El Ayuntamiento de Pamplona realizará una campaña extraordinaria de inspección para controlar que los bares cumplen con la obligación de exponer al público los pinchos protegidos
IR a u n bar y coger un pincho expuesto al público sin ningún tipo de protección va a resultar más difícil este invierno. La gripe A exige reforzar las medidas higiénicas y, en esa línea, los pinchos de los bares están en el punto de mira. Aunque la legislación es clara y exige que los pinchos estén protegidos de cara al público, lo cierto es que aún se ven platos rellenos de suculentas miniaturas al descubierto en los mostradores de los bares.
El temor al contagio de la gripe A va a llevar al Ayuntamiento de Pamplona a reforzar la inspección en esta materia. Según anuncia el concejal de Desarrollo Sostenible, Juan Luis Sánchez de Muniáin, durante el próximo mes de octubre se va a realizar una campaña de inspección extraordinaria con motivo de la gripe A.
Sirve taparlos con papel film
Los inspectores del área recorrerán los más 230 restaurantes, 542 bares o cafeterías y 165 bares de copas de la capital navarra con el fin de controlar si los pinchos están expuestos al público con protección o sin ella. La campaña, que previamente será comunicada a las asociaciones de hosteleros, será sancionadora. Si sorprenden a un establecimiento con los pinchos sin cubrir, los inspectores abrirán un expediente sancionador. "La inspección sobre este tema es continúa a lo largo del año, pero ahora hemos considerado conveniente reforzarla". En los últimos años, de media, los inspectores ha abierto un centenar de expedientes sancionadores al año. "La multa más habitual oscila entre los 200 y los 300 euros, aunque si el bar reitera en su conducta de no proteger los pinchos puede llegar a los 3.000 euros", explica Sánchez de Muniáin.
La legislación foral obliga a que los pinchos y los alimentos elaborados estén expuestos al público con protección. "La protección varía. En algunos caso sirve que el plato esté tapado con papel film transparente y en otros se exige una vitrina refrigerada porque, por ejemplo, un determinado pincho o alimento exige una temperatura para no perder su salubridad. Por ejemplo, pinchos con mayonesa", apunta Sánchez de Muniáin.
La "batida" por los establecimientos hosteleros también tendrá como objetivo la manipulación de alimentos en las cocinas de los bares. "El año pasado, en colaboración con las asociaciones, se hizo una pegatina con las instrucciones de una correcta manipulación. No es obligatorio, pero se revisará y se instará al establecimiento a que siga las recomendaciones para que haya una correcta higiene".
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Imagen de la barra de un bar con pinchos expuestos al público sin la obligada protección.
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