Un reconocimiento artístico a la mujer

"Escuchar a alguien es ponerse en su lugar mientras habla. Es una atención intensa, pura, desinteresada, gratuita, generosa. Esa intención es amor”. Esta cita que aparece en el libro "La persona y lo sagrado" de Simone Weil muestra la esencia de una exposición en la que la escultura, la pintura y la poesía se dan la mano para rendir homenaje a la mujer contemporánea. El pintor Natxo Barberena y el escultor Pablo Juarros se han sumado a este reconocimiento a través de "Dueña de tu vida", la exposición de la galería Artea 2 en la que convive la pintura onírica de Barberena junto a las esculturas minimalistas de hierro de Pablo Juarros. Ambos artistas han hecho realidad su deseo de compartir una exposición, una idea que les rondaba desde hace tiempo. “Hemos trabajado en algún proyecto juntos, también con más gente, pero teníamos ganas de hacer algo en común”, explica Pablo Juarros. Natxo Barberena añade que ambos sentían la necesidad de abordar el tema de la mujer. “Los hombres nos tenemos que posicionar y ser más partícipes de esta lucha de las mujeres. Hay que apoyar, que no nos de vergüenza hacerlo ni decirlo”. Los artistas consideran que las obras creadas para la muestra son la expresión de lo que ellos entienden por la mujer actual, de la que destacan su actitud emocional, su cambio de vida y su forma de mirar a los demás. Ambos autores compartirán sus reflexiones y proceso creativo en los encuentros con el público (31 de marzo y 14 de abril) que tendrán lugar en la galería. MUJERES POETAS El juego creativo da un paso adelante en la exposición de gran contenido poético. No solo por las reflexiones de los artistas a través de sus obras, sino también por la presencia de la poesía en la muestra. Diez poetas navarras se han unido a Nacho Barberena y Pablo Juarros para enriquecer con sus textos la obra plástica. Itziar Ancín, Txaro Begué, Isabel Blanco, María Cano, Blanca Eslava, Isabel Hualde, Silvia Marambio, Arantxa Murugarren y Ventura Ruiz son las autoras de unos poemas escritos para la exposición, en los que expresan su sentir y su manera de entender qué es ser mujer, tras una vida vivida y experimentada. Junto a los dibujos y esculturas, los poemas también tienen protagonismo en la sala. No se trataba de organizar una lectura poética, sino que los textos tuvieran presencia física, por lo que están expuestos en la galería junto al resto de obras. “Los y las artistas tenemos la sensibilidad a flor de piel. Somos torbellinos y las que captan mejor que nadie este momento de cambio es la propia mujer, también la mujer poeta”, explica Natxo Barberena, para quien es imprescindible la aportación poética a la exposición. “Su voz debía estar en la sala, por eso los poemas están de forma permanente, presidiendo el espacio. Son diez miradas distintas porque sus vidas han sido diferentes. Pero todas tiene algo en común, que es una nueva forma de ver y mirar”. ROTULADOR Y EXPRESIÓN A pesar de tener distintas miradas artísticas, Natxo Barberena y Pablo Juarros se conocen desde que coincidieron en el taller de Patxi Buldain hace muchos años. Ambos comparten una necesidad de explorar nuevas técnicas y temáticas y, mientras esperaban el momento de exponer juntos, continuaron con sus trabajos y emprendieron cambios respecto a sus obras anteriores. “Fuimos confluyendo sin querer en una idea que teníamos en mente. Hablamos mucho”, Tras una serie pictórica sobre la emoción primaveral en la que los lienzos eran un estallido de color, Barberena cambió de registro. “Quería limpiarme un poco, tenía emborrachamiento de color, pues dibujaba y perfilaba con el color, no había líneas. Me estaba saturando y de repente se colaron estos dibujos. Las flores fueron una necesidad de expresar, una tranquilidad, un sosiego, pero ahora me sentía inquieto y tenía que contarlo”. Barberena indica que hace de la exploración una obligación. “Es importante cambiar, para mí es una necesidad. Los cambios me obligan a reflexionar. Parece que siempre tiene que ser muy reconocible tu pintura, pero el juego del artista es proponer cosas diferentes, aturdirles un poco, que se sorprendan”. La mayor parte de las obras de la muestra están realizadas con rotulador y juega con el blanco, el negro, los grises cálidos y los fríos, para conseguir distintas superficies y expresiones. Solo dos piezas tienen toques de color y están realizadas con pintura acrílica y vinilo. “El blanco y negro es muy rápido, con poco expresas mucho. Los grises también son muy directos y te permiten expresar lo que toda mujer ha sentido alguna vez, esa especie de acoso, de sentirse rara, un poco violentada por la gente”. Aunque el hierro es su material por excelencia, Pablo Juarros coincide con Barberena en que los retos, los cambios y las búsquedas van de la mano de la creación artística. “Siempre andamos así, empiezas algo, estás un tiempo y, de pronto, necesitas buscar algo nuevo que te siga motivando y ayudando en la creación”. FIGURA Y SOLDADURA Por esta razón, el escultor se adentró en un terreno desconocido y surgieron dos piezas de hierro en las que, a través del cuerpo de una mujer y un hombre, expresa movimiento, gestos y posturas. “Nunca había hecho figurativo, es la primera vez que trabajo con lo humano y, al principio, cuesta un poco. Pero eso es lo importante”. La figuración le ha obligado a una nueva técnica pues las piezas se realizan a base de puntos de soldadura, una manera de trabajar el hierro diferente a sus esculturas anteriores. “La soldadura en este caso interviene al 100%”, señala Juarros, que ha construido unas piezas que no buscan la perfección estética del cuerpo, sino sugerir emociones, pensamientos o sentimientos. “No son cuerpos perfectos porque no me interesa el cuerpo perfecto, todo lo contrario. Se trata de jugar con todo tipo de sensaciones que te produce la pieza cuando vas creando”. Las dos piezas creadas y las conversaciones con Natxo Barberena derivaron en la realización de nuevas obras para la exposición. “Con las ideas que tengo en la cabeza voy creando situaciones que se puede encontrar la mujer en el día a día. También el hombre, pero lo enfocamos a la mujer por el reconocimiento a su lucha, a lo que se ha hecho y se ha conseguido, pero también por lo que queda por hacer”. Y tiene claro que continuará con las figuras humanas. “Todo nace de un impulso interior y cambiaré cuando mi curiosidad me lo pida. El proceso creativo no se acaba nunca, aunque hay quien dice que todo está inventado. Lo satisfactorio es que tengas ganas de levantarte todos los días, de acudir al taller, seguir investigando y seguir creando”.

Un reconocimiento artístico a la mujer

La galería Artea2 acoge ‘Dueña de tu vida’, una muestra con pinturas de Natxo Barberena, esculturas de Pablo Juarros y textos de diez mujeres poetas

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