Iñaki Urdangarin ingresa en la cárcel de Brieva (Ávila)
Iñaki Urdangarin está condenado por el Tribunal Supremo a cinco años y diez meses de cárcel por el caso Noós

- EFE
Iñaki Urdangarin, condenado por el Tribunal Supremo a cinco años y diez meses de cárcel por el caso Noós, ha ingresado esta mañana en la cárcel abulense de Brieva, han informado fuentes penitenciarias.
Esta cárcel fue construida en 1989 y cuenta con una superficie de 43.540 metros cuadrados y 162 celdas, con otras 18 más complementarias. A unos diez kilómetros de Ávila, está bastante aislada de núcleos urbanos aunque no excesivamente alejada de Madrid. Fue la prisión donde cumplió condena el exdirector de la Guardia Civil Luis Roldán.
En los años 90, tras su fuga y posterior detención, Roldán fue trasladado a Brieva porque contaba con mayor seguridad y podía ser vigilado de una manera más personal. Al ser una cárcel de mujeres, al exdirector general de la Guardia Civil se le habilitó una nave aislada.
Fuentes de Instituciones Penitenciarias explicaron la pasada semana que la Secretaría General de este organismo dependiente del Ministerio del Interior esperaría a que Iñaki Urdangarin se personara en una cárcel a su elección y, posteriormente, decidiría si cumple condena en este centro o es trasladado a otro, de acuerdo a los criterios organizativos y de seguridad.
Urdangarin llegó la noche del domingo al aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid procedente de Ginebra, según varios medios de comunicación.
Un día después de que el Supremo confirmara la sentencia de este caso de corrupción, la Audiencia de Palma, el tribunal que le condenó en primera instancia, le entregó en mano el mandamiento judicial por el que ordena su ingreso en prisión y en el que le daba cinco días para presentarse voluntariamente, plazo que vence hoy.
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El cuñado del Rey, como cualquier otra persona que haya sido condenada y se encuentre en ese momento en libertad, podía acudir con el mandamiento a cualquier instalación penitenciaria de España.
Como establece la normativa, cualquier cárcel tenía la obligación de acoger a Urdangarin si llega voluntariamente, desde cualquier Centro de Inserción Social (CIS), hasta los dos hospitales penitenciarios o las tres cárceles de mujeres, aunque lógicamente no ha sido ninguno el elegido.
Tras llegar a prisión, lo normal es que pase por todos los trámites del primer ingreso. Se le hace una ficha y es reconocido por el servicio médico, además de ser entrevistado por un equipo multidisciplinar formado por trabajadores sociales y psicólogos que le evalúan.
Como es habitual, el preso pasa la primera noche en el módulo de ingresos y después se le traslada al módulo más adecuado.
Probablemente, y dadas sus características, al conocido como "de respeto", donde el interno, al que se clasifica en segundo grado, acepta unas normas de comportamiento e higiene y de organización de la vida diaria en esa instalación.
De todos modos, la prisión puede analizar si la cárcel que ha elegido Urdangarin es la más apropiada y, acogiéndose al artículo 75 del Reglamento Penitenciario, Instituciones Penitenciarias puede decidir cambiarle si considera que la elegida por el condenado no es la idónea para salvaguardar la seguridad del interno o el buen orden del centro.
El Tribunal Supremo ratificó el martes pasado la condena inicial de la Audiencia de Palma por malversación, prevaricación, fraude a la Administración, dos delitos fiscales y tráfico de influencias, pero le absolvió de falsedad en documento público, con lo que rebajó en cinco meses la pena de privación de libertad, que es en total de 5 años y 10 meses.