El charlatán que aseguró que era capaz de convertir el agua en combustible y consiguió engatusar al presidente de Indonesia, Susilo Bambang Yudhoyono, para obtener financiación pública, fue ayer condenado a tres años y medio de cárcel. Djoko Suprapto fue declarado culpable de un delito de fraude a una universidad, de la que recibió 1.300 millones de rupias (116.000 dólares) para una investigación que nunca llegó a realizar. EFE
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