El desayuno, suele decirse, es la comida más importante del día. Café, tostadas de pan con aceite, fruta... y periódico. Siempre el periódico. Apenas ha despuntado el día y Margarita Oricáin Garnica ya se encuentra frente a las páginas de Diario de Navarra. “Me relaja, lo leo tranquilamente mientras desayuno. Un momento que disfruto y al que dedico el tiempo que sea necesario. A veces, casi una hora”, confirma. Vecina de Cordovilla (Galar) desde hace 24 años, su carnet refleja que ha alcanzado ya la edad de 70. Madre de dos hijos y abuela de tres nietos, decidió suscribirse al periódico en 2021. “Antes lo compraba, muchas veces me bajaba andando hasta el barrio pamplonés de Iturrama a por él y el pan, pero es mucho más cómodo recibirlo en tu casa para las ocho de la mañana y poder leerlo en pijama”, asegura. “Empecé con la opción de ser suscriptora los fines de semana, pero me sabía a poco”, añade entre risas.
Margarita Oricáin está jubilada y trabajaba como cocinera. “En esa época leía Diario de Navarra en el trabajo. Y como las que entrábamos primero éramos las cocineras, también lo teníamos disponible las primeras”, rememora. Confiesa que comienza su lectura “siempre por delante, desde la portada”, y que se lee “todo”. “Bueno, menos el fútbol”, matiza. “El periódico me acerca a la actualidad, me informo por él antes que por la televisión”. Un diario que comparte, asimismo, con sus propios hijos cuando visitan su casa.
Es natural de Muniáin de la Solana. “Llevo 50 años viviendo entre Pamplona y Cordovilla, pero la tierra tira, y por eso suelo poner un interés especial en las noticias de Tierra Estella”. También le gusta la sección ‘Cuando cambió’, dedicada a la transformación de distintos rincones de la capital navarra a través de la comparativa de imágenes de ayer y hoy. “Quieras que no, hemos vivido todos esos cambios en primera persona”.
Valora, por encima del resto, la información referente a Navarra, la más cercana. “Con las guerras o tragedias internacionales no puedo. No entiendo cómo en pleno siglo XXI podemos tener una guerra en Europa. No hay derecho”, refiere, si bien hace hincapié en este punto en las noticias positivas que reflejan acciones solidarias con los afectados.
Fruto de su trayectoria profesional, suele poner también el acento durante su lectura en las páginas semanales que Diario de Navarra dedica a la gastronomía y las recetas. “Las suelo leer, aunque yo soy más de cocina tradicional y no tanto de innovar”, considera. Valora asimismo otras informaciones centradas en la producción de alimentos propios del campo navarro, y que ella misma emplea en sus platos. “Los piquillos de Puente la Reina o Lodosa, los espárragos de Tierra Estella, la verdura de la Ribera.... Yo apoyo a su mantenimiento comprando fruta y verdura de Navarra”, sentencia.
BIEN INFORMADOS
Como lectora habitual del periódico, se muestra satisfecha de su contenido. “Lo que siempre me pregunto es cómo encontráis tantas noticias”, espeta al periodista durante la entrevista. “Un poco de envidia sí que me dais, pues estáis en todas las ‘salsas’, por ejemplo en los momentos importantes de los Sanfermines o en muchas tradiciones de Navarra”, apostilla.
En un mundo tan cambiante, con tanta preeminencia de las nuevas tecnologías, valora el papel del periodismo. “Estáis muy bien informados, siempre al pie del cañón. Solo así podéis ofrecernos a los lectores un contenido real y veraz. Y tiene mucho valor eso, así como llenar un periódico todos los días, que son muchas páginas, y darle además a cada información un enganche atractivo para que nos la leamos. Me gusta cómo dais las noticias, aunque no todas sean tan positivas como me gustaría”.
En corto
Margarita Oricáin Garnica suma 70 años. Natural de Muniáin de la Solana, en Tierra Estella, ha vivido buena parte de su vida entre Pamplona y Cordovilla, donde hoy reside (concejo de Galar de 820 habitantes, en la comarca de Pamplona). Cocinera jubilada, tiene dos hijos y tres nietos. Es suscriptora de la edición papel diaria de Diario de Navarra desde 2021.