Robert Tannion: "Jugamos con la percepción del riesgo pero siempre controlamos el peligro"

A comienzos de en ero el Navarra Arena vivirá el tercer desembarco del Circo del Sol. La compañía estrenó en febrero de 2019 el pabellón con Toruk, que se convirtió en el espectáculo cultural jamás visto en Navarra, en torno a 57.000 espectadores, y volvió en las Navidades de 2020, con el espectáculo Corteo. Ahora regresa con Crystal y un elemento nuevo en la suma: el hielo y el patinaje. ¿Por qué incorporan el hielo? Crystal es el espectáculo número 42 del Circo del Sol. Siempre buscamos cómo ampliar nuestro ámbito, cómo conectar con nuevos públicos. Ya existen varias compañías de espectáculos sobre hielo, todas con un mismo estilo. Así que pensamos en por qué no crear un espectáculo sobre hielo pero con nuestro estilo, mezclando artistas de circo con artistas de patinaje sobre hielo. ¿Qué ventajas y dificultades tiene el hielo? Las ventajas son muchas. Los patinadores, que son los pulmones del show, y se pueden mover a una velocidad que no es muy común es un espectáculo de circo. Otra ventaja es tener una superficie de 25 por 15 metros que sirve como una pantalla de proyección. Con los visuales, con proyectores enormes que apuntan hacia el hielo, podemos transformar esa pantalla blanca en cualquier lugar para apoyar las escenas: un parque en invierno, un rincón de la ciudad... ¿Y las desventajas? Sobre todo, cómo mantener una alta calidad de acrobacias en el suelo cuando existe un riesgo mayor de caídas. Por eso, se invierte en zapatos que tengan picos. Y si queremos hacer algo usando las manos, hay que pensar en guantes color de piel, que también tengan picos. Y si deben agarrar con esos guantes a otros, hay que reforzar los vestuarios. Existen muchos detalles que al principio parecían desventajas hasta que buscamos las soluciones. Pero quizá el mayor reto es la percepción del hielo. Hay que superar el miedo, esa prevención de lo que lo que pueda pasar. ¿Les ha ocurrido algo en lo que llevan de gira? Siempre pasa alguna cosa pequeña. Aunque tenemos patinadores de nivel olímpico, siempre se produce una caída o alguien que tropieza. Pero no hemos sufrido nada grave. Invertimos mucho tiempo en la seguridad. El circo juega con la percepción de riesgo, pero no ponemos en riesgo a los artistas. Controlamos el peligro, pero dejamos que el publico sienta la adrenalina por ese riesgo. En grandes datos, ¿qué va a traer Crystal a Pamplona? Irán 43 artistas: tres músicos en directo, un cómico, 19 acróbatas y 20 patinadores. Tenemos patinadores solistas y en pareja, pero también de patinaje extremo, para los aficionados al deporte de alto riesgo. También tenemos un numerazo de mástiles pendulares, otros de trapecio, de malabares, un montón de elementos circenses . Y lo que encapsula todo es la historia. ¿Cómo es? Trata de una mujer joven, que siente que no le entienden sus padres ni sus compañeros. Un día sale de casa para ir a patinar a un lago congelado y se cae. Es un comienzo del show bastante dramático. Cuando está bajo el agua, hace un viaje de autodescubrimiento, para afrontar su miedos, sus sombras, una mezcla de nostalgia, encontrando el amor, el trabajo… todo a través de imaginación y creatividad. Su contrapunto es su propio reflejo, su guía. Cuando esté en el fondo del lago, necesita decidir entre rendirse o luchar. Es emotivo. Es la tercera vez que viene el Circo del Sol al Navarra Arena. ¿Por qué quienes han visto los espectáculos anteriores deberían gastar un dinero en ver Crystal? Esa es siempre la cuestión, por qué gastar dinero en una compañía. Primero, por la calidad, que en el Circo del Sol es muy alta. Los artistas son de lo mejor del mundo en sus ámbitos, los vestuarios son hermosos, la música en directo... No se trata de un show, sino de dos horas de experiencia. Por eso, la gente que vio los dos espectáculos anteriores tendrá confianza para ver este. A los nuevos, si dudan en gastar ese dinero, les invitaría a venir y vivir una experiencia muy completa. Hace dos años, en plena pandemia, el Circo de Sol tuvo que suspender pagos. ¿Cómo se vivieron aquellos momentos? ¿Cómo es ahora la situación? La pandemia nos pegó muy fuerte en las artes escénicas y no hubo manera de sacar adelante estructuras como el Circo del Sol. Han sido dos años de reflexión, para ver qué queríamos hacer con nuestras vidas, si conseguíamos remontar. Afortunadamente el Circo se puso las pilas a finales de 2021 y ha ido sacando un espectáculo cada mes. Ya tenemos siete en gira, además de los residentes en Las Vegas y Orlando. Han vuelto con otra perspectiva, sabiendo qué frágil es este ecosistema. Pero el hecho de regresar y hacer lo que hacemos bien nos da más fuerza para ir al 100% para el público. En una estructura tan grande, con siete espectáculos en gira, ¿no se sienten pequeños los artistas, por talentosos que sean? Esa era mi percepción antes de trabajar con ellos, que sería una compañía gigantesca, una máquina que come gente, que les hace desaparecer. Pero mi experiencia ha sido la contraria. Cada espectáculo es como una familia. En Crystal somos 98 personas de gira, de 25 nacionalidades y 18 lenguajes. El lenguaje común es el espectáculo y el circo, y además cada uno es valorado por lo que trae. No hay que responder a un tipo de característica determinadas, sino que cada cuerpo tiene sus ventajas y se le valora por ello. Además, todos sabemos lo que está pasando en el show, hay buena onda.

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El hielo es la novedad de ‘Crystal’, el espectáculo que el Circo del Sol lleva al Navarra Arena en enero

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