El XII Piquillo de Oro se puso en marcha ayer con una novillada picada que resultó entretenida pero en la que flojeó la asistencia de público.
El hierro salmantino de La Glorieta presentó dos utreros de mucha calidad, importantes. El cuarto, muy bien lidiado, cayó en manos de Román Pérez, que mostró oficio y quietud. Lo toreó templado por ambos pitones, se gustó por momentos y remató con gusto las series. Se le fue la mano al matar, pero no importó. Pudo cortar una oreja del primero pero falló con el descabello.
El malagueño Cuevas estuvo por encima del segundo y cobró una oreja a pulso. Sin embargo, se vio desbordado por la calidad del quinto. El alicantino Palencia realizó dos faenas voluntariosas mal rematadas con la espada.
Diariodenavarra.es no se responsabiliza ni comparte necesariamente las ideas o manifestaciones depositadas en las opiniones por sus lectores La discrepancia y la disparidad de puntos de vista serán siempre bienvenidos mientras no ataquen, amenacen o insulten a una persona, empresa, institución o colectivo, revelen información privada de los mismos, incluyan publicidad comercial o autopromoción y contengan obscenidades u otros contenidos de mal gusto.
Diariodenavarra.es se reserva el derecho a decidir las noticias que admiten comentarios de los lectores.
Atención: Tu petición no ha sido procesada correctamente. Comprueba que has rellenado todos los campos obligatorios correctamente y vuelve a intentarlo.
(*) Todas las opiniones que tengan rellenados estos campos pueden aparecer publicadas en el periódico impreso
Natural del Ismael Cuevas, que estuvo por encima del segundo. KOLDO
© DIARIO DE NAVARRA. Queda prohibida toda reproducción sin permiso escrito de la empresa a los efectos del artículo 32.1, párrafo segundo, de la Ley de Propiedad Intelectual