad que lo estoy compaginando sin problema. Aunque por ejemplo ahora, por haber ido al Mundial falté dos semanas y se me acumuló todo. Pero si te planificas, se puede llegar a todo. ¿Qué importancia tiene su padre para usted? Es el que me ha ayudado desde siempre en todo. A llevarme a las carreras, a llevarme a entrenar... Salía de trabajar y, directo, me llevaba a entrenar. Siempre ha estado ahí. En un deporte como este, si no tienes alguien que te apoye tanto es complicado seguir adelante. Siempre voy a estar muy agradecido. Una última reflexión acerca del trial... Ojalá siga creciendo en todo. Y, sobre todo, que tenga más reconocimiento. Estaría bien que llegase a ser un deporte olímpico.

Diego Garrúes: “En mi día a día, primero va el trial. Y después ya dejo hueco para el resto”

El maillot arcoiris que luce en la imagen lo certifica: Abu Dabi vio como este joven de Estella conquistaba el Mundial júnior de 26 pulgadas

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