Edición impresa

Actualidad Navarra, Pamplona, Tudela, Estella, Osasuna, Deportes, Gobierno de Navarra, Ayuntamiento de Pamplona, Política, Economía, Trabajo, Sociedad.

OPINIÓN

" De verdad qué aprenden a comer en el comedor escolar? " [EDUCAR PARA LA SALUDEDUCAR PARA LA VIDA]

Avatar del undefined Rocío Martín03/05/2016
“Quién le recoge hoy? Quién le lleva? Dónde come, con tu madre o en el Cole? No podemos seguir así, vamos a desestabilizar a la niña deberíamos apuntarle definitivamente al comedor”
Lo que sentimos cuando tenemos que hacer encaje de bolillos para conciliar nuestros horarios con los horarios escolares lo vimos en el post anterior gracias al papá de Paula
Muchas personas no tienen la posibilidad de trabajar en jornada intensiva de mañana o de reducirse la jornada a conveniencia. Sobre todo por eso muchas madres (suelen ser ellas mayoría), dejan de trabajar definitivamente o durante los primeros años escolares de sus hijos e hijas. Pero la decisión de dejar de trabajar no es siempre puramente monetaria y es difícil de tomar.
Esta va a ser una de las causas mas frecuentes para “apuntar a un niño o niña al comedor escolar”
“No se qué más puedo hacer para que aprenda a comer No le gustan los garbanzos, detesta los guisantes, puede pasar horas ante el pescado, de probar fruta y verdura no quiere ni hablar y como dicen que todos los reparos que ponen para comer en casa desaparecen como por arte de magia cuando se quedan a comer en el comedor escolar tendré que apuntarle y probar”
Qué sentimos cuando nuestro hijo o nuestra hija no quiere comer (o come demasiado)?, Inventamos juegos para que coma?, Sentimos temor porque no se alimenta bien?, Nos angustiamos?entonces lo forzamos?, lo sobornamos?, lo castigamos?, nos enojamos?... sabemos cómo hacer del momento de la comida en nuestra casa un lugar de aprendizaje y encuentro saludable?
Sí, a veces resulta complicado otra de las razones que puede llevar a una familia a apuntar a su peque al comedor del colegio esperando que le enseñen a comer en él.
En nuestro entorno social y cultural, la comida del mediodía es la ración principal del día y debería suponer la ingesta del 30–35 % del aporte energético diario, y en ella habría que aportar, además, un volumen considerable de los nutrientes necesarios para estar activos y saludables. Es normal que llegue a preocuparte y que quieras buscar a alguien que pueda ayudarte. Y en esta búsqueda, entiendo que surjan numerosas dudas, muchas de ellas razonables.
“¡No puede ser!
Sí, ya se que lo pone en el informe trimestral y que me lo confirma su monitora cuando me acerco a ella cada miércoles a preguntar pero que difícil me resulta confiar”
Si en tu familia estáis acostumbrados a pequeñas batallas o autenticas guerras a la hora de la comida, podría parecerte algo imposible que tus hijos o hijas coman de todo, la cantidad que se supone necesaria y hacerlo en el tiempo que se establece como adecuado en el comedor escolar.
“Si es cierto dónde está el secreto?”
Puede parecer imposible pero por norma general la mayoría de los niños y las niñas comen mejor en el comedor escolar que en casa. Por qué? Porque jugamos con ventaja
Hoy voy a contártelas y como siempre hablaré de mi experiencia, de lo que yo vivo cada día.
Ventajas de un comedor escolar saludable:
En primer lugar, el tener unos horarios establecidos y fijos para la comida favorece una rutina que ayuda a crear el hábito saludable que necesitan (les gusta hacer las cosas a las mismas horas y en el mismo orden). Además otra ventaja de hacerlo así será que la mayoría va a llegar a su sitio con apetito porque nuestro organismo que es muy sabio se lo abrirá puntualmente cada día.
También se establecen unos tiempos para la duración de la comida (adecuados a la edad). Es muy importante respetar el ritmo que tiene al comer cada niño o niña pero, por otro lado, no es nada positivo mantener a la criatura sentada delante de un plato que sabemos a ciencia cierta que no se lo va a comer pasen 5, 10,15 o 20 minutos más. Podemos comer sin prisas pero llegada la hora por su educación y su bien tenemos que ¡salir del comedor para ir al patio a jugar!
Socializarse con sus pares suele generar una actitud agradable y positiva ante la comida a pesar de que tengan que hacer frente a cosas que nos les gustan. Y sabemos que de lo que más aprenden es de lo que ven y que por naturaleza imitarán las conductas de los otros niños y niñas. Tendremos que asegurarnos que a quien le cuesta comer le rodeen criaturas que coman de todo y disfruten comiendo, eso le animará a hacerlo a él o a ella también ampliando así su dieta de forma eficaz y natural.
Saben que lo que hay es lo que van a comer y no hay más opciones y como la persona encargada de educarles les conoce bien ofrecerá a cada niño y niña una cantidad de comida en función de sus necesidades y de sus gustos (trabajará avanzando paulatinamente teniendo en cuenta cuáles son los gramajes recomendados por el Dpto. de Dietética para cada edad). La alimentación tiene que ser lo más personalizada posible.
Para el personal del comedor escolar tiene que ser más importante la calidad y la variedad que la cantidad (es mejor que coma un poco de borraja o la patata que la acompaña, unos pocos trozos de filete y media pieza de fruta que más cantidad de uno sólo de esos alimentos). Cuidamos la variedad y el equilibrio en la alimentación al conformar los menús diarios de los comedores y, en el comedor escolar, el personal educador se tiene que guiar por lo mismo respetando preferencias y aversiones. Niños y niñas acaban aprendiendo que ni siquiera sus platos favoritos (como la pasta, el plato estrella del comedor), se les ponen como “caprichos”, sino por ser alimentos saludables. Y, que dentro de estos, siempre habrá alimentos que les gusten más o menos pero que tienen que comer, si no de todos, de la mayoría de ellos.
Para los niños y las niñas el momento de comer es otra cosa más que hacen en el colegio y lo hacen sin cuestionarlo, como cuando van a la clase de música o de inglés (claro, una vez superado el periodo de adaptación, del que un día hablaremos). Aprenden que comer es una actividad tan importante como las demás, y la mayoría entienden con el tiempo que es importante aprender a hacerla bien.
En el colegio hay unas normas educativas claras que todos los niños conocen y deben cumplir, igual sucede en el comedor. Saben que tienen que comer sentados y que no deben levantarse de su sitio sin motivo, no deben de jugar en la mesa (pueden conversar), etc. esto les permite “centrarse” en el plato de comida que tienen delante.
Y posiblemente una de las bazas más importantes que juega a nuestro favor es que a la persona educadora en el comedor, aunque personalice mucho su atención y establezca un vínculo de confianza y afecto con el niño y la niña, le resulta mucho más fácil ser objetiva que al padre o a la madre del menor.
Teniendo formación y pautas muy claras de cual es la forma adecuada para fomentar un hábito saludable, aprendiendo cuales son las características del desarrollo evolutivo de cada etapa, la monitora de comedor puede ser más empática y utilizar su conocimiento como herramienta. No les exige que terminen todo el plato, porque realmente no es necesario. El ambiente es más relajado. Conoce como debe motivar al alumnado para que coma “les explicamos, les escuchamos, negociamos una cantidad de mutuo acuerdo”.
Y, de nuevo, volvemos a hablar de equilibrio: sabe que entre motivar y obligar hay una fina línea que no debe traspasar, que los chantajes emocionales (que pueden darse en casa) son perjudiciales. En casa si el niño o la niña comen mal siempre se produce una pequeña batalla, que incrementa su desgana. En el comedor escolar tienen menos presión emocional.
Los niños son como esponjas y salir del cascarón y de la cotidianeidad del hogar, a edad temprana, les enseña muchas cosas que no se pueden aprender tan fácil de otra forma.
Y aprenderán unas cuantas cosas más: a ser autónomos, animándoles a que coman por si mismos, enseñándoles la utilización de los cubiertos cuando se hace necesario.
A socializarse ya que el momento de la comida permite las relaciones, compartiendo y respetando las diferencias de los demás. La comida es un momento de compartir, charlan con los compañeros, se ríen, se hacen bromas
A superarse si observan que sus compañeros y compañeras son capaces y tienen ciertas destrezas ellos y ellas también querrán tenerlas intentando superar sus dificultades. Comerán solos, intentarán llenar el vaso sin tirarlo, se comerán aquello que les disgusta tanto
Todo estos aprendizajes les ayudaran a crecer, les harán sentir bien y esto ayudará al desarrollo de una autoestima tan saludable como su alimentación.
Hay que tener claro que la responsabilidad de enseñar a comer es de las familias, no del comedor escolar. Pero sí que al acudir a él se irán afianzando habilidades que el niño ya debería conocer y usar cuando llega. Cuando no es así ya hemos comentado que también estamos preparados y podemos ayudar a modificar hábitos menos saludables.
Insisto que una vez se ha elegido el colegio a conciencia, debemos prestar la misma atención a la calidad del comedor escolar (no todos son iguales, ni las personas profesionales son iguales, como en todo). Los menús de calidad son vitales pero la educación y los cuidados que reciban en el comedor también pueden y deben ser de calidad, por qué no?
Así, una vez más, hago hincapié en la necesidad e importancia de la formación y preparación del personal del comedor para educar a vuestros hijos e hijas. Y me reafirmo también en la relación indivisible que tienen las emociones, el afecto y la alimentación. Prácticamente todo el personal que trabaja en un comedor escolar, con formación o no, suele ofrecer su cariño desinteresadamente a los niños y las niñas y este además de favorecer el deseo de alimentarse puede llenar su corazón de felicidad haciendo con ello que os puedan esperar con mayor tranquilidad y bienestar. Sin ninguna duda, saber que podemos confiar en alguien es reconfortante en lo social, en lo emocional y en lo cognitivo.
Es verdad que no se puede delegar la educación de los hijos y de las hijas y mucho menos el afecto en otras personas, pero no se puede negar que otras personas pueden contribuir a ello de forma también positiva.
En el comedor escolar el aprendizaje de los hábitos coge un impulso importante y los niños y niñas experimentan vivencias realizando actividades que francamente no serian fáciles de reproducir en nuestro hogar principalmente por lo enriquecedor que resulta el efecto grupo para ellos.
Cada familia es un mundo, y cada una tiene unas circunstancias. Para algunas estas les llevaran a tomar decisiones que pueden dificultarle pasar tiempo con sus hijos e hijas pero hacen lo que consideran mejor para su familia, ya que todos y todas queremos a nuestros hijos e hijas con todo nuestro corazón. Así que a las familias que pueden o deciden quedarse con sus peques en casa a ¡disfrutarlo! y si tenéis dificultades, dudas o temores, abrir el dialogo para que pensemos juntos. Y animo a las familias que han tenido que dejarlos tantas horas en el cole. Como veis también puede tener algunas “ventajas” el tenerlo que hacer y disfrutar también pensando que pronto vais a recogerles ¡para coméroslos a besos!
Y mientras llega el momento de hacerlo, pensar que el saber que nos quieren es una de las sensaciones más maravillosas que existen, nos mantiene, les mantiene en pie en los “malos momentos”, mientras aprenden y superan etapas imprescindibles para crecer. Como os he dicho en otras ocasiones, a veces lo que nos salva es algo tan simple como un gesto de cariño. ¡No dejes para mañana el que puedas ofrecer hoy!
Y a todos y a todas os invito una vez más a compartir vuestras experiencias
Gracias por vuestra visita e interés.
Un saludo,
Rocío Martín (www.comedorsaludable.org)
ETIQUETAS
volver arriba

Activar Notificaciones

Continuar

Gracias por elegir Diario de Navarra

Parece que en el navegador.

Con el fin de fomentar un periodismo de calidad e independiente, para poder seguir disfrutando del mejor contenido y asegurar que la página funciona correctamente.

Si quieres ver reducido el impacto de la publicidad puedes suscribirte a la edición digital con acceso a todas las ventajas exclusivas de los suscriptores.

Suscríbete ahora