El comité dice estar dispuesto a cualquier alternativa que evite la salida de todos y cada uno de los trabajadores
Con el apoyo de familias y numerosos vecinos los trabajadores de Renolit emprendieron ayer la marcha por las calles del centro de Estella en su primera manifestación contra los 35 despidos planteados por la empresa. Cerca de un millar de personas participó en un recorrido que partió del Ayuntamiento de Estella para concluir en la plaza de los Fueros, donde se leyó un comunicado. La marcha, que fue ordenada y tranquila, duró aproximadamente una hora.
Muchos niños, esposas y compañeras además de padres acompañaban a los empleados de la fábrica de plásticos, que suman 155 personas. Además, los 110 operarios de producción participaron prácticamente en pleno. Representantes de los sindicatos mayoritarios, concejales de NaBai y del PSN del Ayuntamiento de Estella y trabajadores de otras empresas también se unieron a la protesta de Renolit. Dos grandes pancartas con los lemas "No a los despidos en Renolit" y "No al abuso empresarial" encabezaban la comitiva que iba coreando consignas como: "Todos unidos contra los despidos", "Los despidos no son la solución", "Empresas culpables, Gobierno responsable", "La mala gestión la paga el peón" y otras en las que se culpabilizaba a la actual gerencia de la fábrica de plástico, al tiempo que se pedía su dimisión.
"Nos hemos visto gratamente sorprendidos por la asistencia. La gente ha respondido a la llamada mejor incluso de lo que esperábamos", indicó el miembro del comité Sergio Azpilicueta Ruiz, que ayer ejerció como portavoz.
Quince días decisivos
El acto multitudinario protagonizado por los trabajadores de Renolit abre además la recta final de las negociaciones del Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que se extienden hasta el próximo 29 de diciembre. Azpilicueta indicó que en estos momentos no hay apenas avance en las conversaciones con la empresa, aunque se espera que las ofertas se precipiten en los próximos días. "Nos mantenemos firmes en el objetivo de evitar los despidos. De momento, hemos puesto sobre la mesa la posibilidad de cambiarlos por prejubilaciones y bajas y excedencias incentivadas", explicó. En Renolit hay unos 8 trabajadores mayores de 58 años. Por otro lado, no se sabe cuántos de menor edad estarían dispuestos a irse porque la oferta de la empresa, 25 días por año, es insuficiente para el comité. "Hay que tratar de mejorarla porque evitar cada despido cuenta", recalcó Azpilicueta.
Pero el comité está decidido a poner más carne en el asador y esta semana prevé plantear la sustitución de los despidos por una regulación temporal. Tampoco descarta medidas más drásticas, aseguró Azpilicueta, aunque se eludirá plantearlas hasta agotar el resto.
La empresa, de capital alemán, se instaló en Estella en 1958 en la fábrica de la avenida de Pamplona. Un incendio destruyó la nave en enero de 2006 y dos años después inauguraba nuevas instalaciones en el polígono de Villatuerta.
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