La actriz de 29 años tuvo que someterse a un duro entrenamiento durante meses para el papel de bailarina atormentada
Su carrera cinematográfica no habría podido empezar mejor. Ya a los 12 años, Natalie Portman llamó la atención de la crítica internacional con su debut en Léon - The Professional, el thriller de Luc Besson donde encarnaba a la pequeña ayudante de un asesino. Y con sólo 29 ha conseguido llegar a lo más alto con el Oscar a la mejor interpretación femenina por su vibrante papel en href="https://www.diariodenavarra.es/enlaces.asp?id=http://navarra.definde.com/ficha-pelicula/cisne-negro-399" target="_blank">El cisne negro.
La actriz no pudo evitar que se le escapara alguna lágrima al recoger la estatuilla. "Esto es una locura", dijo emocionada cuando subió al escenario. "Me siento tan agradecida de poder hacer el trabajo que realizo". El Oscar pone el broche de oro a su aclamado trabajo en el thriller psicológico de Darren Aronofsky, que le ha valido también el Globo de Oro, el Bafta y el Independent Spirit Award.
Hija de un médico israelí y una estadounidense, Portman siempre eligió cuidadosamente los guiones. George Lucas la transformó en la fría reina Padmé Amidala en tres entregas de la saga Star Wars. Luego vendrían el melodrama Cold Mountain y la adaptación del cómic V de Vendetta. Pero Portman no quería ser solo actriz y comenzó a estudiar Psicología en la prestigiosa Universidad de Harvard. Se licenció en 2003. En 2005 obtuvo el Globo de Oro como mejor actriz de reparto por su papel en el drama Closer.
En El cisne negro, Portman, que había practicado ballet en su adolescencia, da vida a la bailarina Nina. Portman borda este personaje para el que tuvo que someterse a una estricta dieta y entrenar durante meses. Pero el esfuerzo ha tenido su recompensa y por partida doble: La actriz anunció recientemente su compromiso con el coreógrafo de El cisne negro, Benjamin Millepied, con quien está a punto de tener su primer bebé.
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