Música
"Gabriel Saretzky dio visibilidad a los músicos"
Hoy a las 21.30 horas, la Peña Euskalherria de Burlada acoge el sentido homenaje al músico argentino-navarro Gabriel Saretzky, recientemente fallecido

Publicado el 18/11/2022 a las 08:03
La XVI edición del tradicional Udazkena Blues de Burlada se cierra con un acto muy especial. Un concierto homenaje en el que cerca de 40 músicos navarros homenajean al recientemente fallecido Gabriel Saretzky, músico argentino que ha residido en Navarra desde 1985. Nacido en Lanús (Buenos Aires) en 1957, Gabriel Omar Saretzky Fernández dejó muy joven su Argentina natal dispuesto a recorrer mundo, apoyándose en su sólida formación musical y en su destreza con la guitarra. Junto a Patxi Garro montó Los Chicos de la Revolución, un dúo de dos guitarras que será el germen de la Woodstock Blues Band, la banda que le ha acompañado los últimos años. Hablamos con Xabier Valencia, Patxi Garro y Miguel Rubio, en representación del resto de músicos.
¿Por qué un homenaje a Gabriel Saretzky?
Xabi Valencia. Se lo merece. He tenido con él una relación muy estrecha y nos dimos cuenta que había estado en tantos proyectos musicales que se lo debíamos. Patxi Garro. Para mí ha sido una parte importante de la música popular navarra. Y los músicos tenemos la obligación de darnos estos homenajes a nosotros mismos. Somos un colectivo muy denostado por mil motivos y aunque entre nosotros tenemos empatía, nos falta el trabajar por el reconocimiento general. Más aún con un músico argentino-navarro como Gabriel cuando ha muerto. Tenemos la obligación de hacerle este pequeño homenaje, más aún por todo lo que ha hecho.
¿Fue un precursor?
Patxi. Él se preocupó mucho de que las ‘jam sessions’ fueran algo habitual para dar visibilidad a los músicos. Al fin y al cabo la cultura argentina en música popular es muy rockera y de improvisación. En Navarra no teníamos una cultura de ‘jam sessions’ y gracias a músicos como Gabriel por fin se instauró. Con la Woodstock Blues Band estuvimos 10 años haciendo ‘jam sessions’ sin parar. Y normalizamos el hecho de compartir tiempo y música con otros compañeros.
¿Amigo y profesor?
Miguel Rubio. Así lo fue conmigo. Siempre me encantó lo que hizo y todo el aluvión de ideas que tenía. La última vez que le vi me dijo que quería hacer un concierto de despedida porque se jubilaba, con una cena y juntando a todos después de actuar en el parque de Burlada. No dio tiempo. Se fue antes. Lo vamos a hacer ahora.
Xabi. Siempre fue muy discreto con sus cosas… y nunca perdía esa sonrisa tan suya. Era cómplice de todos, a cada cual con lo suyo.
Patxi. Era capaz de vender cualquier proyecto. Y era un entusiasta.
¿Era un músico muy ecléctico?
Patxi. Era capaz de tocar cualquier cosa. Pero se dedicó al blues y a las jams por su forma de ser, que era pura anarquía. Odiaba ensayar, porque era asumir que lo ensayado luego tienes tal cual que ponerlo en práctica. Las jams y el blues le permitían desarrollar esa anarquía.
Xabi. Y si le ponías un freno se lo saltaba. Pero era un músico elegante y con mucho gusto. Por ejemplo, junto a Josetxo Sesma eran capaces de llevar la improvisación a cualquier sitio musical.
Patxi. En la Woodstock Blues Band no estábamos acostumbrados a ese tipo de improvisación y nos tuvimos que adaptar. Yo siempre decía que la Woodstock funcionaba según como moviera Gabriel el trasero. Y la norma de “Gabriel, empiezas a hablar y presentar después de la tercera canción” no la respetaba nunca y daba un auténtico discurso después de la primera. Pero con su capacidad musical solventaba cualquier incendio. Y era especialmente llamativa su maestría con la guitarra rítmica.
Fue muy entusiasta ¿también de los ciclos de Burlada?
Miguel. Sí. Tenía además una forma de ser que siendo un maestro, el que daba clases y enseñaba a todo el mundo, a los demás nos trataba siempre con ese “decime maestro” con su acento tan bonaerense. A unos les enseñaba reggae, a otros blues, a otros tango… Y siempre nos daba la enhorabuena por lo que íbamos programando año tras año en los ciclos de Blues de Burlada.
Xabi. Para los compromisos que tenía era muy serio.
Patxi. Desde 2010 que comenzó a tener problemas físicos dejó de beber, adelgazó un montón y dio un giro en su carácter. He vivido con él grandes momentos personales, con tremendas conversaciones sobre cualquier cuestión de la vida. Y por cierto, alguna vez nos hizo un asado argentino de chuparse los dedos.
ETIQUETAS