El número de películas que cada año se inscriben en el
festival Punto de Vista se ha estabilizado en torno a las 800. Es el caladero en el que después tiene que pescar el comité de selección para componer la Sección oficial, la columna vertebral del certamen pamplonés, que este año estará formado por
18 películas -10 largos y 8 cortos- de 13 países. Seis de ellos vivirán su estreno mundial en Pamplona, habrá un estreno internacional, dos europeos y ocho estrenos en España.
Esta 17ª edición, que tendrá lugar entre el 27 de marzo y el 1 de abril, reunirá a cineastas consagrados que ya habían pasado antes por el festival junto a otros jóvenes y debutantes, en una “apuesta por los cineastas que pueden marcar los nuevos rumbos futuros”, en palabras del director artístico, Manuel Asín.
Entre los primeros estará por ejemplo el chileno Ignacio Agüero, que tuvo una retrospectiva en el festival en 2014, con 'Notas para una película'. La película está inspirado en el diario de Gustave Verniory, un ingeniero belga que llegó a Chile en 1889 para construir el primer ferrocaril en la Araucanía, el terrotorio mapuche que prácticamente era virgen. También se presentará en Pamplona 'Eventilde', de la artista visual estadounidense Sharon Lockhart, que participó dos años en secciones paralelas del certamen. En esta ocasión muestra un plano de larga duración a orillas del mar, en Suecia, en el que se hace de noche y tiene lugar una lluvia de estrellas. 'Notre Village', del libanés Comes Chahbazian, que ya participó en 2011, también vuelve a Pamplona con una inmersión en el conflicto del Alto Karabaj, entre Armenia y Azerbayan.
Junto a ellas, películas que se lanzarán al circuito internacional desde Pamplona, como 'Tembiapo Pyharegua' (“Trabajo nocturno” en guaraní), de Elvira Sánchez Poxon y Christian Bagnat, realizada a lo largo de los años con la comunidad de origen paraguayo que vive en Cuenca. 'Apocalipsis 20 21 22', de Julius Richard Tamayo, o los cortos 'Bide bazterrean hi eta ni kantari', de Peru Galbete, y 'Al bordel agua', de María Elorza e Iñigo Salaberria también servirán de presentación a sus autores.
La selección puede verse como termómetro de lo que se hace en el cine de no ficción. Asín destaca que en este momento existe una variedad muy grande de tendencias y que las principales tienen su reflejo en Punto de Vista.
El rasgo social, por ejemplo, “la madre de todos los rasgos”, estaría representado por películas como 'Chaylla', en la que Claire Teper y Paul Pirritano (Francia) se aproximan a la violencia doméstica, o 'Éclaireuses', en la que Lydie Wisshaupt-Claudel se meten en una escuela de Bruselas con niños que han tenido que enfrentarse al exilio y la violencia.
Otro rasgo actual, el de indagar en el pasado, se ve en la senegalí 'Maayo Wonaa Keerol' (El río no es una frontera), de Alassane Diago, que indaga en un conflicto entre Mauritania y Senegal en torno a un río que hace de frontera. La belga 'Boulevards de la Senne', de Juliette Achard e Ian Menoyot, investiga el fondo urbano de Bruselas, mientras que otros filmes colectivos como la peruana 'El polvo ya no nubla nuestros ojos', del Colectivo Silencio, y la mexicana 'Tótem', del colectivo anónimo Unidad de Montaje Diálectico, repasan cuestiones políticos y estéticas de sus países.
La tendencia de la primera persona en el cine, que va ganando peso estos últimos años, también tiene su reflejo entre otros con 'Cette maison', de la cineasta canadiense-haitiana Miryam Charles.El breve repaso a las distintas familias se completaría con lo que Asín engloba en la “comprensión de los procesos naturales de los que formamos parte”. “De fondo, esta Sección oficial refleja una cierta forma de cine, que en algunos casos pueden ser modestas en cuanto a lo material, algunas pueden ser películas frágiles, incluso primerizas, pero precisamente hablan de una manera de hacer muy urgente, y muestran una forma de arte que tienen que ver con ciertas artes populares, artes más colectivas, artes más anónimas hasta amateur”, explica.El comité de selección está formado por Lucía Salas, Miguel Zozaya, Lur Olaizola y Pablo García Canga junto con el propio Asín.
El festival amplia colaboradores este año, entendidos también como “amplificadores de públicos o de espacios”, según señala la directora ejecutiva, Teresa Morales de Álava, como el Instituto Navarro de la Juventud o EITB.
RECORTES QUE BRILLAN
La imagen de este año, diseñada por Franziska, viene de la mano de Misha Bies Golas. El artista gallego utilizó recortes de pergamino que sobraron al elaborar las cartas de un mesón castellano; recogió más de cien despojos de un taller de marroquinería y utilizó tres para hacer los carteles del festival (utilizará más para cabeceras y catálogos ). Uno a uno los situó sobre una caja de luz y los fotografió emulando la mecánica de teatros de sombras del sudeste asiático o Turquía, con variaciones tonales marcadas por las lámparas fluorescentes. “Es un cine doméstico, cercano, hecho con restos a veces, pero consiguiendo que esos restos brillen, ampliando el valor y el interés de lo que puede parecer menor o pequeño”, expresa Asín haciendo un símil con el cine del festival.