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La autopsia confirma que la mujer murió tras sufrir un accidente de tráfico en la acequia

Están descartadas heridas que podría haberle infligido otra persona, como con un arma o estrangulamiento

Actualizada Viernes, 28 de enero de 2011 - 09:58 h.
  • L.P.M. . PAMPLONA

La autopsia al cuerpo que se encontró el martes dentro del coche de la vecina de Urbiola desaparecida en agosto comenzó ayer. Aunque se prevé que continúe hoy con más análisis, el estudio fundamental de los restos ya ha finalizado y ha permitido comprobar que no presenta lesiones infligidas por otra persona -como estrangulamiento o herida por arma blanca o de fuego-, sino que se ajustan más a las sufridas en un accidente de tráfico.

También está pendiente aún la identificación del cadáver, lo que se va a realizar mediante estudios de ADN y huellas dactilares. Aunque no es una prueba que se considere concluyente, la dentadura del cuerpo coincide con la de la vecina desaparecida, María Ángeles Germán López, de 44 años. Además, van a practicarse análisis complementarios en un laboratorio de Barcelona.

Respecto a la hipótesis del accidente de tráfico, las inspecciones al turismo -un Mercedes A-190- y al lugar donde fue hallado -una acequia a un kilómetro y medio de distancia de Urbiola- comienzan a ser fructíferas en la línea de este tipo de suceso. Los desperfectos en el coche y las lesiones en el cuerpo permiten entender que el turismo cayó a la acequia en circulación, es decir, que no fue empujado por nadie.

La acequia es la parte inferior de un pequeño puente de piedra, cuyo arco pasa desapercibido por la espesura de la maleza. Eso hace que desde arriba no se aprecie si hay algo o no, según los vecinos. Dependiendo del agua que se estanque, se puede convertir en una poza.

Además de los desperfectos en el morro y la luna delantera, saltaron los airbag del conductor y del copiloto. Por otra parte, el cinturón del conductor se encontró como habitualmente permanece tras un siniestro de este tipo: si la víctima se lo ha puesto, se queda estirado, ya que se estropea el sistema que lo permite recoger de forma automática. En el caso del Mercedes estaba estirado. Además, la rueda izquierda delantera (la del conductor) se encontró reventada.

De confirmarse el accidente de tráfico, el dato de la rueda podría explicar cómo se produjo. Después de trazar una curva a mano derecha, el coche se habría salido de la carretera poco antes de una bionda de protección colocada precisamente para evitar caer a la acequia. En este caso, el reventón de la rueda da a entender que pudo golpear contra algo antes de precipitarse. En la caída, el morro del coche golpeó contra el muro del puente y luego el vehículo quedó sumergido en el agua, con la parte delantera posada sobre el suelo. En esa pared se han encontrado señales de golpe y restos de pintura de color verde, la misma que la del turismo.

Fueron unos operarios que desbrozaban quienes se percataron del coche el martes por la tarde y dieron aviso a la Policía Foral al asociarlo con la desaparición.


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