Estas dos páginas ofrecen otros cinco ejemplos para ilustrar las dificultades de los ayuntamientos en tiempos de crisis, entidades locales con un régimen especial que les impide afrontar el gasto ordinario con partidas extraordinarias
LA contención viaja de norte a sur y no deja títere con cabeza. Los ayuntamientos se aprietan el cinturón, si bien es cierto que hay excepciones: pequeños oasis donde la crisis no es tanta. Un caso: el valle de Aranguren. Suma casi 7.000 habitantes distribuidos en nueve concejos y no arrastra deudas. Aun así el consistorio ha minimizado la inversión y se centra en la creación de empleo.
Su alcalde incide en la necesidad de un cambio en la Ley de Régimen Local que, hoy por hoy, impide a los ayuntamientos afrontar el gasto ordinario con ingresos ajenos a los ordinarios, es decir, ventas de parcelas.... . Santesteban es también otro municipio sin grandes apuros. Tiene 1.700 habitantes censados y en 2009 el consistorio ha recibido peticiones para abrir ocho nuevos comercios.
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Dos niños jugaban ayer en la plaza del ayuntamiento del valle de Aranguren, en Mutilva Baja. J.C. CORDOVILLA
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