UNA de las incógnitas del partido de ayer era cómo iban a parar los laterales de Osasuna, Nacho Monreal y César Azpilicueta, el enorme potencial que tiene el Real Madrid en sus bandas con Robben y Sneijder primero y Huntelaar después.
Los canteranos rojillos ganaron la partida. Monreal se las tuvo que ver con Robben, uno de los hombres más en forma del fútbol español. El holandés pasó completamente desapercibido mientras Monreal estuvo sobre el campo. Sin embargo, un golpe de Roberto a Nacho en el minuto 40 le obligó a retirarse lesionado del campo. Su lugar lo ocupó Javier Flaño. Poco acostumbrado a tener que jugar en la izquierda, el navarro tuvo muchos más problemas para tapar a Robben, que fue entonces de menos a más. El holandés fue el culpable de 6 de los 20 remates que realizó el Real Madrid en todo el encuentro.
En la otra banda, Azpilicueta lucho primero con Sneijder y después con Huntelaar. Al primero lo anuló por completo, hasta tal punto que Juande decidió cambiarlo en el descanso. Su superioridad hizo que subiese con facilidad. Puso 8 centros. Con Huntelaar tuvo más problemas, especialmente porque el holandés tuvo más movilidad y además para entonces Osasuna perdió los diez metros de presión adelantada que tan buen resultado le habían dado en la primera mitad.
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