La editorial navarra Next Door Publishers lanza un libro escrito por 89 autores

Todo en este libro parece responder a la idea de unir lo disperso. Tiene nada menos que 89 autores, de edades, nacionalidades, trabajos y disciplinas diversas, la editorial (Next Door Publishers) es navarra pero nace en el marco de un proyecto donostiarra, el programa Mestizajes del Donostia International Physics Center, y sus editores están asentados en España pero nacieron en América: son un doctor en física, Gustavo Ariel Schwartz (Buenos Aires, Argentina, 1966) y un doctor en Teoría Literaria, Víctor E. Bermúdez (Mexicali, México, 1986). Tal disparidad unida en un libro es lógica cuando el objetivo del volumen es defender que el mundo se entiende mejor si se analiza desde distintas disciplinas, que ciencia, arte y literatura pueden salvar sus fronteras. “Hay temas cuya complejidad es tal que no se pueden abordar desde una única óptica”, señala Gustavo Schwartz. “Las disciplinas seguirán existiendo pero es necesario también que los diversos conocimientos se pongan en contacto unos con otros”. Para comenzar han tomado diez materias, “relevantes y que abarcan una región representativa del conocimiento”, aunque admiten que podían haber sido muchas más. “Había que poner un punto final”. METÁFORA Aunque suene a figura literaria, la metáfora “es un elemento absolutamente consustancial al pensamiento científico”, afirma Gustavo Ariel Schwartz. Todos los conceptos científicos, en última instancia, son comparaciones. “Cuando hablamos de agujeros negros, de materia oscura, de Big Bang, todo son metáforas. Sin metáfora no podríamos hablar de este tipo de cosas. Al fin y al cabo, el pensamiento en términos amplios es metafórico”. El físico destaca además el “camino de vuelta”: “Resulta interesante cómo la neurociencia estudia el efecto de la metáfora y otras figuras retóricas en el cerebro. Los recursos que usa Shakespeare se notan en el cerebro y ahora podemos detectar y estudiar cuál es su efecto real”. PERCEPCIÓN Aunque lógicamente la percepción tiene mucho que ver con los sentidos, los autores participantes en Nodos lo abordan centrándose en su procesamiento por el cerebro. “Un aspecto interesante es que se ha dado una convergencia entre dos formas de procesar la información”, explica el editor del libro. “Clásicamente la percepción se interpretaba como la existencia de un input, un estímulo visual por ejemplo, que se iba procesando en el cerebro. Uno veía las barritas de una letra hasta que identificaba la ‘A’. Los últimos estudios sin embargo identifican un doble camino. El cerebro está continuamente tratando de predecir lo que le llega. Así, la percepción se convierte en una especie de choque entre lo que veo y lo que espero ver, una colisión entre lo que el mundo me presenta y mis expectativas”. COMPLEJIDAD Y CAOS Se trata de un ámbito de la ciencia relativamente moderno, “cuyos orígenes podrían remontarse a inicios del siglo XX”, pero que no despega hasta mucho más adelante, “cuando se desarrollar toda la matemática necesaria para abordarlo”, dice Schwartz. Este concepto rompe “con el paradigma newtoniano de que el Universo es predecible y que podemos predecir su evolución si conocemos las condiciones iniciales” de algo. Estamos en el ámbito por ejemplo de la meteorología, en la que juegan tantos factores que es casi imposible hacer una predicción precisa a una semana días vista. “Esa impredicibilidad se manifiesta en la vida cotidiana. Perdemos un autobús y nuestra vida puede cambiar porque nos encontramos con alguien diferente. Eso los escritores lo saben bien y lo plasman en sus obras”. EMOCIÓN Se trata probablemente de uno de los conceptos más complejos que aborda Nodos. “Es de esos concepto icónicos que hasta hace pocas décadas pertenecía de manera casi exclusiva al mundo de la literatura, del arte, de las humanidades tal vez”, señala Gustavo Ariel Schwartz. “La ciencia no se había aventurado mucho en esta idea porque era algo prácticamente intratable”. No ha sido hasta mediados del siglo pasado cuando los científicos comenzaron a interesarse por la emoción. “No pudieron hacerlo hasta que se desarrollaron herramientas de análisis fundamentalmente neurológico que han permitido estudiar qué es lo que pasa en el cerebro ante determinados estímulos, incluso ante la lectura de textos relacionados con la emoción”. EMERGENCIA Otro concepto de importancia relativamente reciente. “Quizá tenga unos cien años”. Se refiere al hecho de que “cuando se tiene un sistema compuesto por muchos elementos, la interacción entre esos elementos da lugar a propiedades completamente nuevas que no estaban de ninguna manera en esos elementos”. El cerebro es el ejemplo clásico que pone Gustavo Ariel Schwartz. Una neurona por sí sola “no piensa ni siquiera un poquito. Sin embargo, un conjunto suficientemente grande de neuronas es capaz de procesar una información de una manera radicalmente nueva”. Para que surjan propiedades nuevas a partir de la interacción en un sistema tiene que haber un número elevado de elementos. “Tres neuronas tampoco darán nada interesante; un millón sí”. CONCIENCIA Si complicado es el concepto de emoción, qué decir del de conciencia. “Se trata casi del paradigma de la condición humana, y creo que, como con la emoción, va a ser también el sitio en que el más van a converger todas las disciplinas”, apunta el físico Gustavo Ariel Schwartz, uno de los dos editores de Nodos. Como con la emoción, la conciencia ha sido un asunto que hasta hace no demasiado tiempo era tratado de forma exclusiva por la literatura “básicamente y un poco por el arte y las humanidades. La ciencia tenía poco o nada que decir sobre el asunto”. De nuevo, el desarrollo de técnicas complejas que miden la actividad cerebral ha cambiado las cosas. “Justo se ha comenzado a indagar en ella. Es muy compleja, lo que sabemos hoy es apenas un grano de arena de todo lo que es”. COSMOS El Cosmos es un tema clásico de la ciencia, quizá el más característico sobre todo si se entiende como hacen los editores de Nodos, que va “desde las partículas elementales hasta la inmensidad del Universo”. “Da la impresión de que la literatura o el arte tienen poco que aportar al estudio del Cosmos, pero resulta que es el ámbito donde más se utilizan las metáforas o los símiles. Cualquier modelo de la materia o del universo es una analogía: como cuando decimos que un átomo es un Sistema Solar en miniatura”. MEMORIA Es una realidad interrelacionada con la percepción y la emoción. “Las expectativas, que tienen que ver con la percepción, se guardan en la memoria. Es decir, la memoria va a afectar a mi percepción y viceversa, porque la percepción también va a ir modificando la memoria y las memorias”, dice Schwartz, que llama la atención por la existencia de memorias individuales y colectivas. “Eso se manifiesta mucho en la literatura, ya que los escritores plasman lo que tiene que ver con su memoria personal y con la historia colectiva”. REDES COMPLEJAS Y BIG DATA Más que conceptos, las redes complejas y el Big Data son dos herramientas matemáticas. “Tienen la particularidad de que son muy transversales y que pueden utilizarse en muy diversos ámbitos del conocimiento”, apunta Gonzalo Ariel Schwartz. El físico destaca de ellas que “permiten abordar de manera matemática y analítica problemas que antes eran impensables. Permiten por ejemplo introducirse de manera matemática en el análisis literario o en el artístico”.

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La publicación supera las fronteras entre ciencia, literatura y arte con la participación de tantos escritores

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