La importancia del comedor escolar en el centro educativo " [EDUCAR PARA LA SALUDEDUCAR PARA LA VIDA]
-“Papi, papi no quiero ir al coleeeee” -el gimoteo constante desde casa al colegio me esta poniendo cardiaco. Hace ya 10km que salimos porque vivimos en las afueras y aún me quedan unos cuantos más por recorrer, esto va a terminar con mi paciencia, ya no se que más puedo decirley sospecho que el problema está en el comedor escolar...
-“Pero Paula si estabas encantada con empezar a ir al colegio, anda mi amor ya veras como aprendes cosas muy interesantes que luego podrás contarme”
-“¡Nooo! ¡No quiero iiiir! ¡Quiero estar contigoooo y con mamáaaaa!!!!!”- más y más sollozos... y no puedo parar elvehículoni hacerle promesas que no podré cumplir
Sigo pensando que “la culpa” la tiene el comedor.
Cuando al acostarla ayer noche leímos juntos el menú escolar de hoy, cambió radical su expresión y su actitud. Quizá entonces no me dí cuenta y eso que le costo mucho dormirse y se ha despertado varias veces con pesadillas Ahora caigo y no me extraña: de primer plato acelga con patatas, cuando ni siquiera ha conseguido comer verdura en otra forma que no sea triturada. De segundo ternera en salsa de zanahoria con lo poco que le gustan las salsas y lo que le cuesta masticar además. Y de postre, naranja cuya pulpa le produce arcadas como para no estar angustiada y sin ganas de salir de casa
Que desazón tenía su madre al salir al trabajo hoy ahora esto y para colmo ayer llamaron del comedor para decirme que estaban preocupados. Buff yo si que lo estoy. Me dijeron que “no prueba bocado, que no hay manera, que cuando consiguen meterle algo en la boca ella va y lo echa fuera”. La verdad que la monitora parecía muy preocupada pero si ella no tiene recursos qué voy a hacer yooooo? No tengo otro remedio que dejar a mi hija en el comedor
Le explique por teléfono a aquella buena mujer que aún es muy pequeña, que no tiene ni tres años, que en casa come pocas cosas, que no esta acostumbrada a ciertos alimentos pidiéndole por favor que no la regañen ni le digan nada, que lo tomen con naturalidad, que desde casa estamos trabajando de la misma manera para acostumbrarla a comer cosas nuevas...No se si me entendió, porque siguió diciéndome que “les daba un palo terrible ponerle a echar la siesta sin haber comido nada y tan flaquita y blanquita como era”
Paula es además cabezota como ella sola y a fuerza de carácter no le gana nadie pero este retroceso hacía varios días que iba sin llorar y hoy empezó el escándalo desde que abrió los ojos y, fue cuando se pronunció: “no quiero ir al cole".
En fín, creo que me duele más lo que siente mi pequeña porque me siento culpable al tener que dejarla en el comedor sin haberla acostumbrado a comer más variado, pero bueno a ver si con calma y paciencia logro tranquilizarla en cuanto bajemos del coche. Ya es bastante duro para criaturas tan pequeñas pasar tan larga jornada en el colegio como para encima tenerle miedo al comedor qué estrés emocional debe tener...
Tendré que confiar en que son profesionales y en que pueden ayudarle a pasar el mal trago Qué más puedo hacer?
Deja que diga “¡no quiero ir al cole! “ y que lo haga llorando o enfadada Valida con mensajes de aceptación lo que está sintiendo y deja que exprese su miedo, o tal vez angustia.
-“Lo sé mi amor, ya veo que no quieres ir y lo entiendo mi vidaOye, umhh, huele que alimenta. Está claro que en la cocina de este comedor se cocina y se cocina bienumhh, huele tú también princesa anda dame un fuerte abrazo y ese beso con sabor a fresa y luego, cuando venga a buscarte, me cuentas”
Al hacerlo así estas acompañándola en su emoción y motivándola desde lo positivo. Le ayudas a superar su angustia y a crecer abrázala y dale un beso de consolación. De esos cuya importante misión es ¡llenar su corazón!
Empezar en el comedor por primera vez, al igual que comenzar el colegio, es un gran cambio para niños y niñas. Será solo una de las muchas situaciones nuevas que deberán afrontar a lo largo de su vida. Cierto es que, los seres humano somos maravillosamente distintos unos de otros, y que cuando gran parte de las criaturas van muy felices al comedor, hay otras que oponen una tenaz oposición.
Quizá este inicio parezca un post que habla de la adaptación al comedor pero es un tema que a mi parecer se debería tener en cuenta desde que se piensa en la matriculación en el colegio para poder preparar a los niños y a las niñas que no lo estén con suficiente antelación.
Todos los padres buscan enviar a sus hijos al mejor colegio posible según sus condiciones y posibilidades y no es el comedor escolar y su gestión uno de los criterios distintivos para elegirlo (cosa que me provoca cierta tristeza). Aunque es cierto que el comedor, aún siendo un servicio complementario, empieza a ser igualmente importante para las familias, los centros educativos, el alumnado y para el propio personal que trabaja en estos espacios (para mí, ¡una gran regocijo!).
El comedor escolar se suele definir como una prestación complementaria de ayuda a la escolarización particularmente, creo que es muchísimo más que eso, en especial cuando pienso que estamos en centros educativos y que la educación alimentaria debería ser, si no una materia específica (¡como me gustaría!), sí al menos un aspecto a tratar de forma transversal, y qué mejor momento para hacerlo que en el de la comida. Pero esta es solo mi humilde opinión
Además de garantizar y ayudar a la organización de la vida familiar, puede desempeñar una función nutricional, social y educativa importante. Y digo puede, porque según como se gestione el servicio contribuirá a la adquisición de hábitos alimentarios saludables, o no
Los objetivos de todo comedor escolar deberían ser fomentar una educación para la salud y una educación para la convivencia.
Su funcionamiento no puede ser ajeno a las familias y debería enmarcarse dentro del Proyecto Educativo del Centro. Lo ideal consistiría en formar una Comisión específica de comedor en la que las familias participen de forma activa y en la que las decisiones que afectan a este servicio fueran tomadas teniendo en cuenta sus opiniones.
Función nutricional, en cuanto a la composición de los menús ofertados (elaborados siempre por dietistas y nutricionistas) debe ser equilibrada y variada, con productos de primera calidad y a ser posible que muchos de ellos sean frescos y de temporada. Más idónea aún cuando se incorporan a los menús factores ambientales como seria la introducción de alimentos ecológicos y locales.
En algunos casos el comedor escolar tiene una función nutricional compensatoria frente a las dificultades de algunas familias para preparar comidas equilibradas y como un contrapeso a la influencia de la publicidad por el gusto de la comida rápida y procesada que lleva varios años ya introduciéndose en nuestra sociedad desbancando a nuestra beneficiosa “dieta mediterránea”.
Función educativa, el menú puede ser educativo, porque de lo que vemos y hacemos aprendemos, sobre todo los niños y las niñas. Por ello, se hace imprescindible que los menús sean, además de saludables, variados y atractivos para ayudar a niños y niñas, chicos y chicas a ingerirlos y a establecer hábitos. Si el menú presentado cada día de los que acuden al comedor, a lo largo de los meses en que nuestros hijos e hijas están escolarizados, es saludable, más probabilidades tendrán de representar en sus mesas este patrón de comida cuando sean responsables de elegir la alimentación que les acompañe.
En los centros comarcales se ofrecerá el servicio de comedor 114 días al año, y si también acuden a él los miércoles y los meses de junio y septiembre, serán 176 días comiendo una de las principales comidas del día en el comedor escolar
Crees importante asegurarse de que el menú del comedor sea saludable?
Hay que recalcar que para que el comedor escolar pueda desarrollar esa función educativa, debe definirse como parte integrante del propio proyecto educativo de los centros escolares, y las personas educadoras que atienden a nuestros hijos e hijas deben de ser profesionales en Formación Continua.
Y no me refiero a una formación solo en temas de Higiene y Seguridad Alimentaria (Manipulación de Alimentos), hablo de una formación que va mucho más allá, hablo de materias de pedagogía moderna que para poner al personal de los comedores al día necesitan una formación exhaustiva.
La labor educativa que desempeña una monitora o monitor de comedor escolar es compleja y requiere de herramientas muy específicas (no se trata solo de “dar de comer y vigilar que no les suceda nada”). Se desarrolla fuera del periodo lectivo pero compartiendo algunos de los espacios físicos con el personal docente y al igual que éste, son el referente adulto para el alumnado en este tiempo del mediodía. Se encargan de cuidarles y educarles. Les enseñan hábitos alimenticios e higiénicos saludables, les transmiten las normas de comportamiento en la mesa, en los juegos y en sus relaciones, les ayudan a integrarse en el ámbito escolar y en la convivencia con los demás. En definitiva, colaboran en la educación de nuestros hijos e hijas de una manera importante, les guían y acompañan en su desarrollo integral como personas.
En definitiva, el carácter educativo que tiene el comedor escolar exige una organización, planificación de objetivos y personal con un perfil y una formación especifica todo ello muy “cuidado” y enfocado a crear un clima cálido y seguro que permita un aprendizaje adecuado y ayude a disfrutar del momento y el acto de comer.
Y hay alguna manera de contribuir desde casa para conseguir los objetivos del comedor escolar?
Claro que se puede colaborar y mejorar el servicio en general, así como ayudar a vuestro hijo o hija a adquirir hábitos sanos de alimentación.
Si en cualquier situación escolar es importante el intercambio de información y la participación entre la familia y el colegio, en el comedor escolar lo es mucho más. Todo el aprendizaje realizado en el comedor escolar puede integrarlo a su vida cotidiana como sucede a la inversa. Los niños y las niñas más peques cuando llegan al comedor escolar son el espejo de los hábitos que han adquirido en casa. Unas veces los hábitos que han alcanzado son adecuados a su edad y saludables y nos permiten seguir avanzando. En otras ocasiones los hábitos que traen podrían llegar a ser perjudiciales si continúan sin modificarse, algo que podemos conseguir con éxito pero que sin vuestra colaboración resulta complicado.
Y sobre todo esto hablaremos en próximos post ya que no me olvido de la preocupación que suscita en los padres y las madres, y que yo percibo en mis charlas, todo lo relacionado con la alimentación y el comedor escolar, sobre todo cuanto más pequeños son los hijos e hijas. Pienso que somos los profesionales tanto del colegio como de la empresa que gestione el servicio de comedor quienes debemos dar respuesta a sus preocupaciones. Con ello conseguiremos la confianza y tranquilidad de las familias y esta actitud incidirá positivamente en el interés por aprender hábitos saludables del alumnado cuando acuda al comedor escolar.
Seguro que como madre, padre, docente o incluso por tu experiencia personal,tienes algunas cosas que compartir sobre este tema o quizá dudas que quieres que te resuelva, no dudes en ponerte en contacto conmigo, e intentaré aclararlas y ayudarte.
Muchas gracias por tu interés,
Rocío Martín ( www.comedorsaludable.org)
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