La llamada de María Jesús

Un día recibí su llamada -como otras tantas veces-. En el móvil vi que la llamada entrante era de mi médica de familia. Aunque estaba en una reunión de trabajo, contesté para no perder la cita telefónica. Al finalizar la conversación y colgar, me disculpé por responder y le expliqué a mi compañera quién me había llamado. Ella se sorprendió del tono familiar de la conversación y me reconoció que se parecía más a la que se tiene con un amigo que con tu médico.

Su nombre es María Jesús Sánchez de Muniain, médica de familia con una gran vocación. Su trato es siempre cercano, de escucha verdadera, el de alguien a quien le importas y que te quiere ayudar. Jamás nos ha atendido con prisas o desgana, nunca ha quedado una sola prueba por realizar, y todo ello a pesar de las dificultades por las que atraviesa el Servicio de Salud. Así ha sido con nuestra familia, y nos consta que con todos sus pacientes. Basta con esperar unos minutos frente a su puerta en el consultorio de salud de Beriáin para comprobar el cariño y el tacto con el que trata a cada persona.

A María Jesús le ha llegado el momento de disfrutar de su merecido tiempo de júbilo. Se jubila. Muchas gracias por todo. Le vamos a echar de menos.