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Podemos eleva el tono ante el 28-M y tilda de "infame" el último anuncio de Sánchez
Los socialistas temen que la estrategia de ataques de sus socios dificulte la posibilidad de reeditar ejecutivos autonómicos

Publicado el 09/05/2023 a las 06:00
Tres años de complejas negociaciones para conseguir un acuerdo sobre la ley de vivienda no ha servido a los socios del Gobierno para llegar unidos a las elecciones del 28-M. Podemos, crítico con el hecho de que Sánchez esté aprovechando sus actos de partido para hacer anuncios en la materia de los que ni siquiera se les ha informado, elevó este lunes el tono con la última iniciativa puesta sobre la mesa por el presidente del Gobierno. Y esta vez no se limitó a reprochar su electoralismo, como ocurrió con los 50.000 inmuebles de la Sareb o las 43.000 que se construirán o rehabilitarán con créditos ICO para aumentar el parque de alquiler sostenible, sino el fondo del asunto. "Infame", dijeron.
Los morados sostienen que la idea de que Instituto Oficial de Crédito avale hasta el 20% de las hipotecas de jóvenes y familias con menores a cargo es contraria al "interés general", que resulta contradictoria con el resto de propuestas, con las que sí estaban de acuerdo, para fomentar el alquiler y no la propiedad, que se parece mucho a las que alimentaron la "burbuja inmobiliaria" que estalló en 2008 y que a quien les gusta la medida es a "Ana Botín", es decir, a los bancos. ¿La prueba del algodón de este argumento? Que ya la había planteado previamente el PP, como se encargó también de subrayar en una comparecencia en Génova el portavoz de este partido, Borja Sémper. Sémper, igualmente crítico con el "zoco persa de precampaña" en que, dijo, se han convertido los mítines del PSOE, llegó a afirmar que si la iniciativa está "bien copiada" de la suya, su partido votará a favor cuando llegue al Congreso de los Diputados. Cuando los socialistas asumieron como propias otras iniciativas defendidas durante meses por el PP, como la bajada del IVA de la luz o de algunos alimentos, los populares optaron por la abstención, en parte porque el Ejecutivo las incluyó en decretos más amplios y en parte porque, adujeron, estaban "incompletas". Información previa La medida tiene que pasar hoy por el Consejo de Ministros y será aprobada pese al enfado del socio minoritario de la coalición. En el PSOE restan importancia al malestar de Podemos y a las quejas de su secretaria general y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, por no haber sido informada previamente. Alegan que tampoco todo la dirección socialista conoce siempre todos los anuncios o las medidas que se van a lanzar pero que eso no quiere decir que no se hayan avanzado a "nadie".
El problema es que, en estos momentos, informar solo a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, es para Podemos tanta o más afrenta que no informar en absoluto, dada la fractura evidenciada en el intento de fraguar una candidatura conjunta para las próximas generales.
La portavoz de la ejecutiva socialista, Pilar Alegría, esgrimió en una comparecencia en Ferraz que las declaraciones de sus socios deben ser encuadradas en el marco de la campaña electoral. Los socialistas entienden que la estrategia de Podemos consiste en hacer ver que son necesarios para ejercer de contrapeso de una formación que, sin su vigilancia y condicionalidad, se escoraría hacia la derecha y que "magnifica" sus posiciones. "Estoy segura de que Podemos se siente satisfecho con esa política integral que el Gobierno viene realizando en la materia y que ha posibilitado entre otras cosas la primera ley de derecho a la vivienda la democracia" Alegría inscribió también en ese terreno de la exageración el nuevo ataque de Belarra al presidente de Mercadona, Juan Roig, para lanzar su propuesta de supermercados públicos, no respaldada por el PSOE. Pero hay quien teme el impacto que pueda tener esa imagen de ruido interno permanente que ha acompañado al Ejecutivo toda la legislatura. Aunque los socialistas sostienen que a ellos las cosas les están yendo muy bien, que el partido está "muy movilizado" y que se percibe en los candidatos un "orgullo" por la gestión de Sánchez (el SMI, el IMV, los fondos europeos, las cifras de empleo...) indicativo de que la marca está fuerte, muchos de sus gobiernos autonómicos y ciudades dependen del resultado que obtengan de los morados. Es el caso, por ejemplo de la Comunidad Valenciana. pero no solo. "La gente de izquierdas lleva mal que los suyos estén a palos y Podemos tiene que recuperar el tiempo que ha perdido en la negociación de los pactos", admiten con cierta preocupación en el cuartel general del PSOE, donde recuerdan que, en la comunidad levantina, el acuerdo con Izquierda Unida se alcanzó tardíamente, el pasado 4 de abril. La alianza aleja el temor a quedar por debajo del 5% del voto que implicaría no obtener representación y, sin embargo, no permite a los socialistas respirar tranquilos frente a la amenaza de PP y Vox. Al reproche de que Sánchez abusa del BOE y deja poco espacio para sus compañeros de viaje, replican que las dirigentes de podemos tienen "carril de sobra" y que buscar el enfrentamiento no es quizá "lo que más les conviene". "Nuestro objetivo no es competir por su voto -dicen- sino sacar a la gente de la abstención".