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Historia

Publican el facsímil de la bula que legitimó la conquista de Navarra

La editorial Mintzoa presentó ayer este histórico documento (1513), conservado en el Archivo de Simancas

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Publican el facsímil de la bula que legitimó la conquista de Navarra
Actualizado el 13/04/2018 a las 06:00
La conquista de Navarra (1512) no fue solo el fruto de una campaña militar. El reino también se ganó con argumentos religiosos que sirvieron para revestir de legalidad jurídica a aquella invasión. Los pergaminos que escribió el Papa Julio II fueron tan eficaces como las armas empleadas en el campo de batalla. De hecho, fueron el soporte con el que se justificó ante las Cortes la “incorporación” de Navarra a Castilla. Especialmente significativa resulta la bula Exigit contumacium, dictada por el Papa Julio II el 18 de febrero de 1513, siete meses después de que las tropas castellanas entraran en Navarra.

Cinco siglos después de aquellos hechos, la editorial navarra Mintzoa, especializada en la publicación de facsímiles relacionados con la historia de Navarra, rescata este histórico documento, del que ha editado 150 ejemplares que se entregarán con su certificado notarial. El facsímil ha sido realizado con el permiso del Ministerio de Cultura, Educación y Deporte; la Dirección General de Bellas Artes y Patrimonio Cultural y el Archivo de Simancas (Valladolid), que custodia el documento original.

Junto al facsímil se ha publicado el estudio 'Bula para conquistar un reino', realizado por el historiador Aitor Pescador, y que analiza varios aspectos, como el uso de las bulas pontificias con fines políticos, el deseo del soberano aragonés sobre Navarra, la actitud de Francia o el escenario bélico de Italia. En aquella época, el pequeño reino de Navarra estaba “atrapado” entre dos poderosos monarcas: el rey francés Luis XII y Fernando el Católico, entonces regente de Castilla y gran aliado de Roma.

En cuanto al contenido de la bula, resulta especialmente llamativa por el durísimo lenguaje que emplea Julio II al referirse a los reyes de Navarra, Juan y Catalina, a quienes excomulga y tacha de “herejes, cismáticos y ministros de Satán”. Según explica el historiador Aitor Pescador en su estudio, “la excomunión permitía a los súbditos del afectado desligarse del juramento de fidelidad, pudiendo sublevarse o pasarse a otro señor”. De hecho, así lo recoge la bula, que declara “confiscados sus reinos, dominios y sus bienes todos, los cuales pasan a ser propiedad de lo que de ellos se hayan apoderado o se apoderasen, como si los hubiesen adquirido en la guerra más justa y más santa”.

Aitor pescador: “El rey Fernando quería una bula a la carta contra Juan y Catalina”


Fernando el Católico llevaba años esperando al momento adecuado para conquistar Navarra. “Supo aprovechar las circunstancias. Él había perdido el control del Reino de Navarra tras la expulsión del conde de Lerín en 1507 y a partir de entonces ya tenía la decisión tomada, aunque otros autores se remontan al año 1476. Sin embargo, era muy complicado justificar la invasión a un reino cristiano, sobre todo a nivel moral”.
En el caso de Navarra, la bula fue emitida “ex profeso” para excomulgar a los reyes Juan y Catalina. Por tanto, se sospecha que fue una bula redactada, al menos en su borrador, por el propio embajador del rey Fernando en Roma. “Fernando quería una bula que actuara directamentecontra los reyes de Navarra. La anterior, la de 1512, no le servía para cubrirse las espaldas ante los juristas. Por tanto, pidió a su embajador una bula a la carta”.
A la hora de corrobar esta tesis, Pescador menciona las “circunstancias” en las que se produjo la emisión de la bula. “Solo está firmada por el Papa, es decir, no está firmada por todo el colegio cardenilicio. También es sorprendente la virulencia con la que se trata a Juan y a Catalina”. Además, el Papa falleció tres días después de dictar la bula. “Fernando, al enterarse, le pidió a su embajador que le reclamara al nuevo Papa, León X, una confirmación de los documentos publicados por Julio II. Fernando siempre sabía cubrirse las espaldas”, cuenta.
Por otro lado, las bulas de Julio II generaron una gran polémica en Europa por la utilización política que hizo de la excomunión a lo largo de todo su pontificado. “El hecho de que el Papa tuviera la capacidad de dar y quitar reinos a su gusto puso los pelos como escarpias a media jurisprudencia europea. Incluso el nieto de Fernando, el emperador Carlos V, tuvo serias dudas sobre la legalidad de la conquista de Navarra”. En cuanto a los reyes Juan y Catalina, intentaron que León X dictara una bula contraria a la Exigit contumacium, exponiendo que su reino había sido ocupado “con tiranía y violencia”. Sin embargo, no lograron el respaldo del pontífice. Además, acabaron sufriendo el “abandono” de sus antiguos aliados, entre ellos el rey francés Luis XII, “que acabó pactando una tregua con Fernando”.
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