Los hispalenses deberán introducir cambios ante las bajas por sanción del portero Palop y del centrocampista Maresca
El Sevilla, que había entrado en una etapa de dudas después de algunos malos resultados, ha salido reforzado de sus tres victorias consecutivas ante el Deportivo (dos en Copa y una en Liga) y recibe al Numancia con la moral alta pero también con el respeto que merece la buena campaña rival.
Los hombres de Manolo Jiménez tienen en su mano cerrar la primera vuelta con 38 puntos y mantener intacto el principal objetivo, que es quedar entre los cuatro primeros de la tabla y clasificarse para la próxima edición de la Liga de Campeones.
El entrenador sevillista, como a lo largo de toda la temporada, tiene problemas para formar una convocatoria y en ésta no estarán por sanción el meta Andrés Palop, que le cederá el puesto al canterano Javi Varas, ni el centrocampista italiano Enzo Maresca, quien debe cumplir su segundo y último encuentro de castigo.
Además, a las ya conocidas bajas por lesión de larga duración del defensa Javi Navarro y el delantero marfileño Arouna Koné, se une la del lateral derecho francés Abdoulay Konko, quien parecía ya recuperado pero que estará otras tres semanas ausente por una nueva dolencia muy similar a la que padeció en el abductor derecho de su pierna.
El Numancia viaja a Sevilla con la tranquilidad del último triunfo ante el Getafe, lejos de la zona de descenso, pero con la incertidumbre que ofrecen sus estadísticas fuera de Soria en las que sólo figura un triunfo en el último suspiro en Barcelona ante el Español.
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